Video viral: supuesta aparición de la Virgen de Guadalupe. ¿Es real?
Para determinar que la aparición de una imagen de la Virgen de Guadalupe es un milagro se deben cumplir una serie de criterios establecidos por la Santa Sede
Esta semana, con motivo de las fiestas Guadalupanas se volvió a viralizar un video sobre la supuesta aparición de la Virgen de la Guadalupe a una niña. De acuerdo a la narración del hecho, el padre de la menor indica que al derramarse café en la camiseta de la pequeña la mancha derivó en una silueta de la figura de la Morenita del Tepeyac.
Según el testimonio, la familia habría ido a ver al sacerdote, sin mencionar su nombre ni la parroquia a la que pertenece, para contarle lo ocurrido y mostrarle la supuesta aparición, y quien supuestamente les dijo que sucesos de este tipo se dan durante los festejos por el aniversario del Acontecimiento Guadalupano.
Pero ¿realmente este hecho se puede considerar como un milagro de la Virgen de Guadalupe? Aquí se los explicamos.
El padre Rogelio Alcántara, de la Arquidiócesis Primada de México, señaló que de acuerdo con lo que establecen las Normas en el modo de proceder en el discernimiento de presuntas apariciones y revelaciones, se deben cumplir una serie de criterios para determinar que una aparición es real o no.
El sacerdote explicó a Desde la fe que la divulgación de dichas Normas tiene el objetivo de iluminar el discernimiento de los Obispos cuando tengan que enfrentar casos de esta índole.
El Obispo investiga el caso
En primer lugar, indicó el padre Alcántara, ante una supuesta aparición, el Obispo del lugar tiene el deber de intervenir, y únicamente cuando éste lo solicite o la cuestión haya trascendido, puede hacerlo la Conferencia del Episcopado nacional. En el caso de la Santa Sede, puede intervenir sólo a petición del Obispo, de un grupo cualificado de fieles o en casos muy graves.
Detalló que una vez que se recibe la noticia de la supuesta aparición, el Obispo nunca debe negarla ni aceptarla inmediatamente, sino escuchar con atención y proceder a investigar el caso ya sea él directamente o delegar a alguien para hacerlo en su nombre.
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En caso de que delegue la averiguación a una persona, ésta tiene que contar con ciertas características:
“Por un lado, debe conocer lo que la Iglesia enseña sobre la divina Revelación y tener una formación en teología que comprenda las enseñanzas del magisterio sobre mariología, apariciones, revelaciones privadas, etcétera. Por otro lado, debe vivir su vida cristiana (sacerdotal, religiosa o laica) con intensidad, en permanente comunión con Dios y ejercitándose en las virtudes”.
Se hacen pruebas científicas
Tras recordar que, por ejemplo, una aparición sobrenatural es el caso de la Virgen de Guadalupe en el Ayate de San Juan Diego, el sacerdote aseguró que todo proceso de discernimiento debe partir de un principio teológico muy sencillo y claro: “todo es natural (de origen humano) mientras no se demuestre lo contrario”.
A partir de lo anterior, se hacen pruebas naturales con el auxilio de distintas ciencias, especialmente cuando se trata de la aparición de una imagen, que por lo general es un hallazgo, es decir, que no se le apareció a alguien, sino que esa persona la encontró o se topó con ella.
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“Hay que comenzar estudiando el medio que rodea a la imagen: la humedad, filtraciones de agua, humo, exposición al sol del material donde se encontró, agentes externos, etcétera. Probablemente en estos factores encontremos la respuesta a la supuesta aparición”, detalló.
Autorizan el culto
Concluida la fase de las pruebas, continuó el padre Alcántara, y en caso de que estas autentifiquen que se trata de una aparición real, el último paso es que la Santa Sede o el Obispo del lugar aprueben una determinada manifestación de la Virgen María y se procede a autorizar el culto correspondiente.
“Lo que autorizan es el culto, la devoción, la oración bajo esa determinada forma, pues para la Iglesia el hecho de rezarle a la Virgen María en un determinado lugar, bajo un nombre y con las características de esa imagen ya autorizada por la Iglesia, no hace mal ni tiene desviaciones”, aseveró.
Lo que sí debe quedar claro, concluyó el padre Rogelio Alcántara, es que “la Iglesia jamás se pronunciará por la autenticidad o no de las experiencias que dieron origen a la aparición”.