Piden ayuda al Señor del Cacao para seguir reparando la Catedral
En el Día de la Santa Cruz, los más de 100 trabajadores que laboran en la restauración de la Catedral de México pusieron sus obras en las manos de Dios.
Este 3 de mayo, en que la Iglesia celebra la fiesta de la Exaltación de la Santa Cruz, misma que en México está estrechamente relacionada con el trabajo de la construcción, monseñor Salvador González Morales, Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis Primada, acudió a la Catedral Metropolitana de México para ofrecer una Santa Misa por quienes actualmente laboran en las tareas de restauración de este inmueble histórico.
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Como es tradición en la fiesta de la Exaltación de la Cruz -popularmente conocida la fiesta de la Santa Cruz-, varios trabajadores de la construcción que participaron de la Misa, llevaron a bendecir sus cruces floridas.
Durante la homilía, monseñor Salvador González señaló que para todo cristiano la cruz tiene un sentido muy importante, pues al simbolizar el lugar del martirio de Nuestro Señor, nos habla de su amor y entrega al límite por nosotros, invitándonos a vivir según su ejemplo.
Comentó que para quienes trabajan en el ramo de la construcción, la cruz representa la presencia de Dios en la obra que están llevando adelante con sus fuerzas, capacidades y conocimientos, por lo cual en esta fecha se suelen colocar cruces floridas en las construcciones, a fin de recordar lo esencial: que toda obra se finca en Dios.
Monseñor Salvador González señaló que la labor que actualmente se está haciendo en Catedral es un bello ejemplo de trabajo en equipo; de personas que laboran en unidad sin importar de qué institución o empresa provengan, y cuyo único interés es hacer todo a favor de un mismo trabajo, “viviendo como lo que realmente somos: hijos de Dios y hermanos entre nosotros, que nos ayudamos, apreciamos y valoramos.
Por su parte, el Rector de la Catedral Metropolitana, canónigo Ricardo Valenzuela, manifestó su más sentido agradecimiento a quienes han hecho posible la restauración del recinto en una primera etapa: la Secretaría de Cultura en su Dirección General de Sitios y Monumentos Históricos; el INAH, el FONCA; la asociación civil “Catedral Buena Noticia”; Copicosa; Sacbé; Comision Federal de Electricidad, y todos los que con su trabajo y oración han participado de la labor; “y principalmente, gracias a Dios”.
El Señor del Cacao vuelve a la colecta
Al término de la Misa, un grupo de trabajadores de la empresa Sacbé -encargada del funcionamiento de los pilotes- trasladaron la figura del Señor del Cacao de la Capilla de San José al Altar de Reyes, a fin de implorar su ayuda en esta etapa de restauración de la Catedral, mediante una colecta que permita continuar los trabajos.
El Señor del Cacao, conocido también como el Señor de la Humildad o Señor de la Cañita es una escultura elaborada en la primera mitad del siglo XVIII, la cual fue puesta a las puertas de la primitiva Catedral para solicitar limosnas a fin de poder construir el recinto actual.
Se cuenta que, ante la falta de moneda fraccionaria, los fieles ofrecían granos de cacao a manera de tributo, colocándolos frente a la escultura, por lo que el pueblo dio a la imagen el nombre del “Señor del Cacao”. Hoy, colocado en el Altar de Reyes, el Señor del Cacao vuelve a solicitar ayuda a los fieles para poder continuar los trabajos de restauración.