Tres consejos de Mark Wahlberg para vivir la Cuaresma a plenitud
En una reciente entrevista, Mark Wahlberg aseguró que su fe católica le ha ayudado a ser un mejor actor en Hollywood.
Mark Wahlberg es uno de los actores más famosos y mejor pagados de Hollywood. Pero también, uno de los católicos famosos más comprometidos.
Aunque es un actor y productor católico, no hace exclusivamente cine católico; de hecho, no lo hacía para nada hasta el año pasado, cuando llevó a la pantalla grande la película “El Milagro del padre Stu”, que narra la emocionante vida del sacerdote católico Stuart Long, fallecido en 2014.
Sin embargo siempre ha expresado su fe. Lo hace en sus redes sociales, donde comparte, por ejemplo, sus fotografías del Miércoles de Ceniza o algunas reflexiones y momentos de oración; también ha dado entrevistas a diversos medios de comunicación, en las que habla de la importancia que tiene Dios en su vida.
Esta semana, el famoso actor asistió al show “Today” de Fox News, en donde fue entrevistado. Ahí, Wahlberg aseguró que no puede renegar de su fe.
“Es un balance. No quiero forzar a nadie a aceptarlo, pero no niego mi fe. Ese es un pecado aún mayor. No es popular en mi industria, pero no puedo negar mi fe. Es importante para mí compartir eso con la gente”, enfatizó.
Además, Mark aseguró que vivir la religión católica a plenitud, también ha sido benéfico para su carrera como actor.
“Una vez que comencé a interesarme por las películas y pasé de la música, me di cuenta de que necesitaba mucha disciplina en mi vida, y esa disciplina me ha proporcionado muchas otras cosas”.
Durante esta entrevista, Mark Wahlberg dio una serie de consejos para vivir esta Cuaresma, mostrando su interés en compartirlos con la gente:
“Ya sea ayunando, desapegándose de otras cosas y simplemente pasando más tiempo con Dios en oración o en reflexión, esas cosas son importantes”.
Este miércoles comenzó la temporada de Cuaresma que se sustenta en tres pilares fundamentales: la oración, la caridad y el ayuno y abstinencia. Estos pilares no tienen como objetivo complicarnos la vida, o generar en nosotros una carga, como si con nuestras privaciones pudiéramos pagar el sacrificio que Cristo ha hecho por nosotros en la Cruz, pero sí nos llevan al corazón de nuestra fe, a prepararnos a la noche de las noches, a la Vigilia Pascual, donde el Señor vence la muerte y nos resucita con Él.