Diálogo Nacional por la Paz: Un llamado vital a la fraternidad y la solidaridad
Para generar un espacio de diálogo plural en torno a la seguridad, se llevó a cabo el Diálogo Nacional por la Paz del 21 al 23 de septiembre.
Doctorado en Comunicación y Marketing por la Universidad Anáhuac México, consultor en manejo de crisis y estrategias digitales. Responsable de la cobertura digital de la visita del Papa Francisco a México en 2016.
Con el objetivo de generar un espacio de diálogo plural e incluyente en torno a la seguridad y la construcción de paz, la Conferencia del Episcopado Mexicano, la Conferencia de Superiores Mayores de México, la Dimensión Episcopal para los Laicos y la Provincia Mexicana de la Compañía de Jesús convocaron a participar en el Diálogo Nacional por la Paz del 21 al 23 de septiembre.
Este evento cobra especial relevancia en el contexto actual de México, en donde la violencia se ha extendido por todos los sectores del país, los índices de homicidios son alarmantes, el tejido social se ha deteriorado y la convivencia familiar se ve amenazada. Ante estos desafíos y la necesidad apremiante de replantear las estrategias de seguridad a nivel local, estatal y federal, surge una ruta hacia la construcción de la paz que se inició en junio de 2022 y que se consolidará en el Diálogo Nacional por la Paz.
Leer: Diálogo Nacional por la Paz: “Reivindiquemos a las miles de víctimas de la violencia en México”
En este contexto de crisis y desafío, las palabras de la Hermana Liliana Franco Echeverri, Presidenta de CLAR, (Confederación Latinoamericana y Caribeña de Religiosas y Religiosos), resuenan con un llamado a la acción y la reflexión. Su conferencia nos invita a abordar la problemática de la violencia desde una perspectiva que trasciende los límites geográficos y religiosos. Su enfoque en la fraternidad, la solidaridad y el cuidado nos recuerda que la construcción de la paz es una responsabilidad compartida que va más allá de cualquier afiliación particular. Es un llamado a reconocer nuestra humanidad común y a trabajar juntos para superar los desafíos que enfrenta nuestra sociedad.
La fraternidad, como destaca la Hermana Liliana, es un antídoto contra la guerra. Es la capacidad de ver a los demás como hermanos y hermanas, independientemente de nuestras diferencias. En un país como México, marcado por la diversidad cultural y social, la fraternidad se convierte en un valor fundamental para promover la cohesión social y la armonía. La indiferencia hacia el sufrimiento de los demás solo perpetúa la violencia, y es la solidaridad la que tiene el poder de liberarnos de este ciclo destructivo.
El Diálogo Nacional por la Paz se presenta como una oportunidad para aplicar los principios de fraternidad y solidaridad en la búsqueda de soluciones concretas. Escuchar activamente a las víctimas, validar sus experiencias y comprometerse en la transformación de la realidad son acciones concretas que todos podemos tomar. La compasión y el cuidado son las claves para humanizar nuestras interacciones y fomentar una cultura de paz.
TE PUEDE INTERESAR
Anuncian 14 Acciones para Iniciar el Camino por la Paz en México
La conferencia de la Hermana Liliana nos recuerda que la paz no es un sueño inalcanzable, sino un imperativo moral y social. Al comprometernos con la construcción de la paz, nos unimos en un esfuerzo conjunto para superar los desafíos que enfrenta México y para crear un futuro más esperanzador para las generaciones venideras. El Diálogo Nacional por la Paz es una oportunidad valiosa para reflexionar sobre cómo podemos contribuir a esta noble causa y trabajar juntos para lograr un país más seguro y en armonía.
“La indiferencia hacia los conflictos y el sufrimiento de los demás solo perpetúa la violencia y la injusticia. Cuando nos aislamos en nuestros “nichos de confort,” nos volvemos insensibles a las realidades dolorosas que ocurren en el mundo, y esto permite que los conflictos continúen sin obstáculo”. H. Liliana Franco E.