Bajo tu amparo nos acogemos,
santa Madre de Dios;
no deseches las súplicas que
te dirigimos en nuestras necesidades,
antes bien, líbranos de todo peligro,
¡oh siempre Virgen, gloriosa y bendita.
Te puede interesar: ¿Por qué encomendarnos a la Virgen de Guadalupe en tiempos difíciles?
Fuente: Vaticannews.va