‘Beata Concepción Cabrera, ruega por nosotros’
Decenas de obispos y cardenales y miles de fieles presenciaron la beatificación de Concepción Cabrera.
En una emotiva ceremonia religiosa que congregó a miles de fieles que abarrotaron la Basílica de Guadalupe y buena parte de la Plaza Mariana, el nombre de la nueva beata mexicana, Concepción Cabrera, ha sido inscrito en el número de los beatos.
Durante la celebración se leyó el decreto con el que, a solicitud del cardenal Carlos Aguiar Retes, en su calidad de Arzobispo Primado de México, el Papa Francisco concedió la beatificación de Cabrera.
“Después de haber consultado a la Congregación de la Causa de los Santos, con nuestra Autoridad Apostólica, concedemos que la Venerable Sierva de Dios Concepción Cabrera viuda de Armida (…) sea llamada beata de ahora en adelante y que el 3 de marzo, día de su nacimiento en el Cielo, pueda ser celebrada cada año, en los lugares y modos establecidos por el derecho”, dice el texto que fue leído en latín y español.
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Unos setenta obispos y cardenales concelebraron esta histórica Misa, presidida por el prefecto para la Congregación para la Causa de los Santos y delegado del Papa Francisco, Angelo Becciu, quien aseguró que la nueva beata mexicana es “un caso único en la historia de las congregaciones religiosas”.
“Inspiró dos congregaciones y tres obras apostólicas, sin asumir el papel de fundadora y, mucho menos, la carga y los poderes de superiora general”.
“Que la Iglesia que está en México sepa imitar su mirada profética y el corazón abierto a los hermanos con una generosa labor apostólica que encuentre su raíz en la fe cristiana, primer patrimonio moral y cultural de esta nación”.
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El momento más emotivo de la celebración fue, sin duda, la develación de la imagen en gran formato que la Iglesia aprobó para su veneración, justo a un costado de la imagen de la Virgen de Guadalupe.
Mientras esto sucedía, la hermana Consuelo Armida, nieta de Concepción, y el señor Jorge Treviño, quien recibió el milagro de la beatificación, llevaron en procesión la reliquia de la nueva beata.
En varios momentos, la celebración fue interrumpida por espontáneos aplausos de los miles de asistentes, muchos de ellos pertenecientes a la Familia de la Cruz, un nutrido grupo de congregaciones y asociaciones de fieles que siguen la espiritualidad que Jesucristo inspiró a Concepción Cabrera.
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El cardenal Becciu insistió en que la figura de la beata Concepción Cabrera sigue vigente, sobre todo “ha vivido momentos turbulentos y lacerantes a causa de los escándalos de obispos, sacerdotes y religiosos”.
Recordó que gran parte de la oración de Cabrera de Armida fue por la santidad de los sacerdotes, por quienes rezaba y se santificaba ¡Qué necesaria y actual es esta misión!”.
Concepción Cabrera fue inspiradora de cinco congregaciones y asociaciones de fieles, conocidas como las Obras de la Cruz: Los Misioneros del Espíritu Santo, las Religiosas de la Cruz del Sagrado Corazón de Jesús, el Apostolado de la Cruz, la Alianza de Amor con el Sagrado Corazón de Jesús y la Fraternidad de Cristo Sacerdote.
De esas obras y de la Espiritualidad de la Cruz, inspirada por Jesucristo a la nueva beata, han surgido muchas otras obras que forman parte de la Familia de la Cruz.
Todos sus integrantes y miles de fieles laicos en diversos países del mundo están de fiesta por la beatificación de Cabrera, quien, además, dejó un gran legado escrito, con más de 40 obras publicadas; pero, sobre todo, una misión muy clara: ganar almas para Dios.
Al finalizar la ceremonia eucarística, el cardenal Carlos Aguiar Retes, agradeció a los obispos de México y otros países que participaron en la celebración y, en especial, a las Obras y la Familia de la Cruz.
“Con su presencia, pero sobre todo con su vida, han hecho posible que tengamos esta nueva beata y que ahora entregan para bien de la Iglesia, para que aprendamos a mirar siempre la cruz describiendo el infitino amor misericordioso de Dios nuestro Padre”, dijo el Arzobispo.