Este texto histórico documenta que existió Jesús tal como dijo la Biblia
El historiador judío Flavio Josefo documentó la existencia de Jesús de forma muy similar a como lo hace la Biblia.
El historiador judío Flavio Josefo (37-101 d.C.), quien estuvo al servicio del Imperio Romano en tiempos de Nerón, y que fue testigo de la caída de Jerusalén, dedicó algunos renglones a Jesús de Nazaret dando testimonio de su existencia y santidad. La importancia de este texto radica en que no se trata de una fuente bíblica ni católica.
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Textual escribió en la versión griega que se conoce: “vivió por esa época Jesús, un hombre sabio, si es que se le puede llamar hombre, porque fue hacedor de hechos portentosos, maestro de hombres que aceptan con gusto la verdad. Atrajo a muchos judíos y muchos de origen griego. Era el Mesías. Cuando Pilato, tras escuchar la acusación que en contra de él formularon los principales de entre nosotros, lo condenó a ser crucificado, aquellos que lo habían amado al principio no dejaron de hacerlo. Porque al tercer día se les manifestó vivo de nuevo, habiendo profetizado los divinos profetas estas y otras maravillas acerca de él. Y hasta el día de hoy no ha desaparecido la tribu de los cristianos”.
En 1927, el profesor Schlomo Pines, de la Universidad Hebrea de Jerusalén, anunció el descubrimiento de un manuscrito árabe del historiador melquita Agapio, del siglo X, cuya traducción es parecida pero distinta; dice: “por ese tiempo vivió un hombre sabio llamado Jesús, y su conducta era buena, y era sabido que era virtuoso. Muchos de entre los judíos y de otras naciones se hicieron discípulos suyos. Pilato lo condenó a ser crucificado y a morir. Pero los que habían venido a ser sus discípulos no abandonaron el discipulado. Informaron que se les había aparecido tres días después de su crucifixión y que estaba vivo. Por ello, quizá fue el Mesías, acerca de quien los profetas han dicho maravillas. Y la tribu de los cristianos, así llamada por él, no ha desaparecido hasta el día de hoy.”
Estas frases son conocidas como Testimonium Flavianum, y aunque tienen diversas interpretaciones dejan en claro lo sustancial: la existencia histórica de Cristo, sus virtudes, su muerte en cruz, la temprana difusión de su resurrección y el apostolado de sus seguidores.
Flavio Josefo escribió varios libros, entre ellos Las Guerras de los Judíos y Antigüedades de los Judíos, siendo en esta última publicación donde aparece el testimonio de Flavio Josefo.
Desde el punto de vista histórico y religioso, su lectura y estudio es importante porque viene a dar cronologías y muchos detalles que coinciden con las Sagradas Escrituras, por ejemplo, aporta el nombre de Salomé, la joven que pidió la cabeza de Juan el Bautista y que en la Biblia no aparece. El Evangelio de Mateo (14,6) solo dice: “”la hija de Herodías”. De Juan Bautista, Flavio Josefo dice. “era un hombre justo que predicaba la práctica de la virtud incitando a vivir con justicia mutua y con piedad hacia Dios”.
Flavio Josefo era judío, pertenecía a una familia de la clase sacerdotal, y conocía perfectamente el Antiguo Testamento al cual hace referencia desde el Génesis y los profetas; al hablar de Sodoma, por ejemplo, dice: “ahora toda está quemada. Se tiene por cierto haber sido destruida por la impiedad de los que allí habitaban, con rayos y fuego del cielo, pues aun hoy hay señales y reliquias de ese fuego enviado por Dios, y aún se pueden ver las señales de los cinco lugares o ciudades.”
La mayor importancia de Josefo radica en que fue testigo de muchos acontecimientos cuya descripción, no cristiana, resulta de todo provechosa para el estudioso de las Sagradas Escrituras.