Venezuela regala 3 reliquias del Médico de los Pobres a México
Con este obsequio se externa el agradecimiento a la generosidad que ha tenido la Iglesia mexicana con la Arquidiócesis de Caracas, Venezuela.
¿Dónde estarán las reliquias del Médico de los Pobres en México?
El Médico de los Pobres es recibido en México como una muestra de afecto y agradecimiento a la generosidad que ha tenido la Iglesia mexicana con la Arquidiócesis de Caracas, Venezuela. El Cardenal Baltazar Porras Cardoza, entregó tres reliquias de primer grado del Beato José Gregorio Hernández, conocido como el Médico de los Pobres, a las Arquidiócesis de México, de Guadalajara y de Puebla.
“Les entregamos una al Cardenal Carlos Aguiar Retes en la Ciudad de México, otra al Cardenal José Francisco Robles Ortega en Guadalajara y otra a monseñor Victor Sánchez Espinoza en Puebla”, informó el cardenal venezolano en entrevista exclusiva con Desde la fe.
El Arzobispo de Caracas indicó que los dos Cardenales y el Obispo han sido muy generosos con su Arquidiócesis y prueba de ello es que a través de él mandaron 300 misales mexicanos, que es el misal oficial para Venezuela, y “con ello casi todas la parroquias de la capital de Venezuela ya tienen el misal mexicano”.
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La migración, un fenómeno que atender
La migración debe ser un termómetro de lo que se tiene que recuperar en la sociedad, en especial la dignidad de las personas que abandonan sus naciones para buscar nuevas oportunidades para mejorar su situación, aseguró el Cardenal Porras Cardoza.
“La migración tiene que ser un termómetro de lo que se tiene que recuperar en la sociedad, el sentido de la dignidad de la vida, el sentido de la dignidad de la persona, sin que haya esa cortapisa que ponemos de tipo político, social, económico, étnico, porque eso conduce a una mayor violencia y la violencia lo que nos trae es explotación, lágrimas y muerte”, indicó.
En la entrevista con Desde la fe, el Arzobispo de Caracas que trajo las reliquias del Médico de los Pobres, comentó que la necesidad de no perder la esperanza por alcanzar una vida mejor en medio de situaciones conflictivas, lleva a que las personas tomen decisiones que son sumamente riesgosas.
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Los retos a los que se enfrentan los migrantes
De la misma manera, continuó durante la plática realizada en la Parroquia de Nuestra Señora de la Covadonga, se afectan los aspectos afectivos de quienes optan por migrar, porque de golpe rompen los vínculos con el lugar de dónde salen y de inmediato se quedan sin la familia, sin los amigos y, muchas veces, sin los hijos.
“Y luego se aventuran atravesando los peligros que sabemos que hay y al tratar de preservar no solamente la vida, sino también la calidad de vida espiritual”, ya que se deben enfrentar a situaciones como la trata de blancas y la explotación de tanta gente joven que, con la ilusión de encontrar un mundo mejor, vive esos riesgos.
“Sí bien es un derecho el migrar, es un derecho primario el poder permanecer en el sitio en el que uno nació o donde uno se crió y que también debo tener esas condiciones mínimas para lograr esa supervivencia y para tener una buena calidad de vida, pero para eso requiere una atención muy particular”, subrayó el Arzobispo de Caracas.
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La pobreza y la miseria siguen creciendo en Venezuela
Durante la entrevista, el Cardenal Porras Cardoza señaló que en Venezuela existe un problema muy grande porque hay una creciente pobreza y miseria que, por ejemplo está afectando a la niñez que en muchos casos presentan desnutrición.
Ante esta situación la Iglesia venezolana, por medio de Cáritas, han implementado algunos programas que realmente son insuficientes para subsanar esa situación, “pero son una gota en medio del mar, porque nuestros esfuerzos llegan solamente a un porcentaje muy bajo de quienes requieren los apoyos”.
De esta manera, uno de los fenómenos que derivan de esta situación de crisis es que se pierda la credibilidad y la confianza hacia las autoridades gubernamentales, lo que termina siendo un freno para que la población buscque un aliciente para salir adelante, es ahí donde se hace necesario y patente el acompañamiento de la Iglesia.
“Ante la crisis y las dificultades no nos podemos echar a llorar y decir que no se puede hacer nada; ahí es donde hace falta ese sentido sinodal, ese caminar juntos, ese ayudarnos y estar siempre como Iglesia en salida”, concluyó el Arzobispo Primado.