El Papa y obispos del mundo consagrarán a Rusia y Ucrania a la Virgen
Será la tarde del próximo viernes 25 de marzo cuando el Papa y los obispos de todo el mundo consagren a Rusia y Ucrania bajo un mismo acto.
Matteo Bruni, director de la Oficina de Prensa de la Santa Sede, señaló que el Papa Francisco invita a los obispos del mundo y a sus presbíteros a unirse a él en la oración por la consagración y encomienda de Rusia y Ucrania al Inmaculado Corazón de María.
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Dicha oración de consagración será pronunciada por el Papa Francisco en la tarde del viernes 25 de marzo -Fiesta de la Anunciación- en la Basílica de San Pedro. Por lo que el Santo Padre exhorta a todos los obispos del mundo y a sus presbiterios a realizar el mismo acto en el mismo día.
La razón de este acto de consagración
La Iglesia Católica ha aceptado, como de origen sobrenatural, las apariciones de la Virgen de Fátima ocurridas en 1917, junto con sus revelaciones (“secretos”). Lucía, una de las videntes de Fátima, decía que se trataba de un solo “secreto” dividido en tres partes, mismas que ella escribió por indicación del Obispo de Leiria y con el permiso de Nuestra Señora de Fátima.
Las dos primeras partes del mensaje fueron dadas a conocer en los años cuarenta del siglo pasado. La tercera parte fue escrita por Lucía el 3 de enero de 1944 y quedó en un sobre sellado en poder del Obispo de Leiria.
Para no ir más lejos, es la segunda parte del mensaje la que hace alusión a Rusia, y habla de la previsión de los enormes daños que causarían al mundo los “errores” de este país, en su defección de la fe cristiana y su adhesión al totalitarismo comunista.
Así, para evitar las trágicas consecuencias de estos errores, la Virgen pidió, en esta parte del mensaje, que el Santo Padre, junto con los obispos del mundo entero, consagraran a Rusia a su Inmaculado Corazón.
Consagraciones anteriores
El Papa Pío XII, en 1942, hizo la consagración del mundo con una velada alusión a Rusia. En 1952, volvió a hacer la consagración, pero sin la colaboración directa de los obispos del mundo. Por su parte, san Juan Pablo II intentó hacerla con una fórmula que no exacerbara los ánimos adversos del ateo gobierno soviético.
En este sentido, el padre Eduardo Hayen Cuarón, sacerdote de la Arquidiócesis de México, señala que, aunque algunas personas criticaron al Pontífice de no haber hecho la consagración de Rusia como la Virgen pidió, el Papa afirmó que la hizo, y la vidente Lucía lo ratificó.
“Cinco años más tarde la URSS fue desmantelada y los gobiernos comunistas fueron cayendo uno tras otro, asombrosamente, sin revoluciones ni violencia”.
Asimismo, el padre Eduardo Hayen afirma que la conversión de Rusia anunciada por María se ha ido dando gradualmente: Rusia ha abandonado el marxismo-comunismo y ha habido grandes cambios en el país.
“Los rusos han ido volviendo a la fe; los templos han abierto sus puertas, la mayoría se ha bautizado y la Iglesia Ortodoxa es símbolo de la identidad del pueblo ruso”.
El sacerdote arquidiocesano señala que lo que debe quedar claro es que la consagración que el Papa Francisco hará de Rusia -y en este caso también de Ucrania- al Inmaculado Corazón de María, fue por petición de los obispos ucranianos, que solicitaron al Santo Padre que ambos territorios fueran consagrados.
Con información de Vatican News