¿Qué es la iniciación cristiana?
La iniciación cristiana es la entrada formal a la religión católica, pero también la entrada a una vida con Cristo.
¿Cuáles son los sacramentos de la iniciación cristiana?
Se conoce como Sacramentos de iniciación cristiana al Bautismo, la Confirmación y la Primera Comunión -o Eucaristía-. Pero la iniciación cristiana es propiamente un proceso integral y sistemático de la vida en Cristo: el inicio de una vida acorde con Evangelio.
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La iniciación cristiana no es sólo la entrada formal a una religión -en este caso, la católica-, sino que es, sobre todo, la entrada a una vida con Cristo para participar de la vida bienaventurada.
Los sacramentos de la iniciación cristiana son un don, un regalo de Dios que recibe el ser humano gracias a la mediación de la Iglesia. Dios toma la iniciativa, en un acto de su voluntad, de querer transformar al hombre haciéndolo participe de los misterios de la vida eterna.
Por ello, el Catecismo de la Iglesia Católica afirma: “Dios, infinitamente perfecto y bienaventurado en sí mismo, en un designio de pura bondad ha creado libremente al hombre para hacerle partícipe de su vida bienaventurada”. Delante de esta iniciativa de Dios, es necesario que el hombre corresponda con un amor libre, aceptando ser transformado y renovado por la gracia de los Sacramentos.
Por esta razón, la iniciación cristiana no se reduce simplemente a un proceso de catequesis o de formación en donde la persona adquiere el conocimiento doctrinal, sino que implica que el cristiano que asume su condición de hijo de Dios por el Bautismo, ha aceptado una nueva forma de vida que lo hace participar de la Pascua de Cristo, pues, ciertamente, la iniciación implica vivir como Cristo que está en comunión plena con el Padre en el Espíritu Santo.
Por esto también -señala el Ritual de la Iniciación Cristiana de Adultos-: “Por los Sacramentos de la iniciación cristiana, los hombres, liberados del poder de las tinieblas, muertos, sepultados y resucitados con Cristo, reciben el espíritu de hijos adoptivos y celebran con todo el pueblo de Dios el memorial de la muerte y resurrección del Señor”.
¿Cuál es la importancia de la iniciación cristiana?
La participación en la naturaleza divina que los hombres reciben en los Sacramentos tiene cierta analogía con el nacimiento, el crecimiento y el sustento de la vida natural. Es decir, los fieles que han sido renacidos por el Bautismo se fortalecen con el sacramento de la Confirmación para finalmente ser alimentados con la Eucaristía: el manjar de la vida eterna. Así, por medio de estos sacramentos los fieles reciben con abundancia los frutos de la vida divina y avanzan en la perfección de la caridad.
Pero la iniciación cristiana no termina en el momento en que la persona recibe su primera Eucaristía, sino que es justamente ahí donde la persona comienza a vivir en Cristo. Se podría decir que toda la vida del cristiano es iniciación, pues toda la vida del cristiano es un continuo crecimiento en la fe; toda la vida cristiana es un acoger libremente la vida de Cristo, y por ello, es necesaria la participación asidua en la Eucaristía.
Así, podemos notar que los tres Sacramentos de la iniciación cristiana están unidos entre sí, pues llevan hasta su completo desarrollo a los fieles, quienes, a su vez, ejercen la misión de la Iglesia en el mundo.