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Violencia familiar, la otra crisis que la pandemia incrementó

Ante el crecimiento de las cifras en este rubro, la Iglesia puede ayudar haciéndolo un tema de predicación dominical.

23 agosto, 2021
Violencia familiar, la otra crisis que la pandemia incrementó
Rubén Aguilar Valenzuela.
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Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político. 

En los primeros cinco meses de 2021 se contabilizaron 106 mil 603 carpetas de investigación, por casos de violencia familiar cuando en el mismo período de 2020 fueron 85 mil 447, según el Secretariado Ejecutivo del Sistema Nacional de Seguridad Pública (SESNSP).

Supone un aumento del 24.7 % de un año al otro, que se traduce en 706 casos diarios y un promedio de 4,942 a la semana y 21,320 al mes. Los datos muestran que día con día crece el número.

Los especialistas plantean que el aumento de la violencia al interior de los hogares es producto de los efectos negativos del confinamiento por la pandemia y por la falta de empleo e ingresos en las familias. La población más afectada son las mujeres y los niños.

Estudiosos del tema sostienen que era previsible que el aumento de la violencia en las calles, que alcanza niveles históricos, terminara por trasladarse al interior de los hogares.

Al problema ancestral del machismo se añade las tensiones que provocan al seno de las familias la falta de empleo y los salarios precarios que son insuficientes, para cubrir los gastos en las viviendas.

El Observatorio Nacional Ciudadano (ONC) afirma que desde 2016 empezó una tendencia a cada vez mayor violencia, pero que en 2020 y en lo que va del 2021 alcanza niveles nunca vistos. Rompen con todos los récords anteriores.

Y adelanta que es muy posible que en la medida que las mujeres puedan salir de sus casas, una vez que se relajen las medidas del confinamiento, habrán de crecer las denuncias puestas por violencia en el hogar.

Los especialistas y las organizaciones de la sociedad civil que trabajan en este tema solicitan a las autoridades que pongan más atención a la prevención y a la atención oportuna.

Plantean que el gobierno no tiene una estrategia general, y tampoco específicas, para hacer frente al problema. Y que por eso no ven que en el corto y mediano plazo puedan reducirse los índices de violencia familiar.

La Ciudad de México ocupa el primer lugar a nivel nacional con 14,535 casos para el mes de mayo, le sigue el Estado de México con 9,606 y Nuevo León con 8,117.
Luego vienen Jalisco con 5,550; Chihuahua con 5,126; Veracruz con 4,961; Coahuila con 4,950; Baja California con 4,740 y Guanajuato con 4,710.

Ante la incapacidad manifiesta de los tres órdenes de gobierno, para hacer frente a éste lamentable y trágico problema ¿qué puede hacer la Iglesia? ¿debería ser un tema de la predicción dominical?

 

 

Twitter: @RubenAguilar

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.

 


Autor

Rubén Aguilar Valenzuela es profesor universitario y analista político.