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Mensaje Urbi et Orbi: el Papa hace un enérgico llamado a poner fin a todas las guerras

En su mensaje Orbi et Orbi, el Papa Francisco pidió la paz para todos los países en guerra, como Israel, Palestina, Ucrania, Siria, Haití y Myanmar.

31 marzo, 2024
Mensaje Urbi et Orbi: el Papa hace un enérgico llamado a poner fin a todas las guerras
Papa Francisco en la bendición Urbi et Orbi/ Foto: Especial

Al celebrar la gran fiesta de la Pascua este domingo, el Papa Francisco pronunció desde la logia central de la Basílica de San Pedro su mensaje Urbi et Orbi, y ante unos 70 mil fieles, recordó que sólo Jesús resucitado es “capaz de hacer rodar las piedras que cierran el camino a la vida”, abriendo las puertas de la vida, “que cerramos continuamente con las guerras que campan a sus anchas por el mundo”.

Tras señalar que son muchas las pesadas piedras que cierran las esperanzas de la humanidad, como la gran piedra cerró el sepulcro, el Santo Padre añadió: “Son las piedras de las guerras, como las de Israel, Palestina, Ucrania y Siria; las de las crisis humanitarias, como la de Gaza en Haití y la de los Rohingyá en Myanmar; las de las violaciones de los derechos humanos y de la trata de seres humanos que afectan a migrantes y niños”.

Sólo Dios -dejó en claro- puede abrir “el camino de la vida en medio de la muerte, de la paz, la reconciliación y la fraternidad en medio de la guerra, el odio y la enemistad. Sólo Él quita el pecado del mundo y perdona nuestros pecados, y sin el perdón de Dios esa piedra no puede ser removida”.

Y continuó:

No permitamos que las hostilidades en curso continúen afectando gravemente a la población civil, ya de por sí extenuada, y principalmente a los niños. Cuánto sufrimiento vemos en sus ojos. Con su mirada nos preguntan: ¿por qué? ¿Por qué tanta muerte? ¿Por qué tanta destrucción? La guerra es siempre un absurdo y una derrota. No permitamos que los vientos de la guerra soplen cada vez más fuertes sobre Europa y sobre el Mediterráneo. Que no se ceda a la lógica de las armas y del rearme. La paz no se construye nunca con las armas, sino tendiendo la mano y abriendo el corazón.

Además de las guerras, el Papa Francisco también se refirió al don de la vida que a menudo se ve amenazado: “En el día de Pascua celebramos la vida que nos ha dado la Resurrección del Hijo y su amor por cada uno de nosotros. Un don, la vida, que, sin embargo, tantas veces es despreciado por el hombre”.

Y cuestionó:

“¿Cuántos niños ni siquiera pueden ver la luz? ¿Cuántos mueren de hambre o carecen de cuidados esenciales o son víctimas de abusos y violencia? ¿Cuántas vidas se compran y se venden por el creciente comercio de seres humanos?”

Por último, el Papa, en su mensaje Urbi et Orbi, exhortó, a quienes tienen responsabilidades políticas, a no escatimar esfuerzos en la lucha contra la plaga de la trata de seres humanos, trabajando sin descanso para desmantelar sus redes de explotación y llevar la libertad a quienes son sus víctimas.

Que el Señor -concluyó el Papa Francisco antes de desear una Feliz Pascua a los fieles presentes en la Plaza de San Pedro y concederles la indulgencia plenaria- “consuele a sus familias, especialmente a las que esperan ansiosamente noticias de sus seres queridos, asegurándoles consuelo y esperanza”.



Autor

Estudié Ciencias de la Comunicación y Periodismo en la Facultad de Estudios Superiores Aragón, de la Universidad Autónoma de México. Desde 2003 soy Editor General de la revista Desde la fe, órgano de formación e información de la Arquidiócesis Primada de México. Me he especializado en la fuente religiosa a través de cursos y diplomados. La tesis de licenciatura es "Exorcismos en el siglo XXI, ¿mito o realidad".