“Donde hay jóvenes, hay lío”. Así recordó el Papa Francisco su reciente viaje a la JMJ Lisboa

Al realizar su primera Audiencia General después de la pausa de verano, el Papa Francisco destacó que la Jornada Mundial de la Juventud en Lisboa fue un encuentro de los jóvenes con Cristo, pero como sucede en todo lugar al que asisten las nuevas generaciones se desborda la alegría, porque en “donde hay jóvenes, hay lío”.

Durante su reflexión, centrada en el encuentro juvenil celebrado hace unos días en Portugal, el Santo Padre celebró el ambiente de fiesta y la gran ola de jóvenes que inundaron las calles de Lisboa, con lo que la Iglesia local recibirá nuevas energías para continuar su camino para echar de nuevo las redes con pasión apostólica.

No eran unas vacaciones, fue un encuentro con Cristo

“Los jóvenes en Portugal son ya hoy una presencia vital, y ahora, después de esta ‘transfusión’ recibida por las Iglesias de todo el mundo, lo serán todavía más. Y muchos jóvenes de regreso pasaron por Roma, también los estamos viendo aquí, hay algunos que participaron en esta Jornada. ¡Ahí están! Donde hay jóvenes hay lío, ¡saben hacerlo bien!”, aseveró el Santo Padre.

El Papa Francisco reiteró que el encuentro juvenil vivido en Lisboa “no eran unas vacaciones, un viaje turístico, y tampoco un evento espiritual fin en sí mismo; la Jornada Mundial de la Juventud es un encuentro con Cristo vivo a través de la Iglesia, los jóvenes van al encuentro de Cristo; es verdad que donde hay jóvenes hay alegría, ¡hay un poco de todas estas cosas!”.

Papa Francisco: El mensaje de los jóvenes fue claro, ¿los escucharán?

El Sumo Pontífice aseguró a los fieles reunidos en la Aula Pablo VI que mientras en Ucrania y en otros lugares del mundo se combate, y mientras en algunas salas escondidas -“qué horrible es esto”- se planifica la guerra, la JMJ de Lisboa mostró a todos que otro mundo es posible.

“La JMJ ha mostrado a todos que otro mundo es posible. Un mundo de hermanos y hermanas, donde las banderas de todos los pueblos ondean juntas, una junto a la otra, ¡sin odio, sin miedo, sin cierres, sin armas!”, subrayó el Santo Padre ante el aplauso de los fieles que llenaron el Aula.

“El mensaje de los jóvenes ha sido claro”, continuó el Papa Francisco, “¿lo escucharán los grandes de la tierra? Este entusiasmo juvenil que quiere paz es una parábola para nuestro tiempo y todavía hoy Jesús dice: ‘¡El que tenga oídos, que oiga! ¡El que tenga ojos, que vea!’. Esperamos que el mundo entero escuche esta Jornada Mundial de la Juventud y vea avanzar esta belleza de jóvenes”.

Para finalizar su Catequesis, el Obispo de Roma agradeció al presidente de la República de Portugal, a las autoridades civiles, al patriarca de Lisboa, al presidente de la Conferencia Episcopal y al obispo coordinador de la JMJ, además de todos los colaboradores y los 25 mil voluntarios que participaron en la organización del evento realizado en Lisboa.