14 de diciembre: san Juan de la Cruz, el místico que transformó la espiritualidad de la Iglesia

Esta nota se actualizó el 8 de diciembre de 2025

El 14 de diciembre, la Iglesia celebra a san Juan de la Cruz, uno de los grandes maestros de la espiritualidad cristiana, doctor de la Iglesia, reformador del Carmelo y poeta místico español cuya obra sigue iluminando la vida de fe. Su profunda enseñanza sobre la unión con Dios continúa siendo una referencia para creyentes, religiosos, sacerdotes y estudiosos de la mística.

“A la tarde te examinarán en el amor”, es una de sus frases más conocidas, que resume la centralidad del amor en su doctrina espiritual.

Su obra influyó profundamente en personalidades como san Juan Pablo II, quien dedicó su tesis doctoral al estudio del pensamiento del santo carmelita. Foto: Especial

Un místico que marcó la historia de la Iglesia

Considerado uno de los mayores poetas de la lengua castellana, san Juan de la Cruz trabajó junto con santa Teresa de Ávila en la reforma de la Orden del Carmen en España, una empresa que transformó la vida religiosa del siglo XVI.

Fue canonizado en 1756 por el Papa Benedicto XIII. Su obra influyó profundamente en personalidades como san Juan Pablo II, quien dedicó su tesis doctoral al estudio del pensamiento del santo carmelita. Desde 1952 es patrono de los poetas, y en 1926 el Papa Pío XI lo declaró Doctor Mysticus, al reconocer la altura espiritual y teológica de su doctrina.

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Infancia y formación

San Juan de la Cruz nació en 1542 en el reino de Castilla, en una familia de judíos conversos, y fue bautizado como Juan de Yepes Álvarez. Quedó huérfano de padre a los cuatro años, y debido a la precariedad económica la familia se trasladó a Medina del Campo en 1551.

Entre 1559 y 1563 estudió humanidades con los jesuitas, mientras trabajaba en el Hospital de Nuestra Señora de la Concepción para costear sus estudios. Aprendió latín, retórica y realizó traducciones de autores clásicos como Cicerón, Virgilio, Horacio y Julio César, lo que influyó en la precisión literaria de sus obras.

Ingreso a la vida religiosa y encuentro con santa Teresa

A los 21 años ingresó al convento de los Carmelitas, donde adoptó el nombre de Fray Juan de San Matías. Tras completar el noviciado en el Convento de Santa Ana, estudió artes en Salamanca (1564-1567), destacando como uno de los estudiantes más brillantes de su época.

De regreso a Medina del Campo para recibir la ordenación sacerdotal, conoció a santa Teresa de Jesús, encuentro que cambiaría el rumbo de su vida. La santa lo invitó a unirse a la reforma del Carmelo, un proyecto que buscaba volver a la vida austera y contemplativa de los primeros carmelitas.

Juan aceptó y comenzó a acompañarla en sus fundaciones por diversas ciudades de España.

Prisión por defender la reforma

El 3 de diciembre de 1577, san Juan de la Cruz fue apresado por los carmelitas no reformados, quienes se oponían firmemente a la reforma emprendida por Teresa de Ávila. Lo recluyeron en una celda estrecha del convento de Toledo durante ocho meses, sometido a castigos y privaciones extremas.

Durante ese cautiverio escribió algunos de los poemas que luego darían origen a sus obras maestras, como La noche oscura del alma. Su experiencia de sufrimiento, purificación y encuentro con Dios en medio de la oscuridad marcaría para siempre su doctrina.

San Juan de la Cruz fue encarcelado en 1577 por defender la reforma carmelita, y en aquella dura prisión escribió algunos de sus poemas místicos más profundos. Foto Especial.

Últimos años y servicio a la Orden

Tras escapar de su prisión, Juan viajó a Andalucía. En 1579 se estableció en Baeza como rector del Colegio Mayor, donde permaneció hasta 1582. Más tarde fue enviado a Granada, tras ser nombrado Tercer Definidor de la Orden, y en 1588 se convirtió en Primer Definidor.

Sin embargo, nuevos conflictos internos lo llevaron a ser destituido de todos sus cargos. Retirado en el convento de La Peñuela, en La Carolina, entregó su alma a Dios el 14 de diciembre de 1591.

Doctor de la Iglesia y maestro espiritual

La espiritualidad de san Juan de la Cruz es una de las más profundas y universales del cristianismo. Sus obras más conocidas —Noche oscura del alma, Cántico espiritual y Llama de amor viva— son guías magistrales para comprender el camino interior hacia la unión con Dios.

Su fiesta litúrgica se celebra cada 14 de diciembre, día en que la Iglesia recuerda a este doctor de la Iglesia, modelo de vida contemplativa y guía seguro en los momentos de crisis, oscuridad o búsqueda espiritual.