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¿Por qué San Hipólito es santo patrono de la Ciudad de México?

Hoy en día, su iglesia es más conocida por la devoción a San Judas Tadeo, pero ¿sabías que San Hipólito es el santo patrono de la capital de México?

12 agosto, 2020
¿Por qué San Hipólito es santo patrono de la Ciudad de México?
San Hipólito es patrono de la Ciudad de México.

San Hipólito es el santo patrono de la Ciudad de México, porque el 13 de agosto de 1521, con la caída de México Tenochtitlan y el apresamiento del Tlatoani Cuauhtémoc, el calendario litúrgico marcaba la festividad de San Hipólito, y para perpetuar estas acciones, Hernán Cortés ordenó la construcción de una ermita en el mismo lugar donde murieron muchos españoles a manos de los indígenas, durante la llamada Noche Triste, el 1 de julio de 1520, mientras huían por la calzada de Tacuba.

Esta ermita, años después, fue sustituida por una iglesia que se comenzó a edificar en 1599 y se concluyó en el siglo XVII. El templo recibió el nombre de San Hipólito, y al paso de los siglos ha tenido varias remodelaciones arquitectónicas y decorativas. A la fecha, el santo más venerado en esta iglesia es San Judas Tadeo, pero esta tradición data del siglo XX.

El templo de San Hipólito en la Ciudad de México.

El templo de San Hipólito en la Ciudad de México.

El 4 de julio de 1523, el Emperador Carlos V concedió un escudo de armas a la Ciudad de México, y se estableció una fiesta llamada “el Paseo del Pendón” o “paseo del estandarte real”, que conmemoraba la caída de Tenochtitlán. Era un acto de fidelidad a Castilla, y el desfile que se hacía recorría desde la Iglesia de San Hipólito hasta la casa del cabildo; para poner orden en esta procesión se estableció una normatividad el 9 de maro de 1528, y luego fue reglamentado por Real Célula el 28 de mayo de 1530, es decir, poco más de un año antes de las apariciones guadalupanas.

Con esta ceremonia se apuntaló el sentimiento de todo lo español y de sus símbolos religiosos. Para esta festividad, se ordenó rezar vísperas y oír Misa.

En el Paseo del Pendón participaban el virrey, los miembros del cabildo, la Audiencia, las más altas autoridades virreinales, soldados y el pueblo entero; eran amenizadas con bailes y música, corridas de toros y toda una algarabía.

Ya en el México independiente continuó esta costumbre, debido a su ambiente festivo, y el desfile iba del Palacio Virreinal a la iglesia de San Hipólito.

¿Quién fue San Hipólito?

Fue un obispo que vivió en el siglo III y muchos historiadores subrayen que tuvo diferencias con el Papa de Roma, aunque murió mártir y reconciliado con la Iglesia después de 10 años de estar separado. También fue un prolífico escritor eclesiástico de los primeros siglos que entre otros temas escribió sobre el profeta Daniel, el Cantar de los Cantares, y obras polémicas en contra de los paganos, los judíos y los heréticos; fue discípulo de Ireneo. Hipólito se distinguió por su cultura y su elocuencia.

Durante la persecución del emperador Maximino el Tracio del año 235, Hipólito y Ponciano, que era entonces Papa, fueron exiliados a Cerdeña, donde murieron, y el 13 de agosto del año 236, sus cuerpos fueron llevados a Roma, e Hipólito fue sepultado en la Vía Tiburtina.

El Papa Dámaso le dedicó uno de sus epigramas, y en 1551 se encontró una estatua de mármol que lo representa que fue llevada al Museo Laterano. La vida de San Hipólito presenta varias dudas a los historiadores, quienes siguen investigando sobre el tema.



Autor

Estudió Periodismo y Comunicación Colectiva en la UNAM. Con 30 años de experiencia en periodismo, se ha especializado en la cobertura religiosa, trabajando en Televisa S.A. y Televisión Azteca. En 1997, recibió el Premio Nacional de Periodismo del Club de Periodistas de México. Ha realizado reportajes en cuatro continentes, incluyendo coberturas significativas como el Jubileo del año 2000 en Roma, los funerales de Juan Pablo II, el viaje de Juan Pablo II a Tierra Santa y el Encuentro Mundial de la Juventud en Sydney. Fue Jefe de Prensa durante el VI Encuentro Mundial de las Familias en México. Además, ha colaborado en publicaciones como Época, Última Moda e Impacto, donde mantiene columnas sobre cultura religiosa. Ha escrito varios libros, entre ellos "El Agua del destino" y "Popocatépetl: Mito, ciencia y cultura". También es comentarista en programas de radio.