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Beato Anacleto, patrono de los laicos mexicanos: Ruega por nosotros, para que como tú, nos comprometamos a vivir, enseñar y difundir la fe en Dios

13 noviembre, 2024
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Es escritora católica y creadora del sitio web Ediciones 72, colaboradora de Desde La Fe por más de 25 años. 

Hace casi 100 años que murió el beato Anacleto González Flores, mártir de la Cristiada, a quien celebramos este 20 de noviembre y a quien el Papa Francisco declaró ‘patrono de los laicos mexicanos’ para invitarnos no sólo a pedir su intercesión, sino imitar su ejemaplo.

Y ¿qué ejemplos suyos podemos imitar? ¡Muchos! Te darás cuenta de ello si lees su fascinante biografía, pero por lo pronto cabe mencionar al menos estos tres:

1. Se las ingeniaba para evangelizar

No era de esos laicos que creen que hablar de Jesús le toca sólo ‘a los padrecitos’ y ‘a las monjitas’, sino que como laico comprometido hacía lo que podía. Fue catequista, y para que los niños acudieran al catecismo, se le ocurrió un fonógrafo en la ventana (temo que lectores jóvenes no tengan idea de qué es eso) y con la música los atraía, para luego hablarles de Dios.  Fundó una revista para difundir la doctrina católica. Participó en organizaciones para defender la fe, aun cuando hacer eso era riesgoso porque había persecución.

Pidamos a Anacleto que ruegue por nosotros para que sepamos imitar su decisión, imaginación y valentía para anunciar el Evangelio.

2. Se atrevía a promover la resistencia pacífica

Organizaba boicots de productos y de pagos para presionar a las autoridades a dar marcha atrás en las leyes injustas que imponían, y en muchos casos lo logró.

Hoy en día pocos se atreven a hacer eso. Viene a la mente algo que sucedió hace pocos años: una famosa empresa que transmite películas por internet ofrecía una que se burlaba grotescamente de la Virgen María, de Jesús y Sus discípulos. Miles de católicos e incluso cristianos de otras denominaciones enviaron firmas quejándose, pero no les hicieron caso. Entonces algunos cancelaron su suscripción, pero tampoco les hicieron caso porque eran muy pocos. Es que no todos se atrevieron a privarse de un entretenimiento que disfrutaban.

Un amigo comentó: ‘no cancelo mi suscripción porque me gusta ver películas’. Él, como muchos otros, no comprendió que no se trataba de cancelarla porque no disfrutara sus películas, sino porque no toleraba que ofrecieran una que se burlaba de su fe. Pero no fue así. La mayor parte de los suscriptores mantuvieron su membrecía, eligieron seguir pagando para sostener una empresa que no respetaba su fe ni sus valores.

Qué diferente del caso de una amiga que cuando en España una famosa empresa internacional que vende hamburguesas, sacó en Cuaresma unos anuncios callejeros en los que se burlaba de la Eucaristía, ella dejó de comprar allí, y eso que acostumbraba ir cada semana porque le encantaba la hamburguesa vegetariana y las papas fritas. Le dolió privarse de ellas, pero lo hizo porque no estaba dispuesta a patrocinar que hicieran mofa de lo más sagrado que tenemos los católicos.

Pidamos a Anacleto que interceda por nosotros para que tengamos su osadía y decisión para hacer lo correcto aunque nos cueste.

3. Supo superar el miedo

Llama la atención que cuando los sodados fueron a donde Anacleto se escondía para llevárselo preso, se puso tan nervioso, que se vistió con la ropa al revés. Y se escondió. Obviamente tenía mucho miedo. Pero cuando se lo llevaron, se mantuvo firme en no revelar lo que le preguntaban, aunque lo torturaron terriblemente. Y tuvo la presencia de ánimo de consolar a sus compañeros de martirio, y aun de prometerle al general que ordenó su muerte, que cuando llegaran ante Dios que los iba a juzgar a ambos, tendría en él un intercesor.

Pidamos a Anacleto que ruegue por nosotros para que si por defender nuestra fe nos toca enfrentar situaciones que nos atemoricen, no dejemos que nos paralice el temor, sino sepamos ser testigos fieles del Señor.

Beato Anacleto,

Patrono de los laicos mexicanos:

Ruega por nosotros,

para que como tú

nos comprometamos

a vivir, enseñar y difundir

la fe en Dios

y el amor a la Iglesia,

y con los medios y talentos

que tengamos

luchemos por la paz

y la justicia,

para que

en nuestra Patria querida

podamos vivir todos

como hermanos

bajo el maternal amparo

de María.

Amén

*Los artículos de opinión son responsabilidad del autor y no necesariamente representan el punto de vista de Desde la fe

Sigue a Alejandra Sosa en su página web: Ediciones 72


Autor

Es escritora católica y creadora del sitio web Ediciones 72, colaboradora de Desde La Fe por más de 25 años.