Iglesia denuncia caos de migrantes en Chiapas, ‘la situación es alarmante’
Los obispos reprobaron el regreso del programa 'Quédate en México' que "viola principios internacionales de refugio y asilo".
Ante la alarmante situación de personas migrantes registrada en los últimos días en Chiapas, la Conferencia del Episcopado Mexicano (CEM) hizo un urgente llamado tanto al Gobierno de México, como al gobierno estatal y a las autoridades municipales, para que asuman los compromisos de ayuda humanitaria que la ley les impone.
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Iglesia denuncia caos porque gobierno no cumplió sus promesas
A través de un comunicado, los Obispos de México explicaron que la noche del martes 23 de noviembre, una caravana de aproximadamente 1,300 personas migrantes aceptó el ofrecimiento hecho por el Instituto Nacional de Migración (INM) de trasladarlos a distintos puntos del interior del país.
Sin embargo, a falta de cupo en los autobuses, un grupo de 87 personas tuvo que esperar en Mapastepec (Chiapas), bajo la promesa de un nuevo envío de unidades. Ante el cumplimiento del INM, durante los siguientes días, a este grupo que no fue trasladado se le fueron sumando más personas migrantes, y de 87 la cifra ascendió a más de 900.
“Además del hacinamiento -señaló la CEM-, la demora en los trámites de solicitud de reconocimiento de la condición de refugiado y visa humanitaria, los hostigamientos y abusos por parte de autoridades locales y federales, ahora se suman la desesperación y los brotes de violencia que, a manera de protesta, han iniciado estos grupos debido a las promesas incumplidas de parte del Gobierno Federal”.
La CEM adviertió que esta situación ha derivado en bloqueos carreteros y conflictos con los pobladores, que ponen en riesgo tanto la integridad física de las personas migrantes como de la población local.
Lamentan el regreso del programa “Quédate en México”
En dicho comunicado, la CEM también manifestó su preocupación por el regreso del programa “Quédate en México”, como se le conoce a los Protocolos de Protección a Migrantes, mismos que han sido criticados de manera reiterada por ser considerados una política una política inhumana y contraria al derecho internacional, por poner en riesgo a las personas en contexto de movilidad.
“Recibimos con decepción la noticia de que el Gobierno de México ha decidido reanudar el programa MPP, mejor conocido como “Quédate en México”, ya que este viola múltiples principios internacionales en materia de refugio y asilo, como el derecho al debido proceso y a la no devolución. Además de que no permite el debido ejercicio de los derechos fundamentales de las personas solicitantes del reconocimiento de la condición de refugiado”.
La Diócesis de Tapachula hace lo que puede
Asimismo, señaló que la Iglesia Católica, a través de la Diócesis de Tapachula, ha mantenido sus esfuerzos para proveer de atención humanitaria a las personas migrantes, frente a la indiferencia del gobierno estatal y de los gobiernos municipales, que hasta la fecha se han mantenido en calidad de espectadores.
“Nuestro deseo de ayudar es muy grande, hacemos lo que podemos hasta donde nos dan las fuerzas, y aunque los recursos sean limitados, lo continuaremos haciendo siempre con solicitud y con profundo espíritu cristiano… Pero vemos con preocupación que el nivel de exigencia de esta situación rebasa con mucho nuestros buenos propósitos”.
Frente a esta compleja realidad, la CEM llamó tanto al Gobierno Federal, como a las autoridades estatales y municipales, a intervenir decididamente y sin violar los derechos fundamentales de las personas migrantes, para dar solución a la problemática.
Las autoridades de Chiapas, en “calidad de observadores”
“La responsabilidad y obligación son muy claras -señala el comunicado-: corresponde al Gobierno de México crear condiciones dignas para el ejercicio de todos los derechos para todas las personas, de acuerdo con la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos”.
Sin embargo -refirió la CEM-, ha sido la Iglesia la que, a través de albergues y Casas del Migrante de todo el país, han provisto de atención humanitaria a las personas más pobres, migrantes, solicitantes de refugio, personas deportadas, niñas niños y adolescentes, sin importar credo, nacionalidad, lugar de origen o cualquier otra condición”.
Finalmente, la CEM señaló que la Iglesia Católica, a través de la Dimensión Episcopal de Movilidad Humana, manifiesta su disposición al diálogo con el Gobierno Federal, a fin de diseñar propuestas efectivas en beneficio de las personas migrantes, solicitantes del reconocimiento de la condición de refugiado, personas mexicanas deportadas y en situación de desplazamiento forzado interno.