Iglesia en México

Generación Covid: ¿Qué motiva a estos nuevos sacerdotes de México?

Después de un año de servicio a la caridad y oración como diáconos transitorios, este 29 de junio la Arquidiócesis Primada de México ordenará a 5 nuevos sacerdotes.

Ellos forman parte de la llamada ‘Generación Covid’, pues la pandemia los ha acompañado hasta el final de su diaconado y el inicio de su vida sacerdotal, la cual comenzará a los pies de la imagen de la Virgen de Guadalupe, con la imposición de manos del Cardenal Carlos Aguiar Retes. 

Aquí puedes ver en vivo las ordenaciones sacerdotales este 29 de junio a las 17:00 horas. 

Lee: Generación Covid: la pandemia los acompañó del diaconado al sacerdocio

En entrevista con Desde la fe, los nuevos cinco sacerdotes nos compartieron los retos y aprendizajes que vivieron en su último año como diáconos.

Bernardo Valle Rodríguez

Pbro. Bernardo Valle Rodríguez

Bernardo, de 29 años, pertenece a la Sociedad de Cruzados de Cristo Rey, adscrita a la Arquidiócesis de México; para él no fue extraño entregarle su vida a Dios, ya que creció en el seno de una familia profundamente católica.

Su año de diaconado lo vivió en la Parroquia de Santa María de Guadalupe Capuchinas, en la Villa de Guadalupe. Servir ahí ha sido una experiencia maravillosa y llena de muchos aprendizajes -señala- pero hubo dos en especial que marcaron su diaconado.

El primero de ellos fue reafirmar confianza en Dios y en que su Providencia es mucho más grande de lo que creemos, pues en varias ocasiones la constató.

“También palpé la sed de Dios en la gente y vi la necesidad que hay de Él ante el sufrimiento. Todos vivimos o supimos de muchas pérdidas y para mí fue maravilloso acompañar a la gente y ser el instrumento de Dios para ayudar a sanar el sufrimiento”.

Pablo Tomás Patrito

Pbro. Pablo Tomás Patrito

Pablo es un joven de 29 años, miembro de los Cruzados de Cristo Rey, quien asegura que la pandemia impactó mucho su vocación, pues le permitió redescubrir la dimensión de intercesión que tiene el sacerdote.

“No solamente es un pastor ‘que hace cosas’, sino que identificándose con Cristo puede interceder por su pueblo. También redescubrí la importancia de la oración por la gente y al mismo tiempo, en medio de todo este caos, Dios se encargó de cultivar la sensibilidad hacia el enfermo”, comenta.

Lee: Ellos son los nuevos diáconos transitorios de la Arquidiócesis de México

Asegura que el papel de los laicos en estos tiempos de pandemia ha sido fundamental para superar las adversidades, de hecho, ellos fueron el detonante que impulsó su vocación sacerdotal.

“Desde el inicio del cristianismo los laicos tuvieron un papel relevante, desde vivir su vocación hasta transformar las realidades temporales para que Cristo pudiera reinar. Entonces, eso me motivó a querer ser un sacerdote que pudiera estar para ellos, acompañarlos e impulsarlos en su vocación para que tengan las fuerzas necesarias y poder cambiar el mundo en el que vivimos”.

Jorge Valdez González

Pbro. Jorge Valdez González

Su formación en el Seminario Conciliar, que duró ocho años, está a punto de concluir con su ordenación sacerdotal. Para Jorge Valdez, la seguridad que hoy siente en su vocación la obtuvo gracias al acompañamiento de sacerdotes formadores.

“En mis primeros años de seminarista tuve una crisis vocacional. Sentí la cercanía de uno de mis prefectos, quien me acompañó por dos años para poder dar ese gran paso a la etapa más importante, que es la Teología. Asimismo, el hecho de compartir la formación con los compañeros, pues he encontrado en ellos una amistad, compartimos experiencias, incluso las crisis y preocupaciones”.

De hecho, asegura Jorge, uno de los mayores retos dentro del seminario fue fomentar la fraternidad sacerdotal, pues al ser un espacio tan grande, era difícil que todos convivieran.

“Sin embargo, en los últimos años de mi formación, cuando me designaron a una parroquia, pude palpar la importancia de la fraternidad, pues va acompañada de amistad y acompañamiento”.

Daniel Morquecho Pérez

Pbro. Daniel Morquecho Pérez

Desde muy pequeño, a Daniel Morquecho le impactó figura del sacerdote, pues su comunidad tenía un pastor muy atento y cercano, y eso despertó en él la inquietud por servirle a Dios.

Con ese ejemplo, Daniel planea llevar su ministerio, y asegura que en el futuro, 25 años adelante, él se vislumbra dando gracias por el don de la vida en su aniversario sacerdotal.

“Teniendo ese don y llenos de fuerza en el espíritu, Dios pone lo demás. Ya con 25 años de ministerio, y con la gracia de Dios, seguramente habré podido llevar paz, misericordia y su amor a aquellos que más lo necesiten”.

Asegura que un sacerdote se debe a la gente, pues ha experimentado la misericordia de Dios y la debe  transmitir a la gente con el propósito de que se sientan amadas y abrazadas por el Padre.

Orlando Augusto Porta López

Pbro. Orlando Augusto Porta López

Desde los 15 años Orlando entró al seminario y pertenece a la sociedad de los Cruzados de Cristo Rey. Ahora, con 34 años de edad y 18 de formación sacerdotal, está listo para comenzar su ministerio, por el que tanto se ha preparado.

Dentro de su servicio diaconal, tuvo la oportunidad de estar en diversas celebraciones presididas por el Papa Francisco, actividad que fue constante desde el 6 de marzo de 2019, cuando por primera vez asistió a Su Santidad durante la Misa del Miércoles de Ceniza.

Su experiencia con el Santo Padre, así como los conocimientos adquiridos en sus casi dos décadas de seminarista, lo llevan a plantear una estrategia infalible, como nuevo presbítero, para que la palabra de Dios llegue a los que más la necesitan: ser testimonio de lo que la misma hace en las personas.

“Esa estrategia es muy antigua, la utilizó Cristo, así como algunos grandes santos: san Francisco de Asís, santa Teresa, san Ignacio de Loyola, entre muchos otros. Lo que hicieron fue manifestar en sus vidas la profundidad del seguimiento de Cristo y vivir radicalmente el Evangelio, fue una muestra al mundo de que Jesús está vivo, ha resucitado y nos ha salvado”.

Asegura que esa radicalidad del Evangelio es un paso fundamental en el seguimiento de Jesucristo, esto pese a las debilidades y defectos que cualquier sacerdote posea.

Los cinco nuevos sacerdotes con su formador vocacional y el Card. Aguiar. Foto: Cortesía

“No tengan miedo de seguir a Dios”

Los nuevos presbíteros coinciden en que nadie nadie debe temer al llamado de Dios, pues este no sólo es al sacerdocio o a la vida religiosa, puede ser en muchas otras áreas donde se necesita el servicio y la vocación.

“Dios no llama a instrumentos perfectos, sino que Dios realmente hace nuevas las cosas. Si uno realmente afina los oídos para poder escucharlo y obedecerlo, porque hay que recordar que Dios es fiel y Él tiene la gracia de llevar a cabo lo que ha prometido”, asegura Pablo Tomás Patrito.

Su ordenación sacerdotal se realiza este 29 de junio a las 17:00 horas en la Basílica de Guadalupe.

 

 

Cynthia Fabila

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