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COLUMNA

Ángelus Dominical

Los merolicos de siempre

CON EL CARIÑO DE SIEMPRE me dirijo a ti, amable lector, y con la intención de llegar no solo a tus ojos como si estas líneas fueran mera distracción o pasatiempo, más bien pretendo llegar a tu cabeza y tu corazón, pues es ahí donde ha de alojarse la luz de la verdad y el […]

28 mayo, 2023
Los merolicos de siempre
P. Eduardo Lozano en Ángelus Dominical

CON EL CARIÑO DE SIEMPRE me dirijo a ti, amable lector, y con la intención de llegar no solo a tus ojos como si estas líneas fueran mera distracción o pasatiempo, más bien pretendo llegar a tu cabeza y tu corazón, pues es ahí donde ha de alojarse la luz de la verdad y el calor del afecto…

HOY, DE MODO ESPECIAL, justo cuando celebramos el acontecimiento de Pentecostés, cuando la efusión del Espíritu Santo impulsó a los Apóstoles a dirigirse a hombres y mujeres llegados a Jerusalén provenientes de todos los pueblos para alabar al Señor, hoy quiero abordar un punto especial que sirva para prevenir ante la mentira, y para abrirnos a la verdad…

SE LE ATRIBUYE a un ideólogo nazi la formulación de una frase que ha servido para la manipulación y el engaño en los medios de comunicación, y que luego solemos aplicar también en las relaciones humanas domésticas, en el día a día, constatando su terrible eficacia…

“REPITE UNA MENTIRA con suficiente frecuencia y se convierte en verdad”, así dicta lo que parece fórmula efectiva –supermalévola- para vender chucherías al por mayor o para engolosinar a las masas hambrientas de beneficios fáciles; he de mencionar por su nombre al fulanito a quien se le atribuye tal sentencia sólo para estar informados y prevenidos: José Goebbels…

AL INFLAR UN GLOBO sin duda nos impresiona la cierta rapidez de su crecimiento, nos llama la atención su forma, su color, su resistencia; pero bien sabemos que basta una pequeña punta para hacerlo tronar, o que la boquilla se afloje dejando escapar el aire para que el plástico vuelva a su tamaño inicial sin fuerza y hasta deforme: ¡así sucede con las mentiras repetidas hasta el cansancio!…

EN EFECTO, TEN POR CIERTO que no estamos desamparados ante las perversas estrategias de propagandistas mañosos: basta con que te preguntes si realmente hay elementos lógicos en lo que se repite y lograrás escapar del engaño; dicho en otros términos: cuando evitas el esfuerzo de un sencillo análisis lógico ante las mentiras repetidas, ya puedes aceptar como bobo que la luna es de queso…

EN MEDIO DE LA PLAZA los merolicos repiten una y otra vez y mil veces más las supuestas bondades de su menjurje y si escuchas sin un criterio terminas por comprar una docena de baratijas; en medio del bosque de cuchareadas encuestas que halagan a quien las paga, ya te están predisponiendo para verle cara de oveja al lobo que ha sabido disfrazarse de “esperanza para todos”…

EN TU CABEZA y en tu corazón se encuentran los antídotos para tales venenos: únicamente ponte a pensar si alguien que ha robado por un lado, se puede colocar como abanderado para combatir la corrupción, o analiza si quien sólo se la pasa echado culpas no verificadas a otros ¿no será para ocultar su propio crimen, negligencia u omisión?…

“¡AY DE USTEDES, fariseos hipócritas!”, denunciaba Jesús una y otra vez, pues quienes ostentaban cumplimiento y celo de la ley de Moisés, eran los primeros en incumplirla, menospreciando a quienes –no siendo de su grupo- les costaba observar tales preceptos…

EN LAS CAMPAÑAS publicitarias (de autos, de golosinas, de perfumes y demás) te estarán repitiendo hasta el cansancio las supuestas bondades para que termines –por costumbre o pereza mental- creyendo que aquello es verdadero, cosa que se evitarás si aplicas un mínimo ejercicio de tu inteligencia: ¿será cierta tanta belleza y bondad tan superficial y facilona???…

TEN LA CERTEZA que siempre podrá más -¡y valdrá más!- un gramo de tu cerebro que toneladas de mentiras repetidas con la pretensión de que las aceptes como verdad; y para terminar rápido y bonito, te dejo con una invitación que hacía San Pablo a los cristianos de Tesalónica, pues en aquel tiempo y en aquellos lugares ya eran habituales tantos merolicos como los actuales: “Examínenlo todo y quédense con la verdad” (1 Tes 5,28)…

*Los artículos de la sección de opinión son responsabilidad de sus autores.