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5 refranes sobre Dios que son verdaderas lecciones de vida

“A Dios rogando y con el mazo dando”. Conoce el significado de éste y otros cuatro refranes sobre Dios.

10 agosto, 2023
5 refranes sobre Dios que son verdaderas lecciones de vida
Refranes sobre Dios / Ilustración: Desde la fe
Creatividad de Publicidad

Muchas son las frases o refranes de uso común en todo el mundo, que vienen cargados de advertencias, elementos jocosos o enseñanzas relevantes, como las que tienen que ver con Dios.

Lo cierto es que, ya sean los transmitidos por vía oral a través del tiempo, o aquellos de los que se conserva registro histórico, los refranes forman parte de nuestra vida a diario.

Como hemos dicho, algunos de ellos tienen como centro a Dios y están cargados de notable simbolismo y significado, en ocasiones con una elevada sabiduría.

En esta breve selección hacemos “Desde la fe” un repaso de ellos, tomando como referencia varias lecciones recogidas en la biblia.

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1. “A quien madruga, Dios lo ayuda”

Citado originalmente en el año 1554 en El Lazarillo de Tormes y con una aparición posterior, aunque bajo un concepto similar en Don Quijote de la Mancha en el 1605 (“El que no madruga con el sol no goza del día”), es uno de los refranes más pronunciados y conocidos en América Latina.

Si bien, no figura directamente en la Biblia, la idea se recoge en ella, como ocurre en el canto de alabanza y gratitud del salmo 63: “¡Dios mío, Dios mío, eres Tú! De madrugada te buscaré; mi alma tiene sed de ti, mi carne te anhela”.

Se trata del eco de un corazón enamorado que busca a su Señor y lo hace desde que despunta el alba; es decir, antes de que salga el sol, pues la luz es representada por Cristo, como leemos en el hermosísimo canto de Zacarías, recogido en el evangelio de Lucas:

“Por la entrañable misericordia de nuestro Dios, nos visitará el Sol que nace de lo alto, para iluminar a los que habitan en tinieblas y sombras de muerte, para guiar nuestros pasos por el camino de la paz” (Lc 1,78-79).

Los salmos están llenos de súplicas que inician a primera hora del día: “Me anticipo al alba y clamo; en tus palabras espero” (119). Son muchos los ejemplos de ello.

También el evangelio de Marcos señala que después de haber resucitado, Jesús se apareció “muy temprano” el primer día de la semana.

El mensaje es tan bonito como claro: estamos llamados a hacer el bien en todo momento, sin desfallecer (Gálatas 6,9), desde que comienza el día… ¡hasta que culmina!

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2. “A Dios rogando y con el mazo dando”

Implica la necesidad de poner siempre un esfuerzo de nuestra parte y no pretender que todo ocurrirá exclusivamente por intervención divina, pues ya hemos recibido gracias que deben cultivarse.

En las sagradas escrituras se nos recuerda que tenemos dones, los cuales deben ponerse al servicio de Dios para que a su vez den fruto. La parábola de los talentos evidencia un premio al esfuerzo, al trabajo y al sacrificio.

La frase bíblica señalada en el evangelio de Mateo (25, 14-30) es contundente: “Al que tiene se le dará más y tendrá de sobra; pero al que no tiene, se le quitará hasta lo que tiene”. En cuanto a los flojos y perezosos, indica: “A ese servidor inútil ¡échenlo fuera!”.



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3. “Virtud escondida, la de Dios preferida; virtud ostentada, no es virtud ni es nada”

Este refrán hace referencia a la humildad y nos recuerda una de las famosas enseñanzas expresadas en el capítulo 6 del evangelio de Mateo:

“Cuando tú des limosna, no sepa tu mano izquierda lo que hace tu derecha, para que sea tu limosna en secreto; y tu Padre que ve en lo secreto te recompensará en público”.

“Cuando ores, no seas como los hipócritas; porque ellos aman el orar en pie en las sinagogas y en las esquinas de las calles, para ser vistos de los hombres; de cierto os digo que ya tienen su recompensa”.

También se nos insiste en que no hagamos nada “por egoísmo o vanidad” (Filipenses 2,3) y se nos invita a tomar como modelo a Jesús, quien es “apacible y humilde de corazón” (Mateo 11:29).

4. “Dios tiene un mirador en cada estrella y nos ve desde ella”

Esta simpática frase popular asegura que Dios todo lo observa. Pero, más que una advertencia, se debe entender como una garantía de justicia divina y siempre bajo la alegría de un Padre amoroso que todo lo puede.

En tal sentido, vale la pena recordar la descripción recogida por el Catecismo de la Iglesia Católica (CIC, 271) y elaborada por santo Tomás de Aquino sobre Dios, a quien confesamos como omnipotente y todopoderoso:

La omnipotencia divina no es arbitraria: “En Dios el poder y la esencia, la voluntad y la inteligencia, la sabiduría y la justicia, son una sola cosa, de suerte que nada puede haber en el poder divino que no pueda estar en la justa voluntad de Dios o en su sabia inteligencia”.

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5. “Dios perdona al que su culpa llora”

Al comentar la parábola del fariseo y el publicano cuando suben al templo a rezar, el papa Francisco brinda una explicación que da amplias luces sobre este refrán popular. En su audiencia de junio del 2016, el pontífice sostiene que Jesús nos enseña la actitud correcta para invocar la misericordia del Padre.

“El fariseo hace una oración de agradecimiento en la que se complace de sí mismo por el cumplimiento de la ley, se siente irreprensible y desprecia a los demás. Su soberbia compromete toda obra buena, vacía la oración, y lo aleja de Dios y del prójimo”.

“Nosotros hoy, más que preguntarnos cuánto rezamos, podemos preguntarnos cómo lo hacemos; o mejor, cómo es nuestro corazón para valorar los pensamientos y sentimientos, y eliminar toda arrogancia”.

“El publicano ora con humildad, arrepentido de sus pecados, mendiga la misericordia de Dios. Nos recuerda la condición necesaria para recibir el perdón del Señor y se convierte en imagen del verdadero creyente”.

“La oración del soberbio no alcanza el corazón de Dios”, mientras que, en cambio, “la oración humilde obtiene su misericordia”.





Autor

Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales. 

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