Así fueron los primeros años de los dominicos en México
Los dominicos fueron fundamentales en la Evangelización de la Nueva España, pero su llegada y adaptación al nuevo mundo no fue fácil. Aquí te contamos la historia.
La Orden de los Dominicos tuvo presencia en México desde 1526, y un papel importante en la evangelización y en la defensa de los indios.
Esta fue la segunda Orden religiosa, luego de los franciscanos, en llegar a Nueva España. El 2 de julio de 1526 llegaron los primeros 12 dominicos, cuyo superior fue Fray Tomás Ortiz.
Los frailes fueron Vicente de Santa Ana, Diego de Sotomayor, Pedro de Santa María, Justo de Santo Domingo, Pedro Zambrano, el diácono Gonzalo Lucero y el lego Bartolomé de la Calzadilla que venían de España; además de Fray Domingo de Betanzos, Fray Diego Ramírez, Fray Alonso de las Vírgenes y el novicio Vicente de las Casas, que provenían de la Isla La Española.
A su llegada a México formaron cuarto provincias eclesiásticas que abarcaban México, Morelos, Oaxaca, Chiapas y Guatemala.
El superior de la Orden, Fray Tomás Ortiz, se embarcó el 2 de febrero de 1526 y arribó el 23 de junio; por distintas causas, entre ellas algunos decesos, solo quedaron 3 religiosos: Domingo de Betanzos, que asumió la Vicaría; Lucero y Vicente de las Casas.
La intención primaria era fundar 12 conventos con capacidad para 30 frailes cada uno, y para 1528, ya se habían establecido en México, Coyoacán, Chimalhuacán y Chalco, en Oaxtepec y en Izúcar, y al año siguiente comenzaron a penetrar en la Mixteca, pero en principio no lograron sostener este proyecto porque la Vicaría de México fue separada de la de Andalucía y agregada a la Provincia de la Santa Cruz de Indias con sede en La Española.
Entonces, los frailes se tuvieron que concentrar en México para analizar la situación, y Betanzos, acompañado de Lucero, viajó a Europa para gestionar la separación de su Vicaría, lo que se logró en el Capítulo General de Roma en 1532, poco después de las apariciones de la Virgen de Guadalupe.
En tanto, sólo pudieron hacer una fundación en Puebla, en 1535, y hasta 1538 continuaron su expansión, aunque el plan inicial ya no pudo realizarse y sus construcciones fueron más modestas.
La Provincia de Santiago de México, ya independiente, abarcó: Tlaxcala, Michoacán, Panuco, Oaxaca, Chiapas y Yucatán hasta 1551. A mediados del siglo, tenían 40 conventos con 201 religiosos.
Hubo dominicos tan destacados como Fray Bartolomé de las Casas, quien fue obispo de Chiapas, y Fran Antón de Montesinos, y precursor en América de los Derechos Humanos al predicar como antes nadie lo había hecho en Santo Domingo a favor de la libertad y dignidad de los indígenas.