Urbi et Orbi: El Papa Francisco bendice al mundo el día de Navidad 2020
En su mensaje de Navidad, el Papa Francisco reiteró su llamado a la hermandad universal para superar de una vez los conflictos armados, las tensiones y las desigualdades.
Este medio día en El Vaticano, el Papa Francisco ofreció su tradicional mensaje de Navidad 2020 e impartió la bendición Urbi et Orbi, con un llamado a la hermandad de todos los pueblos.
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La pandemia de COVID-19 provocó que, en esta ocasión, la bendición se diera al interior del Palacio Apostólico, con la presencia de un reducido número de colaboradores, y no en el balcón que da a la Plaza de San Pedro, donde tradicionalmente se reúnen miles de personas.
En esta ocasión no hubo fieles, solamente el Papa y un pequeño grupo de colaboradores.
“En este momento de la historia, marcado por la crisis ecológica y por los graves desequilibrios económicos y sociales, agravados por la pandemia del coronavirus, necesitamos más que nunca la fraternidad”, dijo el Santo Padre, en línea con el mensaje de su Encíclica Fratelli Tutti.
“Una fraternidad –agregó-,basada en el amor real, capaz de encontrar al otro que es diferente a mí, de compadecerse de su sufrimiento, de acercarse y de cuidarlo, aunque no sea de mi familia, de mi etnia, de mi religión; es diferente a mí, pero es mi hermano, es mi hermana. Y esto es válido también para las relaciones entre los pueblos y las naciones: Hermanos todos”.
Francisco insistió en su llamado a todos los líderes políticos, sociales y de la industria privada, para que garanticen el acceso universal a la vacuna contra el COVID-19, especialmente para los más necesitados.
“No puedo ponerme a mí mismo por delante de los demás, colocando las leyes del mercado y de las patentes por encima de las leyes del amor y de la salud de la humanidad”.
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“Pido a todos: a los responsables de los estados, a las empresas, a los organismos internacionales, de promover la cooperación y no la competencia, y de buscar una solución para todos. Vacunas para todos, especialmente para los más vulnerables y necesitados de todas las regiones del planeta. ¡Poner en primer lugar a los más vulnerables y necesitados!”.
Recordó que en Navidad celebramos la luz de Cristo que viene al mundo “y Él viene para todos, no sólo para algunos”.
“Hoy, en este tiempo de oscuridad y de incertidumbre por la pandemia, aparecen varias luces de esperanza, como el desarrollo de las vacunas. Pero para que estas luces puedan iluminar y llevar esperanza al mundo entero, deben estar a disposición de todos”.
“No podemos dejar que los nacionalismos cerrados nos impidan vivir como la verdadera familia humana que somos. No podemos tampoco dejar que el virus del individualismo radical nos venza y nos haga indiferentes al sufrimiento de otros hermanos y hermanas”.
El Papa Francisco deseó que, en esta Navidad, el Niño Jesús nos enseñe a ser disponibles, generosos y solidarios, especialmente con los más débiles.
El Santo Padre también pidió oraciones por el fin de los conflictos armados en el mundo, como en el Alto Karabaj y las regiones orientales de Ucrania, en Burkina Faso, Malí de Níger, Etiopía, Sudán del Sur, Nigeria y Camerún, Siria, Irak y Yemen, Filipinas y Líbano.
También tuvo palabras para elcontinente americano, “particularmente afectado por el coronavirus, que ha exacerbado los numerosos sufrimientos que lo oprimen, a menudo agravados por las consecuencias de la corrupción y el narcotráfico. Que ayude a superar las recientes tensiones sociales en Chile y a poner fin al sufrimiento del pueblo venezolano“.
Tras su mensaje, el Papa impartió la bendición Urbi et Orbi el día de Navidad a la ciudad de Roma y al mundo.
Con información de Vatican. va
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