Las primeras bibliotecas en México fueron de la Iglesia. Conócelas
Si bien los indígenas ya hacían códices pictográficos en papel amate, el primer libro impreso que llegó a México fue un "libro de Horas" que traía consigo Jerónimo de Aguilar.
Habían pasado 13 años de la conquista de México cuando por cédula del 21 de mayo de 1534, fue creada la Biblioteca de la Catedral, en tiempos de Fray Juan de Zumárraga, siendo esta la primera que existió en nuestro país.
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Fue organizada por el doctor Luis Antonio Torres Quintero, razón por la que se conoce como Turriana, y llegó a contar con 19,295 volúmenes y 131 manuscritos que con las Leyes de Reforma fueron confiscados y se dispersaron. Esta primera biblioteca fue de gran utilidad pues la imprenta aún no llegaba a México.
Otra biblioteca de gran importancia en la Nueva España fue la del Colegio de San Pedro y San Pablo que demás de libros, tuvo mapas, globos terráqueos, esferas celestes y planisferios. Las bibliotecas monásticas también fueron progresando.
Ciertamente, la biblioteca más conocida de México es la Palafoxiana de la ciudad de Puebla, creada por el Arzobispo y Virrey Juan de Palafox y Mendoza en 1646, y constaba de cinco mil libros de su propia colección. A la fecha, tiene más de 40 mil.
Si bien, en tiempos prehispánicos, los indígenas hacían códices pictográficos en papel amate, de maguey y en pieles, el primer libro europeo que llegó a México fue un “libro de Horas” que traía consigo el náufrago español Jerónimo de Aguilar, quien sería más famoso por ser el intérprete de Cortés durante la conquista, de modo que el año 1511, justo hace 500 años, debe ser recordado como el inicio de la cultura europea en nuestro país.
Fray Pedro de Gante hizo una notable aportación a la difusión del castellano en Texcoco al incluir algunos jeroglíficos indígenas en su catecismo para enseñar el Padre Nuestro, de modo que con la misma fonética náhuatl se empezó a comprender el idioma español a través de dibujos de la cultura nativa.
El obispo Fray Juan de Zumárraga, tiempo después, hizo las gestiones para que llegara a México la primera imprenta de América, lo que permitió una mayor difusión de la lengua hispana, latina y del náhuatl.
La creación del Colegio de San José de los Naturales, el de la Santa Cruz de Tlatelolco y luego de la Universidad Real y Pontificia, fueron grandes aportaciones a la cultura universal pues a través de ellos, los indígenas y luego los mestizos, pudieron conectarse con la cultura occidental.