El Papa encabezará una jornada de oración por la paz en Líbano
La Jornada de Oración y Reflexión por el Líbano se llevará a cabo el próximo 1 de julio en el Vaticano.
El próximo 1 de julio, el Papa Francisco encabezará una Jornada de Oración y Reflexión por el Líbano, con la esperanza de abrir una ventana a la paz en ese país oprimido por una crisis política, económica y social.
El Santo Padre encabezará el acto, en el que también participarán los responsables de las Iglesias y Comunidades Eclesiales. Se trata de las Iglesias ortodoxa y católica, presentes con sus diferentes ritos y tradiciones, explicó monseñor Brian Farrell, secretario del Consejo Pontificio para la Unidad de los Cristianos, y también de diferentes comunidades eclesiales nacidas de la Reforma.
Todos ellos se reunirán en Santa Marta –de acuerdo con Vatican News– para un momento de bienvenida.
Durante la Jornada de Oración en la Basílica de San Pedro, tras rezar el Padre Nuestro, bajarán las escaleras de la Confesión del Apóstol Pedro y cada uno colocará una vela como signo de la oración que arde pidiendo la intercesión del apóstol.
¿Viajará el Papa al Líbano?
En conferencia, el Cardenal Leonardo Sandri, Prefecto de la Congregación para las Iglesias Orientales, al presentar el evento en la Oficina de Prensa del Vaticano, recordó que Líbano tiene un lugar en el corazón del Papa, quien ha prometido visitar ese país cuando las condiciones lo permitan.
De acuerdo con Vatican News, el arzobispo Paul Richard Gallagher, Secretario para las Relaciones con los Estados, se dijo confiado en que la visita apostólica podría cristalizarse a finales de este año o en los primeros meses de 2022.
Esta jornada de oración, aseguró monseñor Gallagher, busca preparar el camino previo a la cristalización de dicho viaje.
“La Santa Sede está muy preocupada por el colapso del país, que afecta especialmente a la comunidad cristiana”.
No sólo está el “impasse político”, sino también la “fuerte emigración de los jóvenes”. Un fenómeno que “amenaza con destruir el equilibrio” y reducir a la mitad la presencia cristiana en Oriente Medio.
Gallagher aseguró que Líbano es el último bastión de la democracia árabe y, como tal, debe por tanto ser ayudado a “mantener su identidad única para garantizar un Oriente Medio pluralista, tolerante y diverso”.
Con información de Vatican News.