¿Cómo debe ser el pan para la Eucaristía?
No se puede usar cualquier pan para celebrar la Sagrada Eucaristía. Aquí te decimos cuáles son sus características.
Cuando hablamos del pan para la Eucaristía seguramente a todos nos viene a la mente una hostia, esa lámina redonda y delgada que, una vez consagrada, se transforma en el Cuerpo de Cristo. ¿Pero sabes cuáles son sus características?
¿Cómo debe ser el pan?
Y es que la Iglesia nos deja en claro que, para la Eucaristía no vale cualquier pan. De acuerdo con el Código de Derecho Canónico, el pan debe ser fabricado “exclusivamente con trigo y hecho recientemente, de manera que no haya ningún peligro de corrupción.
Al pan hecho con sólo trigo y agua (sin levadura) se le conoce como pan ázimo.
La Instrucción Redemptionis Sacramentum de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos, señala que dicho pan debe ser ázimo. Además, especifica que no puede constituir la materia válida para la Eucaristía “el pan elaborado con otras sustancias, aunque sean cereales, ni aquel que lleva mezcla de una sustancia diversa del trigo, en tal cantidad que, según la valoración común, no se puede llamar pan de trigo”.
Por lo tanto, está prohibido utilizar otras sustancias como frutas, azúcar o miel.
Incluso está prohibido utilizar hostias sin nada de gluten y sólo son materia válida “las hostias con la mínima cantidad de gluten necesaria para obtener la panificación sin añadir sustancias extrañas ni recurrir a procedimientos que desnaturalicen el pan”.
Si un sacerdote, por razones de salud, no tiene permitido comer ni siquiera una mínima cantidad de gluten, no podrá celebrar solo el Sacramento de la Eucaristía.
Por ello, la Iglesia Católica llama a todos los sacerdotes y obispos a verificar fehacientemente el origen de las hostias que se utilizan para las Misas.
En una carta circular dirigida a todos los obispos del mundo, la Congregación para el Culto Divino aseguró que las hostias “deben ser preparadas por personas que no sólo se distingan por su honestidad, sino que además sean expertas en la elaboración y dispongan de los instrumentos adecuados”.
Esto es importante porque, si bien, tradicionalmente las hostias son elaboradas por algunas comunidades religiosas, en los últimos años se han comenzado a vender por internet o incluso en supermercados, sin que sea posible garantizar que su fabricación se apegue las normas.
¿Y su forma redonda?
El hecho de que la forma de las hostias sea redonda tampoco es ningún capricho; de hecho lo que simboliza es muy hermoso.
Según la Instrucción General del Misal Romano, siempre se requiere que la hostia tenga la forma redonda tradicional como símbolo de unidad y perfección.