“Sean valientes y no tengan miedo”: el llamado del Papa León XIV a los seminaristas
El Papa León XIV instó a los seminaristas a ser valiente y no tener miedo de ser discípulos de Jesús y apasionarse por la vida sacerdotal con un corazón manso y humilde.
Con un contundente mensaje de “¡No tengan miedo!”, el Papa León XIV animó a los seminaristas a continuar con su formación sacerdotal para seguir a Jesús y a ser puentes, no obstáculos, para todos los que se acerquen a ellos en búsqueda del encuentro con Cristo.
Durante la meditación que realizó en la Basílica de San Pedro con ocasión del Jubileo de los Seminaristas, el Santo Padre agradeció a los seminaristas y formadores por la alegría y el entusiasmo con el que trabajan para fortalecer la labor evangelizadora: “¡Gracias porque con su energía alimentan la llama de la esperanza en la vida de la Iglesia!”.
“Gracias por haber aceptado con valentía la invitación del Señor a seguirlo, a ser discípulos, a entrar al Seminario. ¡Tienen que ser valientes y no tener miedo! A Cristo que los llama le dicen ‘sí’, con humildad y valentía; y este ‘aquí estoy’ que le dirigen brota en la vida de la Iglesia y se deja acompañar por el necesario camino de discernimiento y de formación”, aseguró el Papa León XIV.
Sean puente para quienes buscan el encuentro con Jesús: Papa León XIV
Ante la presencia de aproximadamente cuatro mil seminaristas procedentes de distintas partes que se dieron cita en la Basílica vaticana, Su Santidad les indicó a los futuros sacerdotes que Jesús los llama, ante todo, a vivir una experiencia de amistad con Él, destinada a crecer permanentemente incluso después de la ordenación y que abarca todos los aspectos de la vida.
“De hecho, no hay nada en ustedes que deba descartarse, sino que todo debe ser asumido y transfigurado según la lógica del grano de trigo, para convertirse en personas y sacerdotes felices, ‘puentes’ y no obstáculos para el encuentro con Cristo para todos los que se acercan a ustedes. Sí, Él debe crecer y nosotros debemos menguar, para que podamos ser pastores según su Corazón”, aseguró.
En este sentido, el Papa León XIV invitó a los seminaristas a invocar con frecuencia al Espíritu Santo, para que forme en ellos “un corazón dócil, capaz de captar la presencia de Dios”, pero también para escuchar las voces de la naturaleza y el arte, la poesía, la literatura y la música, así como las ciencias humanas, pero sobre todo “el grito silencioso de los pequeños”.
“En el riguroso compromiso del estudio teológico, sepan también escuchar con mente y corazón abiertos las voces de la cultura, como los recientes desafíos de la inteligencia artificial y los de las redes sociales. Sobre todo, como hizo Jesús, sepamos escuchar el grito a menudo silencioso de los pequeños, de los pobres y de los oprimidos y de tantos, especialmente los jóvenes, que buscan un sentido para su vida”, aseveró.
Seminaristas, sean testigos de la gratitud y generosidad de Cristo
En medio de la algarabía, júbilo, porras y carretadas de aplausos de los jóvenes seminaristas, el Papa León XIV los invitó a tener un corazón manso y humilde como el de Jesús y a seguir el ejemplo del apóstol Pablo de asumir los sentimientos de Cristo para progresar en la madurez humana, especialmente afectiva y relacional.
De la misma manera los instó a que, desde el Seminario, se centren en la madurez humana y “rechacen cualquier disfraz e hipocresía”, además de que con la mirada puesta en Jesús aprendan a dar nombre y voz “a la tristeza, el miedo, la angustia y la indignación”, porque “las crisis, las limitaciones y las fragilidades no deben ocultarse; son, más bien, ocasiones de gracia y de experiencia pascual”.
“En un mundo donde a menudo reina la ingratitud y el afán de poder, donde a veces parece prevalecer la lógica del despilfarro, están llamados a ser testigos de la gratitud y la generosidad de Cristo, del júbilo y la alegría, de la ternura y la misericordia de su Corazón. A practicar el estilo de acogida y cercanía, del servicio generoso y desinteresado, permitiendo que el Espíritu Santo ‘unja’ su humanidad incluso antes de la ordenación”, puntualizó.
El Papa León XIV les dice a los seminaristas cuál es su tarea
Finalmente, el Papa León XIV señaló a los seminaristas que la sabiduría de la Madre Iglesia, asistida por el Espíritu Santo, busca siempre, con el tiempo, los métodos más adecuados para la formación de los ministros ordenados, según las necesidades de cada lugar y les definió su tarea.
En este compromiso, ¿cuál es su tarea? Es no conformarse nunca con menos, no conformarse nunca, no ser meros receptores pasivos, sino apasionarse por la vida sacerdotal, viviendo el presente y mirando al futuro con un corazón profético”, concluyó el Sumo Pontífice.