Nuevo Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa Griega para México y Centroamérica
En su primer discurso, el ahora Arzobispo manifestó su deseo de visitar pronto a la Virgen de Guadalupe.
El Patriarca Ecuménico Bartolomé designó al Archimandrita Jacobo, de 30 años de edad, como nuevo Arzobispo Metropolitano para la región de México, Colombia, Venezuela, Centro América y el Caribe de la Iglesia Ortodoxa.
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Hasta hace poco, este religioso se desempeñaba como Alto Comisionado Sacerdotal de la Arquidiócesis de Atenas, y sustituirá en el cargo al Arzobispo Atenágoras.
El nuevo Arzobispo Metropolitano de la Iglesia Ortodoxa nació en Pensilvania, Estados Unidos; realizó estudios en Alemania, se graduó en la escuela de teología de la Santa Cruz en Boston y el posgrado lo hizo en la universidad de Exter. Habla inglés, griego, español, italiano y alemán.
La entronización de su eminencia Jacobo, nuevo Arzobispo Metropolitano, tuvo lugar en la Catedral Ortodoxa de Santa Sofía, en el Estado de México, misma que fue adornada con banderas de Grecia.
Asistieron arzobispos, obispos, diáconos de varios países de América, entre ellos, el Metropolitano de la Iglesia de Antioquia en México, el Arzobispo Ignacio, y el de la Iglesia Rusa, el arzobispo Alejo, así como varios embajadores acreditados en México, entre ellos, la embajadora de Ucrania.
También asistió el Dr. Jorge Lee, Director General de Asuntos Religiosos de la Secretaría de Gobernación, quien, entrevistado, dijo que en México son ejemplares las relaciones ecuménicas, pues distintas iglesias comparten sus propósitos y fines a favor de la paz y del bien común, y también asistió el Nuncio Apostólico en México, Joseph Spiteri, a quien el nuevo Arzobispo Metropolitano agradeció personalmente su asistencia y dijo que las relaciones con la Iglesia católica son muy fraternales y existe un largo camino de hermandad.
En su discurso el nuevo Arzobispo Metropolitano para México, Jacobo, lamentó que en estos tiempos haya un olvido de Dios entre mucha gente, y en cambio, “crece la exaltación del ego”. Se refirió a su Iglesia en esta nueva sede como un templo en tierra de misiones para atender a las comunidades de fieles ortodoxos. Durante la ceremonia, el Metropolitano Jacobo recibió el báculo pastoral, un medallón pectoral y el manto.
Al término de la ceremonia religiosa, el nuevo Arzobispo, entrevistado por Desde la fe, mostró que, en el interior de su calimaflo, con el que cubre su cabeza, llevaba una medalla de la Virgen de Guadalupe, y expresó su deseo de visitar la Basílica del Tepeyac en las próximas fechas para saludar a esta importante advocación de la Virgen María. Cabe señalar que el nuevo Arzobispo adoptó el nombre de Santiago.
Entre los asistentes también estuvo el padre Edgar Valtierra, encargado de las Relaciones Ecuménicas y el Diálogo Interreligioso de la Arquidiócesis Primada de México.