Los frailes que prefieren ir a la cárcel que perder su monasterio
Un grupo de frailes en Florencia, Italia, que prefieren ir a la cárcel que permitir que su monaesterio se vuelva una residencia de lujo.
Un grupo de frailes en Florencia, Italia, prefieren ir a la cárcel que permitir que su monaesterio se vuelva una residencia de lujo. Se trata de los frailes del monasterio del Santo Spirito, encabezado por el padre Giuseppe Pagano. Se dedican a la oración silenciosa, pero están dispuestos a protestar y atrincherarse con tal de preservar su templo.
“Una multa y una pena de cárcel es un precio pequeño a pagar para mantenernos firmes”, dijo el padre Pagano a CNN.
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De acuerdo con The Times, los frailes son los últimos custodios del monasterio, que albergó a 400 agustinos en su apogeo en el siglo XVIII. En 1866, el Estado italiano confiscó todas las habitaciones de alrededor de uno de los patios y la planta superior para construir un cuartel militar. El padre Pagano comentó que los frailes, desplazados a la planta baja del complejo, habían esperado la oportunidad de recuperar en su totalidad el monasterio.
“Sabíamos desde hacía años que el ejército quería irse y les pedimos que nos mantuvieran informados, solo para descubrir por casualidad en 2022 que el Ministerio de Defensa había sacado a licitación los patios. La empresa ganadora habla de una residencia de ancianos, pero sospechamos que será más bien un hotel de cinco estrellas”, dijo a un grupo de personas que se unieron a la protesta.
A la lucha de los frailes se han sumado estudiantes del monasterio y personal del lugar, como cocineros y jardineros, pero también el movimiento “Salvemos Florencia”, un grupo ciudadano que tiene como objetivo luchar contra el turismo excesivo y la gentrificación de la ciudad. Dijeron a los medios de habla inglesa que están listos para tomar el templo en cuanto comiencen las obras.
“El mayor (de los frailes) tiene 88 años, pero está en mejor forma que yo”, dijo el padre Pagano.
Lorenzo Calvani, abogado de los frailes, dijo a The Times que aún hay tiempo para salvar el templo, pues el contrato aún no se ha firmado y la autoridad patrimonial de la ciudad aún no se ha pronunciado al respecto.
El monasterio Santo Spirito es un lugar histórico, pues el pintor Miguel Ángel residió ahí por más de un año. En su hospital y morgue estudió anatomía que luego aplicaría en sus esculturas. Como agradecimiento a los frailes por su hospitalidad, realizó una escultura de madera de Cristo en la cruz, que al día de hoy se exhibe en la basílica.