Sacerdotes, portadores de esperanza: directora del Hospital General
Los sacerdotes han infundido calma a creyentes y no creyentes que padecen COVID-19.
El 11 de febrero de 2019, sólo unas semanas antes de que en México se declarara la emergencia sanitaria por la pandemia de COVID-19, la doctora Guadalupe Guerrero Avendaño entró en funciones como nueva Directora del Hospital General de México “Dr. Eduardo Liceaga”.
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Convertida en la primera mujer en 115 años en dirigir este hospital -el más grande Latinoamérica- la doctora Guadalupe Guerrero tomó el cargo con ambiciosos proyectos en mente, todos para beneficio del paciente, como el arreglo y la modernización de muchas áreas. Sin embargo, por causas obvias, no le fue posible emprenderlos.
“El virus nos tomó por sorpresa -señala-, y tuvimos que cambiar de planes. Realizamos algunas adecuaciones para poder atender a los pacientes contagiados de COVID-19, y reducir en la medida de lo posible los contagios por la interacción con éstos y sus familiares. Sobre todo porque la salida del Metro daba directo a la entrada del hospital”.
La doctora Guadalupe Guerrero refiere que desde el inicio de la pandemia era impresionante la cantidad de gente que andaba por las inmediaciones del hospital sin usar cubrebocas y sin guardar la sana distancia.
“Además -explica-, muchas de esas personas tenían visiblemente problemas de sobrepeso u obesidad. Sabemos que México es el segundo lugar de obesidad en el mundo, y que la obesidad es la comorbilidad más asociada a defunciones con esta pandemia”.
Asegura que fue debido a dicho comportamiento de la gente que la pandemia llegó a tan altos niveles; sobre todo en mayo, mes en que el personal de salud estuvo trabajando sin descanso y a toda su capacidad.
Médicos, ¿los héroes de hoy?
La doctora Guadalupe Guerrero señala que los médicos del Hospital General de México han escuchado con frecuencia que ellos son los héroes de esta pandemia; y si bien, les llega a causar satisfacción escucharlo, también desea dar un mensaje a la ciudadanía:
“El ser médico es ante todo una vocación de amor, y por amor atendemos a nuestros pacientes. Así que, más que héroes, somos seres humanos que sentimos, que también nos contagiamos, que llegamos a renegar de la situación; y sobre todo, personas que hemos dejado a nuestras familias, que hemos sacrificados muchas cosas. Por eso insistimos a la gente en que se cuide”.
En este sentido, la directora del Hospital General se siente honrada de contar con un equipo de profesionales de la salud. “Todo mi agradecimiento a ellos, que han dado la batalla con amor, frente a una pandemia que ha sacado lo mejor de cada uno, a fin de salir lo mejor librados posible de esta situación”.
La fe, de suma importancia en el Hospital General
Desde el 30 de abril, los sacerdotes Andrés López, Roberto Funes y Adrián Lozano han estado visitando cada jueves las instalaciones del Hospital General de México, para auxiliar espiritualmente a pacientes COVID-19 y al personal de salud que los atiende.
“Paz es lo que nos han traído -señala la doctora Guadalupe Guerrero-, tanto al personal como a los pacientes. Estamos en un estado laico, pero la presencia de estos sacerdotes ha sido invaluable. Han traído tranquilidad, tanto a creyentes como a no creyentes; porque ante todo son personas que hablan con calidez, ofreciendo ese mensaje de esperanza que la gente busca”.
Explica que, sin ningún interés más que el de dar consuelo, los tres comenzaron a acercarse a médicos y pacientes usando equipo de protección. Señala que desde el inicio fueron muy valientes, pues sabían del alto riesgo de contagio; y aunque los tres en algún momento salieron positivos a COVID-19, pronto superaron la enfermedad porque en sus casos fue leve, ya que llevaron las medidas de cuidado necesarias.
“Y es que con este virus hemos visto que la cantidad del inóculo -sustancia que contiene gérmenes- es directamente proporcional a la gravedad de los síntomas: poco virus, pocos síntomas; mucho virus, muchos síntomas. Por eso en los tres los síntomas no fueron graves. ¡También les agradezco de todo corazón su presencia y esfuerzo!
En el pasado, la etapa más crítica en el Hospital General
Aunque en los últimos días se ha registrado un repunte de contagios de COVID-19 -debido a que muchas personas decidieron empezar a hacer su vida normal-, el número de muertes está a la baja. Esto, de acuerdo con la doctora Guadalupe Guerrero, se debe fundamentalmente a tres factores:
“El primero -refiere-, es que empieza a haber lo que se le llama ‘inmunidad de rebaño’; es decir, que ya hemos tenido contacto con el virus y ya nos estamos adaptando a él. El segundo es que, como ya van ocho meses de pandemia, médicamente ya sabemos cómo manejar mejor la enfermedad. El tercero es que hoy las personas van a hacerse su prueba al tener los primeros síntomas, y, de salir positivos, acuden al hospital de forma más temprana, y no al borde de la muerte como hace unos meses los traían”.
Aunque ya quedó atrás el momento más crítico de la pandemia -que fue en mayo, cuando el hospital se sobrepobló y registró el mayor número de muertes-, las recomendaciones de la doctora Guadalupe Guerrero siguen siendo las mismas: usar cubrebocas, guardar distancia de metro y medio entre las personas y lavarse bien las manos. “Medidas -dice-, que no se quieren atender, y que realmente habrían evitado el repunte que se tiene ahora”.
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