Jubileo 2025: El Papa Francisco convoca a los fieles a perdonar y renovar la esperanza
El programa general del Jubileo 2025 aparece en la Bula de Convocación del Jubileo leída por el Papa Francisco este 9 de mayo.
Este 9 de mayo, el Papa Francisco dio lectura a la Bula de Convocación del Jubileo Ordinario del 2025, la cual lleva por título “La esperanza no defrauda”, y en la que manifestó su anhelo de que el próximo Año Santo sea precisamente un signo de esperanza en un mundo marcado por el choque de armas, la muerte, la destrucción, el odio al prójimo, el hambre, la deuda ecológica y la baja natalidad.
Cabe señalar que el último Jubileo Ordinario se celebró en el año 2000, en el umbral de los dos mil años del nacimiento de Jesucristo, y ahora se aproxima este nuevo Jubileo Ordinario, en el que se abrirán una vez más las Puertas Santas de las iglesias catedrales para reabrir la experiencia viva del amor de Dios, que suscita en el corazón la esperanza cierta de la salvación de Jesús.
TE RECOMENDAMOS:
¿Qué es el Jubileo Ordinario del 2025 y por qué es importante?
Actividades del Jubileo 2025
El Sumo Pontífice señaló que el Jubileo Ordinario del 2025, también llamado Año Santo, dará inicio con la apertura de la Puerta Santa de la Basílica de San Pedro el 24 de diciembre del año que transcurre. Y en este sentido, expresó su deseo de que este acontecimiento sea para toda la Iglesia una experiencia de gracia y esperanza.
Asimismo, el Santo Padre señaló que el domingo siguiente (29 de diciembre), abrirá la Puerta Santa de la Catedral de San Juan de Letrán, misma que el 9 de noviembre de este año celebrará los 1700 años de su dedicación.
Expresó además que el 1 de enero de 2025, en la Solemnidad de Santa María Madre de Dios, se abrirá la Puerta Santa de la Basílica Papal de Santa María la Mayor. Y, por último, el domingo 5 de enero se abrirá la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pablo Extramuros.
Cabe señalar que estas últimas tres Puertas Santas se cerrarán el domingo 28 de diciembre del 2025; es decir, unos días antes del cierre oficial del Jubileo, que será en los primeros días de 2026.
Jubileo 2025 en las catedrales de todo el mundo
El Sumo Pontífice pidió además que el domingo 29 de diciembre de 2024, en todas las catedrales y concatedrales los obispos diocesanos celebren la Eucaristía como apertura solemne del Año jubilar, según el Ritual que se preparará para la ocasión. Y sólo en el caso de la celebración en una iglesia concatedral -es decir, iglesias que comparten la condición de sede del obispo-, el obispo podrá ser sustituido por un delegado designado expresamente para ello.
Por otra parte, el Papa Francisco dispuso para las iglesias particulares de todo el mundo realizar una peregrinación desde una iglesia elegida por la colectividad hacia la catedral local, como signo del camino de esperanza que una a los creyentes. Asimismo, pidió que en la catedral local se lea alguno de los pasajes de la Bula de Convocación del Jubileo Ordinario del 2025 y se anuncie al pueblo la indulgencia jubilar (cuyas especificaciones podrán obtenerse del Ritual para la celebración del Jubileo en las Iglesias particulares).
El Papa Francisco estableció que durante el Año Santo -que en las Iglesias particulares finalizará el domingo 28 de diciembre de 2025-, los ministros ordenados deberán procurar que la comunidad acoja, con plena participación, tanto el anuncio de esperanza de la gracia de Dios como los signos que atestiguan su eficacia.
El Jubileo Ordinario se clausurará en la ciudad de Roma con el cierre de la Puerta Santa de la Basílica Papal de San Pedro en el Vaticano el 6 de enero de 2026, en la Epifanía del Señor.
Otros itinerarios
La Bula de Convocación del Jubileo Ordinario del 2025 establece además que el Año Santo, en la misma ciudad de Roma habrá otros itinerarios de fe que se añadirán a los ya tradicionales, como transitar de un país a otro como símbolo de la superación de fronteras, o pasar de una ciudad a otra orando y contemplando la creación y las obras de arte, con el fin de atesorar experiencias de culturas diferentes
Por otra parte, las iglesias jubilares de Roma podrán ser oasis de espiritualidad que permitan revitalizar el camino de la fe y beber de los manantiales de la esperanza, sobre todo acercándose al sacramento de la Reconciliación, punto de partida insustituible para un verdadero camino de conversión.
En este sentido, el Papa Francisco ha dispuesto que en las Iglesias particulares de todo el mundo se cuide de modo especial la preparación de los sacerdotes y de los fieles para las confesiones y el acceso al sacramento en su forma individual.
Con información de News Vatican