Si un adulto mayor no puede ir a Misa, ¿cómo enriquecer su vida de fe?
Actualmente es debido al COVID-19, pero también puede ocurrir por una enfermedad.
Linita es un adulto mayor de 89 años y vive en el Estado de México. Durante muchos años formó parte del coro de adultos en su parroquia, hasta que éste se desintegró. Poco antes de que iniciara la cuarentena por la pandemia de COVID-19, el sacerdote que formó el coro tuvo la iniciativa de convocar a los integrantes para saludarlos.
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“Cuando le llamaron a mi mamá para invitarla –cuenta su hija– sus ojos se iluminaron, era otra. Días antes se le complicaba incluso caminar, pero el día de la reunión, ella sola se bañó, se vistió y se alistó para ver a sus amigos. Para ella, todo lo que tiene que ver con Dios es lo más importante de la vida.
“Los abuelos tienen una gran capacidad para comprender las situaciones más difíciles, y cuando ellos rezan por esta situaciones, su oración es más fuerte y poderosa”, dijo en una ocasión el Papa Francisco.
Y así es, los abuelos son conscientes del poder de su oración, y por ello, ahora cuentan los días para poder regresar a Misa; sin embargo, aunque en algunos lugares ya se reanudó el culto público, las condiciones aún no son favorables para que todos puedan asistir sin riesgo.
Las autoridades eclasiásticas les han recomendado quedarse aún en casa, esto puede hacerlos sentir mal. Sin embargo, hay herramientas para acompañar -en casa o a la distancia- su vida de fe. La familia puede ayudarlos, aquí algunas ideas:
Recemos con ellos el Santo Rosario
Muchos de ellos, que lo rezaban a diario en su parroquia, ya no lo hacen solos porque se les olvida cómo va. Rezarlos con ellos les ayuda mucho, y es algo muy bonito que une a la familia.
Pedir que enseñen a los nietos las oraciones que se saben
Los nietos pueden memorizarlas y rezarlas juntos.
Conversar sobre historias de santos
Que les expliquen a qué santo le tienen un cariño especial, o rezar juntos las oraciones de su devocionario. Se les puede leer también algún libro que ellos quieran, por ejemplo, biografías de san-tos o de temas espirituales.
Rezar con ellos a horas fijas
De esta manera se rompe la monotonía del día, sobre todo en el aislamiento. Por ejemplo: a las 12 pm, el Ángelus; a las 15 pm, la Coronilla de la Divina Misericordia; a las 17 pm, el Santo Rosario. Y antes de irse a dormir, pueden rezar juntos para dar gracias a Dios.
Esta cuarentena también puede ser un buen tiempo para rezar la Liturgia de las Horas, que se consigue en internet, pues contiene bellos salmos y plegarias.
La Misa por internet
Las parroquias transmiten Misa por internet, el Santo Rosario y la Hora Santa en estos momentos debido a la pandemia de COVID-19.
En las redes de la Arquidiócesis Primada de México y Desde la fe puedes participar de la Misa en vivo todos los días a las 19:00 horas (tiempo del centro de México).
La Unción de los enfermos
Hay personas que han recibido la Unción de Enfermos muchas veces, pues este Sacramento está destinado no sólo a enfermos graves, sino también a quienes van a someterse a alguna cirugía; a mamás que están próximas a dar a luz; a personas de edad muy avanzada y a todo aquel que esté viviendo una situación de dolor y enfermedad.
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¿Qué es la Unción de los enfermos?
Durante la emergencia sanitaria muchas personas han solicitado para sus enfermos este Sacramento que, en la medida de la posible, fue administrado por los llamados “Capellanes COVID”. Con la reapertura gradual de los templos en la Ciudad de México, comenzó de nuevo a administrarse habitualmente, pero con medidas sanitarias.
Con ayuda de dos especialistas preparamos una guía sobre cuidado emocional de los adultos mayores. Puedes leerla de forma gratuita aquí.