Consuelo a personas mayores y acompañamiento ante el duelo
Nadie puede sola y nadie puede solo. Es el deber de todas y todos brindar consuelo a quienes en algún momento de la vida nos lo brindaron.
Coordinador del Centro de Comando, Control, Cómputo, Comunicaciones y Contacto Ciudadano de la Ciudad de México (C5 CDMX).
Hace tres años falleció el hijo de Nicolás, un hombre de 70 años que vive en Jalisco. Tuvo que hacerse cargo de sus dos nietos. La pérdida y algunas dificultades económicas lo llevaron a la depresión. Ahora recibe un tratamiento psicológico, médico y psiquiátrico, que lo ha apoyado a sacar adelante su vida y la de los pequeños. Sabe que necesita del apoyo de sus vecinos y de más personas para encontrar paz y reducir el sentimiento de soledad.
La palabra consuelo tiene una etimología maravillosa. Viene del latín “con” que se refiere a unión o cooperación y “solari”, que significa alivio. Es decir, sólo con compañía y apoyo, podremos lograr la calma. Eso es precisamente lo que personas como Nicolás necesitan en los momentos difíciles.
De ahí que las y los creyentes busquen el apoyo en Nuestra Señora del Consuelo o, como también le llaman algunos, la Virgen de la Consolación. Ella es, precisamente, la que protege a los afligidos y a quienes han sufrido una muerte cercana. En especial a las personas adultas mayores, a quienes viven solos o quienes, además, tienen algún padecimiento físico.
De hecho, el reporte que con motivo del Día Mundial de la Salud Mental, que se conmemora el 10 de octubre, elaboró el Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México identifica que la principal preocupación emocional de las personas mayores de 60 años es precisamente el duelo.
De las 3 mil 116 peticiones de contención emocional que recibimos en la Línea de Seguridad y en el Chat de Confianza 55 5533-5533 de esta población, el 17.3% son por problemas familiares y el 13% por el fallecimiento de un ser querido. En este último caso, es necesario brindar un acompañamiento especialmente sensible y empático.
Es esencial que las personas sepan que cada quien atraviesa por esa etapa de forma distinta. Algunos, como Nicolás, requieren medicamentos, otros pueden apoyarse de la escritura de un diario o en terapia. Pero en todos los casos es importante fortalecer las redes de apoyo. Nadie puede sola y nadie puede solo.
Reconstruir nuestras emociones tras un duelo es un proceso complejo, que requiere de la atención familiar para apoyar a una persona. En el caso de adultas y adultos mayores, la responsabilidad debe ser más amplia e incluir a toda la comunidad, ante posible falta de redes de apoyo más cercanas.
En el Consejo nos incluimos en ese compromiso. Es el deber de todas y todos brindar consuelo a quienes en algún momento de la vida nos lo brindaron y que ahora más lo requieren.
*Salvador Guerrero Chiprés (@guerrerochipres) es Presidente del Consejo Ciudadano para la Seguridad y Justicia de la Ciudad de México.
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