¿Qué es lo que quieren los jóvenes?
A partir de su compromiso cristiano, estos jóvenes han generado proyectos que impactan positivamente a la sociedad.
Son muchos los adolescentes y jóvenes que, a partir de su compromiso cristiano, han puesto en marcha numerosas obras sociales para ayudar y acompañar a personas en situación de calle, presos, enfermos, ancianos y necesitados en general, sin importar edad ni condición social.
Son incontables los casos de éxito, incluso, algunos han obtenido reconocimientos especiales del gobierno y sociedad civil; sin embargo, a decir de estos emprendedores, todavía hace falta que la Iglesia voltee a verlos, los escuche y se comprometa en sus causas.
Desde la fe buscó a algunos de estos jóvenes para saber qué es lo que quieren de la Iglesia y, todos, sin excepción, coinciden en la necesidad de ser escuchados, orientados y amados; en que sus proyectos sean tomados en cuenta y con seriedad, y que obispos y sacerdotes los acompañen y sean sus guías.
“Lo que necesitamos es más apertura, inclusión y escucha. Los jóvenes queremos pertenecer a algo. La Iglesia se pregunta: ‘¿porque no hay jóvenes?’. La respuesta es sencilla: porque no hay un lugar que nos acoja. Necesitamos encontrar un espacio que nos incluya, que nos dé luz y, sobre todo, que nos guíe”, asegura Giselle Rayas, voluntaria de Cáritas Arquidiócesis de México.
Consciente de esto, en vísperas del Sínodo de la Juventud en octubre pasado, el Papa llamó a la Iglesia a transformar sus estructuras. “Nuestros jóvenes –dijo– nos invitan a asumir junto a ellos el presente con mayor compromiso y luchar contra todas las formas que obstaculizan sus vidas para que se desarrollen con dignidad. Ellos nos piden una entrega creativa, una dinámica inteligente, entusiasta y esperanzadora, y que no los dejemos solos en manos de tantos mercaderes de muerte”.
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¿Qué es lo que quieren los jóvenes? A lo largo de este reportaje encontrarás diez respuestas con las que las nuevas generaciones quieren ‘hacer lío’ con sentido.
Tony Alpizar: Una Iglesia cercana a los vulnerables
Hace ocho años, Tony Alpizar creó la fundación Nahui Ollin A.C., inspirada en la doctrina social de la Iglesia, y mediante la cual jóvenes de diferentes lugares del territorio nacional pueden realizar acciones comprometidas y permanentes a favor de personas que forman parte de algunos de los sectores más necesitados y vulnerables de la sociedad mexicana.
Entre sus acciones están el acompañamiento de adultos mayores, la atención en albergues, así como apoyo a familiares de personas hospitalizadas. Año con año, la organización crece en su círculo de acción y en el número de voluntarios.
A la fecha cuenta con 300 jóvenes involucrados en seis sedes: dos en CMDX (Del Valle y Sur), una en Puebla capital, dos en el Estado de México (Tepotzotlán y Texcoco) y una en Pachuca, Hidalgo. Durante este tiempo se han atendido unas 5,200 personas.
Para Tony, es importante que las autoridades eclesiales conozcan más esta Iglesia viva, la itinerante, “que es una forma de evangelizar desde la periferia hacia el centro”. Asimismo, considera que es importante que los sacerdotes y obispos se acerquen más como pastores a su pueblo, para acompañarlo.
Nicole Platonoff López Schultz: Compromiso con los voluntarios
Para Nicole, el servicio es la mejor manera de ver a Dios: “Tener un propósito y una misión me hace sentir viva”. Ella pertenece a tres movimientos pastorales, el primero es con la Familia Educadora en la Fe, cuyo objetivo es evangelizar.
Su segunda labor es a través de retiros de conversión, en donde ha sido voluntaria en cárceles federales de mujeres. Y el tercer proyecto en el que participa es Encuentro con México, movimiento con el que desde hace cinco años asiste a misiones a las sierras de Guerrero y Chiapas, así como a otros lugares en situación de pobreza.
Asegura que, aunque no hay ningún reconocimiento a su labor, se encuentra satisfecha, pues cada que organiza un retiro hay más jóvenes que desean participar; sin embargo, en la organización de estos encuentros se requiere mayor número de voluntarios.
Comenta que le gustaría tener más apoyo de sacerdotes y religiosas, pues son pocos los que asisten a prestar servicio a los retiros: “Me gustaría que hubiera más compromiso de su parte; muchos dicen que nos apoyan, pero en el evento sólo podemos contar con uno o dos”.
Giselle Lucero Rayas: Impulso para ayudar a los demás
A partir de su inquietud por ayudar a su comunidad en la colonia Tabacalera de la Ciudad de México, principalmente a los niños y adultos mayores, consolidó un proyecto social llamado XpresArte por tu comunidad, que ganó el primer lugar del Programa de Apoyo a las Culturas Municipales y Comunitarias (Pacmyc 2012) de la Secretaría de Educación Pública.
Actualmente es coordinadora arquidiocesana de Pastoral Juvenil, donde acompaña, dirige y orienta a los líderes de grupos y expresiones juveniles, así como a los coordinadores de las distintas vicarías de la Arquidiócesis Primada de México, para que puedan brindar un mejor servicio a los jóvenes en su crecimiento, tanto humano como religioso.
Además, lleva casi cinco años como voluntaria en Cáritas, donde ha podido ayudar en la preparación para el Día de la Caridad, Encuentros de Pastoral Socio-Caritativa y Cáritas Emergencias.
Asegura que los jóvenes tienen muchos sueños, son creativos por naturaleza, saben ser comprometidos, fuertes, trabajadores y entregados; sin embargo, opina que necesitan ser impulsados, orientados y apoyados por la Iglesia para realizar su labor por los demás.
María Guadalupe Ramírez: Nuevas formas de evangelizar
A partir de que tuvo la oportunidad de ir a misionar, María de Guadalupe se dio cuenta de que había diversas realidades en México, muchas de ellas injustas; ese fue el detonante para que su compromiso con la Iglesia, los jóvenes y la sociedad se fortaleciera.
Desde hace 10 años comenzó su labor en grupos juveniles, gracias a ello asistió a la Jornada Mundial de la Juventud en Panamá.
Uno de sus proyectos más importantes es Generación Francisco, el cual surgió cuando el Sumo Pontífice vino a México. El propósito es formar a los jóvenes en la doctrina social de la Iglesia para que los proyectos que inicien transformen la realidad de México y no sólo se queden en convivencias.
“Para mí es un logro ver cómo más jóvenes se comprometen, algunos son más chavos que yo y otros más grandes, pero las ganas de hacer las cosas son las mismas. Es maravilloso ver que los mensajes del Papa, así como material evangelizador, están en la web y en las redes sociales; ahí es donde la Iglesia debe ahondar para existir en el mundo de los jóvenes”.
Fernando Jiménez Fierro: Ponerse en los zapatos de los otros
“Lo que se tiene se comparte”, es lo que ha aprendido en la práctica y es el principal lema con el que vive Fernando Jiménez. A partir de esa misión, decidió crear EFE EFE, una empresa de ropa que tiene como objetivo ser creativa, sostenible y solidaria.
Esta empresa trabaja con dos organizaciones civiles a través de las cuales dan empleo a personas con antecedentes penales y que desean reconstruir su vida, a personas que cometieron un delito menor, o bien, a mujeres que están en prisión.
Para él, esta experiencia le hace ver “la otra cara de la moneda”, pues ha tenido la oportunidad de conocer sus historias y entender los motivos detrás de ellas. Asegura sentirse afortunado porque creció con fe y dentro de una familia católica.
“Nos falta mucho hacer comunidad con más gente. Me encantaría que nuestra Iglesia formara comunidad para que, desde adentro, logremos impactar al mundo”.
Además “los jóvenes no sabemos cómo ligar la vida actual con lo que nos dice la religión. Nos falta mucho por entender que la religión y la Iglesia continúan vigentes y que debemos de transmitir esta sabiduría”.
Karen Paulina Jiménez Koch: Una Iglesia que use la tecnología
La licenciatura en Ciencias de la Familia le despertó la inquietud de poner su grano de arena para un cambio dentro de la sociedad. Está a cargo de Hidden battle, proyecto en la Ciudad de México en el cual los jóvenes reciben formación a través conferencias y talleres, en donde se les concientiza sobre los daños que puede ocasionar el consumo de pornografía.
“Cada segundo, 28,258 usuarios de la web están viendo pornografía, la media en la edad en la que un niño ve pornografía es a los 11 años”, explica, “es un problema grave. Esta formación culmina con un congreso masivo, en el que exponemos estudios científicos para dar testimonio de los daños al cerebro, en las relaciones humanas y las secuelas de adicción”.
A través de su experiencia ha visto que a los jóvenes les gustaría una Iglesia más cercana, que utilice la tecnología para hablar de la familia, noviazgo y temas que les interesa y para dar a conocer a los influencers católicos.
Sin embargo, el trabajo no es sólo de la Iglesia, pues cree que es importante el compromiso de los laicos.
Jorge Torres González: Mejor preparación en catequesis
Jorge Torres asegura que a través de la ayuda que le brinda a los demás ha sabido encontrar la paz interna y la voz de Dios.
Gracias a que se ha involucrado en varios apostolados de diferentes tipos, desde la sanación espiritual, hasta ayudar a personas en condición de extrema pobreza que viven en basureros, en 2017 recibió un Doctorado Honoris Causa por la Universidad del Claustro de Morelos.
Actualmente, Jorge colabora con tres asociaciones: Unión de Voluntades, Pro labore Dei México y Apóstoles de la Misericordia y el amor de Dios.
“La cuestión espiritual ha sido un camino ascendente, vas descubriendo que la Iglesia es como un buffet, siempre hay algo nuevo por aprender, no acabas con las gracias que existen dentro, y las hay para todo tipo de personalidades, eso es la grandeza de nuestra Iglesia”.
Para él es muy gratificante ayudar a las personas a acercarse a Dios, para que encuentren sentido a su vida y propósito. A su modo de ver, la Iglesia está fallando en la catequesis, pues considera que se les debe hablar a los jóvenes con mayor profundidad de lo que es la religión católica.
José Manuel Silva Romo: Más unión dentro de la Iglesia
A partir de su voluntariado en una casa para niños con Síndrome de Down, José Manuel se enamoró del servicio. Gracias a su labor social, fue ganador de la Beca de Excelencia por la Universidad Iberoamericana, y es parte del equipo ENAFO (Equipo Nacional de Formación de la Red Juvenil Ignaciana).
También participa en Encuentro con México, programa de la Pastoral Juvenil arquidiocesana en donde desarrolló, al lado de sus compañeros, un proyecto de comercio justo del té de tila en Malinaltepec, Guerrero.
“Es hermoso ver a Jesús cara a cara, a través de los niños, de las comunidades y lo que hacemos por los demás, pero también es muy triste ver las injusticias y la indiferencia. Cuando fui voluntario para Las Patronas, ahí por primera vez se me partió el corazón. Son historias que no sólo necesitan contemplación, reclaman una acción conforme a lo que estás viendo”.
Ahora realiza apostolados con los Ignacianos y los Teresianos, pero considera que en la Iglesia en general debe existir más unidad, pues los carismas de cada congregación a veces chocan y se les olvida que el fin es el mismo: trabajar para Dios.
Paola María Coronado Angulo: Apoyo para fomentar la justicia
A partir de diseños tradicionales indígenas, Paola Coronado desarrolla la empresa y marca de ropa Frida México, la cual da empleo a personas que pertenecen a 40 comunidades indígenas, por medio de la Fundación León XIII.
“En su mayoría son mujeres quienes hacen los bordados a partir del diseño de su vestimenta tradicional. Mi manera de pago es el comercio justo, es decir, doy un anticipo de 50% para desarrollar el producto y el otro 50% cuando ellas me entregan la mercancía”, explica.
Asegura que a través de su experiencia como mercadóloga ha podido ver que” el comercio es muy injusto porque la riqueza de alguien más es a costa de la pobreza de muchas personas”, por ello, quiso desarrollar una empresa con objetivos de bienestar compartido: desarrollo de los empleados, buen sueldo, buen pago a proveedores y precios justos en la producción de la mercancía.
También es presidenta de Unión Social de Empresarios Mexicanos (USEM Joven), y trabaja en la Pastoral Juvenil de la Arquidiócesis de México para el desarrollo del plan de trabajo para jóvenes, y para conmemorar el 500 aniversario de la aparición la Virgen de Guadalupe.
Erick Adrián Paz González: Que tomen en cuenta sus proyectos
Desde los 16 años, Erick Adrián Paz comenzó su labor como catequista, más tarde, al lado de sus padres, participó en la Asociación de Colonos del Ajusco Medio, A. C., una de las organizaciones que opera el Centro Comunitario y Cultural llamado La Casa del Éxodo, desde la que apoyan a personas en situación de pobreza, además de impartir catequesis.
“Hemos ayudado a mucha gente a encontrar a Dios en sus corazones, y muchos de ellos han regresado para brindar su ayuda a otras personas, eso es lo satisfactorio de estar haciendo esto”, comenta.
Actualmente trabajan en la creación de un comedor comunitario, para el que ya tienen apoyo de instituciones educativas; sin embargo, asegura que no ha encontrado ayuda en los párrocos de la comunidad donde se instalaría.
Adrián considera que los jóvenes católicos quieren ser escuchados y tomados en cuenta, pues detalla que hay muchos de ellos que han desarrollado proyectos de impacto social que presentan ante autoridades de la Iglesia, “les parecen interesantes y los elogian, pero no pasan de eso”, puntualiza, por lo que quisieran mayor apoyo, guía y acompañamiento de los sacerdotes en su tarea social.