Inspirado en la lectura que relata la conversión de San Pablo en el camino de Damasco, el Papa Francisco habló de la gracia del valor de la docilidad y de la apertura de nuestros corazones a la voz de Dios.
En su homilía de la Misa matutina, el Papa Francisco destacó algunas características del apóstol de los gentiles.
1. Ser coherentes y honestos
De acuerdo con el Santo Padre, Pablo era “un hombre fuerte” y “enamorado de la pureza de la ley de Dios”. Era honesto y, aunque de mal humor, era coherente.
“Si perseguía a los cristianos era porque estaba convencido de que Dios lo quería. (…) Y se arriesgaba, se arriesgaba, y seguía adelante. Y otra característica de su temperamento es que era un hombre dócil, que tenía docilidad y que no era testarudo“, dijo el Pontífice.
2. Ser dóciles y estar abiertos a la voz de Dios
El temperamento de San Pablo era obstinado, pero no su alma. De acuerdo con el Papa, Pablo estaba abierto a las sugerencias de Dios: encarcelaba y mataba a los cristianos, pero una vez que escuchó la voz del Señor, se hizo como un niño y se dejó llevar.
“Todas esas convicciones que tenía se quedan en silencio, esperando la voz del Señor: “¿Qué debo hacer, Señor?” Y él va, y va al encuentro en Damasco, al encuentro de ese otro hombre dócil y se deja catequizar como un niño, se deja bautizar como un niño. La apertura a la voz de Dios y docilidad son un ejemplo para nuestra vida“, aseguró.
3. Buscar nuevos caminos
El Papa Francisco aseguró que buscar nuevos caminos nos hará bien a todos. “Siempre que sean los caminos del Señor. Pero ir hacia adelante: adelante en la profundidad de la oración, en la profundidad de la docilidad, del corazón abierto a la voz de Dios, y así se hacen los verdaderos cambios en la Iglesia, con personas que saben cómo luchar en lo pequeño y lo grande”, afirmó.
Con información de Vatican News