Las oraciones a los santos son una fuente de consuelo y guía para los creyentes que buscan su intercesión ante Dios en momentos de necesidad. Uno de los motivos más comunes para recurrir a ellos es cuando se enfrenta a la búsqueda de empleo.
Cuando se trata de pedir trabajo, los fieles suelen acudir a aquellos santos cuyas historias están relacionadas con la ayuda en tiempos de necesidad laboral. A continuación, te presentamos algunos de los santos más invocados en busca de empleo.
San José es patrono de los padres de familia, de los carpinteros, de los moribundos y de todos los trabajadores. El esposo de la Virgen María y padre de Jesús, es ampliamente reconocido como el santo del trabajo en muchas regiones del mundo, siendo un modelo de esfuerzo y humildad.
En 1955, el Papa Pío XII lo proclamó patrono de los trabajadores e instituyó el 1 de mayo como la festividad de San José Obrero, con el propósito de vincular la espiritualidad cristiana con el Día Internacional del Trabajo.
Querido San José, obrero,
santo patrono de los trabajadores:
Tú que conoces el valor del trabajo,
que con tu esfuerzo conseguías
el sustento cotidiano para Jesús y María
ruega por nosotros.
Que a nadie le falte la bendición
de un trabajo digno donde ejercer
los dones y talentos que Dios le dio
para gloria Suya, bien de muchos
y su propia santificación.
Que quien trabaja no se proponga
como solo objetivo su propio beneficio
y mucho menos perjudicar
a quienes considera enemigos.
Que el trabajo nunca sea
ni explotador ni esclavizante,
ni se busque obtener ilícitas ganancias
a costa del sufrimiento de la gente.
Que nadie se conforme
con realizar su trabajo de manera mediocre,
sino con la conciencia de trabajar para el Señor
y así esforzarse en dar lo mejor.
Que quien trabaja logre captar
que ha de laborar para su santificación,
y que aun el tedio de la rutina y el cansancio,
ofrecidos al Señor y vividos con amor,
son medios para alcanzar la salvación.
San José obrero, ruega a Dios, con María,
por todos los trabajadores,
para que como tú, realicen día a día su labor
con rectitud, pasión, perseverancia y alegría,
y en todo busquen cumplir la voluntad del Señor. Amén.
San Cayetano, también es conocido como el “Padre de la Providencia” y “El santo del pan y el trabajo”; es venerado y buscado por personas que buscan empleo, estabilidad laboral, condiciones laborales justas y ayuda en asuntos relacionados con el trabajo.
Es conocido por su devoción a ayudar a los necesitados y por su énfasis en la importancia del trabajo honesto y el sustento de uno mismo y de los seres queridos. Este santo es considerado el patrono de las personas que buscan empleo y de los gestores administrativos.
Dios de todo consuelo,
Padre misericordioso
que ves en lo secreto
y conoces nuestras necesidades.
Padre de amor,
que alimentas a los pájaros,
y vistes a los lirios del campo,
te pedimos,
por la intercesión de san Cayetano,
que nos des fuerzas para
arrepentirnos de nuestros pecados,
de modo que, viviendo en amistad contigo
y con nuestros hermanos,
no nos falte el pan y el trabajo de cada día.
Te lo pedimos por Jesucristo nuestro Señor.
Amén.
Isidro de Merlo y Quintana, nacido en 1082 en una familia humilde de Madrid, dedicó su vida al trabajo como labrador desde los 10 años. A lo largo de su vida, llevó a cabo acciones que lo hicieron reconocido como el patrón de la capital española. Se casó con Santa María de la Cabeza y su ejemplo de dedicación al trabajo lo ha convertido en un símbolo para muchos.
San Pancracio era un ciudadano romano que se convirtió al cristianismo y fue decapitado, a la edad de 15 años, por mantenerse fiel a su fe. Por ello, es considerado patrono de los jóvenes, quienes se encomiendan a él cuando buscan empleo. La celebración de san Pancracio es el 12 de mayo.
Las personas que necesitan un trabajo, sin importar su edad, también le pueden hacer una oración a san Pancracio.
A san Pancracio se le representa como un niño o adolescente portando un atuendo romano y con un ramo de olivo en el brazo, en señal de su martirio.
Persignarse:
Por la señal de la Santa Cruz, de nuestros enemigos
Líbranos, Señor, Dios nuestro,
En el nombre del Padre y del hijo y del Espíritu Santo, Amen.
Acto de contrición
Señor mío, Jesucristo, Dios y Hombre verdadero,
me pesa de todo corazón haberte ofendido;
propongo firmemente nunca más pecar,
apartarme de todas las ocasiones de pecado, confesarme y cumplir la penitencia.
Te ofrezco, Señor, mi vida, obras y trabajos en satisfacción de todos mis pecados.
Oración
Señor, Dios de Misericordia, con tu gracia y para tu mayor gloria, y bien de mi alma,
acudo a la intercesión de tu glorioso mártir,
el bendito niño san Pancracio,
para alcanzar de tu bondad la gracia que especialmente le pido,
y todos los bienes que me convienen para vivir y morir santamente.
Amén.
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