El Jubileo también se vive con el corazón

EL JUBILEO DE LA ESPERANZA sigue adelante con las actividades centrales en Roma, punto de referencia de todo el orbe católico, pero con actividades importantes en todo el mundo; y aunque sigue siendo más que emocionante llegar hasta la misma Puerta Santa de la Basílica de San Pedro, las mismas gracias espirituales se obtienen en los diversos sitios designados como propios para la peregrinación jubilar… Y LLEGA A DARSE el caso de algunas –o muchas- personas que por motivos de salud, edad, reclusión obligada, o compromisos ineludibles, acaso no pueden emprender el camino al que estamos invitados, es entonces que podemos unirnos con intención y devoción iguales o mayores, para vivir este tiempo de gracia, esta oportunidad de acercarnos a Dios en comunión con toda la Iglesia… TEN EN CUENTA QUE los seres humanos tenemos una psicología individual y grupal del todo especial y hasta compleja, pues actuamos imitando, nos entregamos a una rutina hasta integrarla en un estilo de vida, somos vulnerables a la crítica, nos sentimos plenos con el halago, escondemos con pena nuestras miserias, tendemos a culpabilizar con rapidez a otros, en fin… ESTOS Y OTROS RASGOS nos llevan a hacer leyes, a marcar tiempos y lugares, a privilegiar unas conductas y a rechazar otras, a manifestar integración a los demás con formas que a otros son raras, como el “kunik” entre los esquimales o los tatuajes en tribus amazónicas; es ahí donde podemos entender la diversidad de formas culturales que nos distinguen y/o nos unifican, como la peregrinación a un lugar o la vivencia de tiempos especiales… SIEMPRE AGRADEZCO el sentido común que papá nos enseñó desde pequeños, pues teniendo domicilio en las cercanías de la Basílica de Guadalupe, cuando llegaba diciembre prácticamente teníamos prohibido acercarnos en peregrinación como tantos otros que llegan de lejos: “¡Nosotros podemos ir todo el año, dejen lugar a los peregrinos foráneos!”, tal era la clara admonición paterna… Y CON SENCILLO Y PROFUNDO sentido común, bien puedo afirmar que debemos atender lo importante aunque no podamos cumplir al detalle con prácticas que se establecen como comunes; es decir, si hay imposibilidad de tal rito o práctica, siempre estamos en posibilidad de entrar en comunión con el afecto, con la devoción, con la sincera intención de vincularnos con el corazón… “YO NO SOY DIGNO –dijo el oficial romano a Jesús- de que entres en mi casa, pero di una palabra y mi criado quedará sano” (Mt 8, 13), ¿te acuerdas de ese pasaje del evangelio?; considero que no podemos quedarnos en lo espectacular de una curación a distancia, más bien hemos de agradecer el milagro de la cercanía, de la confianza, de la fe tan grande que Jesús no descubrió en ningún paisano suyo… VALGA EL RECUERDO de ese relato, para insistir que en este año jubilar lo importante es vincularse, acercarse, estar en presencia de Dios aunque no puedas desplazarte hasta qué sitio o en qué horario, que si lo puedes hacer, pues más bonito (“más mejor”, decía mi abuela), pero ciertamente no menos eficaz… ESTOY SOSPECHANDO QUE no te animaste a investigar qué es eso de “kunik”, que tal vez te dio flojera o andas con otras prisas, acaso no tienes señal de internet y ni te interesa despejar la duda y/o ignorancia; pues para despertar interés por la investigación y el conocimiento -y como pequeño regalo de pascua- te diré que los esquimales suelen frotar su nariz en las mejillas o en la misma nariz de otra persona para mostrar afecto, ternura, cercanía, como si fuera un beso… Y SI YA LEÍSTE hasta este punto casi final, me atrevo a pedirte algo un poco loco, sabiendo que no sé dónde estás ni quién precisamente eres: toca tu nariz con la punta de tu dedo índice, o acerca tu nariz a la pantalla o papel donde lees y yo sentiré tu cercanía y ternura, ¡en serio!…