Padre Daniel Rivera Sánchez: “De la sorpresa a la confianza en Dios”
El nuevo Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México era Superior General de los Misioneros del Espíritu Santo.
Hasta este viernes, el padre Francisco Daniel Rivera Sánchez se desempeñaba como Superior General de los Misioneros del Espíritu Santo. Por ello, la idea de ser obispo de la Iglesia estaba completamente fuera de su cabeza.
“Han sido días de mucha oración, de mucho miedo, de susto. Para nosotros los religiosos no está en nuestra perspectiva futura el llegar a ser obispos”.
“Los obispos, ordinariamente, suelen ser elegidos más en el clero diocesano. Además, siendo superior general, a mí me faltaban dos años para concluir mi periodo; nunca me imaginé absolutamente nada”, reconoce, en entrevista con Desde la fe.
Por eso, cuando el Nuncio Apostólico en México, Franco Coppola, le extendió la invitación del Papa Francisco para ser Obispo Auxiliar de la Arquidiócesis de México, la noticia le cayó por sorpresa.
“Me dio la noticia inesperada. No me lo imaginaba porque, como superior general, no era la primera vez que visitaba al Nuncio”.
“Yo al Nuncio le contesté que estaba muy sorprendido, pero que aceptaba justamente porque soy Misionero del Espíritu Santo y en nuestro carisma está el servicio a la Iglesia y a los sacerdotes. Me dijo que la Virgen María estaría conmigo y, pues como dijo la Virgen: ‘hágase en mí, según tu palabra’”
Desde ese momento, el padre Rivera ha incrementado sus momentos de oración y ha pensado mucho en los fundadores de los Misioneros del Espíritu Santo, la beata Concepción Cabrera y el padre Félix de Jesús Rougier.
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“En nuestra capilla tenemos una foto de Conchita. Yo le decía ‘no me veas nada más, dime algo’. Y se me vino a la mente un mensaje muy bonito del Señor, que le decía a ella: “tú ya no te perteneces, eres de la Iglesia”.
También recordó una reflexión del fundador, mirando hacia atrás en la última etapa de su vida, dándose cuenta de que Jesús fue quien lo hizo todo.
“Más adelante escribe una carta en la que dice que, con base en esa experiencia entiende que lo demás, lo que viene, lo hará Él. La experiencia de mi vida ha sido una intervención de Dios continua. Entonces nació también en mí un sentimiento de confianza, entendiendo que lo demás lo hará Él”, dice.
Ahora, a partir de la confirmación de su nombramiento, el padre Rivera dejará de ser superior general para depender directamente del Cardenal Carlos Aguiar, a quien conoce desde hace muchos años.
Por último, pidió a los fieles de la Arquidiócesis de México que oren por él y por sus compañeros obispos.
“San Agustín decía ‘yo soy cristiano con ustedes y soy Obispo para ustedes. Esa es mi misión, y quiero pedirle al pueblo de Dios que nos apoye con su misión para que seamos buenos obispos y buenos colaboradores en esta misión de anunciar el Evangelio”.