“Debemos comprometernos en arar la tierra en la que crece el odio para sembrar la paz”, aseguró el Papa Francisco este 20 de enero al recibir a miembros del centro “Simon Wiesenthal”, un centro activo en el mundo en la lucha contra toda forma de antisemitismo, racismo y odio a las minorías.
“En el mundo ha aumentado la indiferencia egoísta, que sólo preocupa lo que conviene: la vida está bien si me conviene y cuando algo está mal se desata la ira y la maldad”, advirtió el Papa Francisco a la delegación del centro “Simon Wiesenthal”. El Pontífice advirtió que esta actitud es terreno fértil para los particularismos y populismos, pues el odio crece rápidamente en estos suelos.
“No me canso de condenar enérgicamente todas las formas de antisemitismo. Sin embargo, para abordar la raíz del problema, también debemos comprometernos a arar la tierra en la que crece el odio, sembrando en ella la paz”, dijo el Papa.
El Santo Padre recordó que es a través de la integración, la búsqueda y la comprensión del otro que nos protegemos más. Para ello dijo que es urgente “reintegrar a los marginados, dar una mano a los que están lejos, apoyar a los que están descartados porque no tienen medios ni dinero, ayudar a los que son víctimas de la intolerancia y la discriminación”.
Para ello el Papa aseveró que es muy importante educar en la tolerancia y la comprensión mutua, la libertad de religión y la promoción de la paz social.
Con información de Vatican News