10 de agosto: La Iglesia Católica celebra a san Lorenzo diácono y mártir
La Iglesia Católica celebra cada 10 de agosto a san Lorenzo diácono y mártir
¡Conoce la historia de san Lorenzo, diácono y mártir, a quien se le conoce como custodio de los “tesoros de la Iglesia”.
San Lorenzo diácono y mártir, nacido en España en la primera mitad del siglo III, es un santo caracterizado por su piedad y caridad, quien reconoció en las personas pobres y enfermas al principal tesoro de la Iglesia.
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¿Quién fue san Lorenzo diácono y mártir?
Nació en Huesca hacia el año 225, era uno de los siete diáconos de Roma, y fue uno de los encargados de administrar los bienes de la Iglesia y el cuidado de los pobres y de las viudas.
Su vida fue truncada cuando el emperador Valeriano en el año 258 d.C ordenó la persecución y asesinato de todos los cristianos. Lorenzo fue capturado junto a otros diáconos y al Papa Sixto II. El Papa fue asesinado el 6 de agosto.
¿Qué hizo san Lorenzo?
Se dice que el alcalde de la ciudad -que era pagano-, le dio tres días a San Lorenzo para salvar la vida, siempre y cuando le entregara todas las riquezas de la Iglesia.
Usando el tiempo que le fue dado, san Lorenzo invitó a todas las personas pobres, lisiadas, huérfanas, viudas, ancianas y enfermas que encontró, y al tercer día los llevó ante el funcionario, a quien le dijo que esta gente era el tesoro de la Iglesia.
En respuesta, fue condenado a una muerte dolorosa que tuvo lugar el 10 de agosto del año 258, cuatro días después del martirio del Papa Sixto II. Fue quemado a fuego lento en una parrilla cerca del campo de Verano en Roma.
Se sabe que fue enterrado en la Vía Tiburtina en las catacumbas de Ciriaca, y tiempo después, cuando cesaron las persecuciones, el emperador Constantino mando construir un oratorio dedicado al mártir. Más tarde, el Papa Dámaso I (366-384) mandó edificar una gran basílica conocida como Extramuros.
La leyenda del Santo Grial
Una leyenda afirma que san Lorenzo custodiaba, entre otras reliquias, el Santo Grial, la copa en la que Jesús consagró el vino durante la Última Cena con sus apóstoles antes de su pasión, y que antes de ser sentenciado, logró enviarlo a Huesca con una carta, y de allí, pasó a Valencia.
La parrilla en la que fue torturado, según el Papa Pascual II, fue guardada en la Iglesia de San Lorenzo en Lucina.
San Lorenzo, después de San Pedro y San Pablo, es el tercer santo patrono de Roma, razón por la que cada 10 de agosto se le recuerda con especial jubilo, y en la Edad Media había 30 iglesias edificadas en su honor. A la fecha, 84 comunidades francesas llevan su nombre.
Este santo, además, inspiró a San Agustín quien le dedicó uno de sus sermones, al poeta latino Prudencio quien le dedicó uno de los himnos de su Peristephanon, y al Papa León el Magno quien también lo menciona en una de sus homilías.
El arte sacro lo representa en una parrilla ardiente, vistiendo una dalmática, con la palma del martirio y el libro de los evangelios. Es venerado por la Iglesia Católica, la ortodoxa, la comunión anglicana y luterana