¿El diablo puede poseer animales, objetos o lugares?
El padre José Medel aborda el tema de la posesión demoníaca, a propósito de videos que circulan en redes sociales.
¿Es posible la posesión demoníaca a los animales, objetos o lugares? La respuesta corta es sí, pero tiene muchos matices. El padre José Alberto Medel, responsable de Liturgia en la Diócesis de Xochimilco en la Ciudad de México, lo explica en detalle.
“Para responder, debemos ponerlo en perspectiva… Ustedes saben que según la fe de la Iglesia, porque así está divinamente revelado, el demonio puede poseer a las personas y también lugares, objetos o animales. Así es que, en principio, tendríamos que decir que sí”, abunda el sacerdote.
No obstante, advierte que “para entender esta respuesta afirmativa, tendríamos que pensar también en por qué Dios permite la posesión. Y es en orden a la salvación de las almas”, pues Dios no permite el mal en sí mismo, porque “Dios no quiere nunca el mal”.
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En cambio, detalla, “el demonio se obsesiona en querer echar a perder el proyecto de Dios. Es quien se quiere inmiscuir. Ha declarado a Dios como su enemigo y hace todo lo posible para que la criatura que más ama a Dios, que es el hombre, se pierda y se condene eternamente, como él y sus ángeles caídos”.
“Es parte de la guerra entre el bien y el mal”
El padre Medel explica, igualmente, que esto ocurre en medio de una lucha constante. “Así es que el demonio no va a dejar de hacerle la guerra a Dios, aunque a Dios no le haga nada, porque recuerden que el demonio es una criatura, una criatura mañosa, una criatura pervertida y pervertidora, como nos recuerda el papa Pablo VI”.
Sin embargo, sostiene que, aún con toda su maldad, su experiencia y su saber, es una criatura angélica, de manera que “no tiene el mismo poder que Dios, porque simplemente no es Dios. Por lo tanto, ¡no podemos poner al demonio a la par de Dios!”.
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El sacerdote también basa sus argumentos en las enseñanzas de las sagradas escrituras. “En el libro de Daniel y en el libro del Apocalipsis, cuando se entabla esta guerra entre el bien y el mal, están representadas no por Dios y el demonio, sino por uno del mismo nivel del demonio, otro ángel; en este caso, el arcángel san Miguel”.
“Las posesiones diabólicas están subordinadas”
“De tal manera que las posesiones diabólicas hemos de entenderlas siempre subordinadas; es decir, aunque el demonio las quiere, las busca y las hace, no puede hacerlas sin el permiso de Dios”, aclara el padre José Alberto Medel.
E insiste en que “si Dios permite esa acción, siempre va a ser en el orden a la salvación. De tal manera que en el caso de los humanos, Dios va a permitir esa obsesión del demonio porque de ello va a sacar un bien, algo que con nuestra inteligencia y razón no alcanzamos del todo a comprender”.
En cuanto a los animales y nuestras mascotas, señala que “Dios podría permitir; o más bien, Dios permite, la posesión en algunos animales, pero no se da igual que en el hombre”. ¿La razón? De acuerdo con Medel, la meta final del demonio es la caída del hombre, no de los animales.
“El objetivo del demonio es engañar al hombre”
“Por lo tanto, si el demonio en alguna ocasión llegara a poseer a algún animalito, no lo hace de la misma manera como lo hace con un hombre y no lo hace con el mismo fin”, indica.
“Lo hará para molestar a un ser humano, para impresionar a un ser humano, para hacerle creer a un ser humano que tiene un poder que le asemeje a Dios; pero no son más que trampas, artilugios y engaños del demonio”, agrega, y concluye que “si bien es cierto que en algunas ocasiones el demonio llega a poseer algún animal, lugar u objeto lo hace de manera temporal”.
Lo hace, insiste, con el fin de alimentar en el hombre “una idea equivocada de su poder y sus capacidades”. En tal sentido, el sacerdote llama a tener prudencia”, y recuerda que “sólo un sacerdote exorcista es capaz de discernir si un animal o un lugar está poseído. Cuando es así, podrá realizar un exorcismo simple de un lugar, de un objeto, o de un animal”.