La Sábana Santa se expondrá por internet para pedir el fin de la pandemia
La Ostensión Extraordinaria de la Sábana Santa se hará desde Turín este Sábado Santo; podrá verse por internet.
Este Sábado Santo 11 de abril, a las 5 de la tarde hora de Turín, 10 de la mañana hora de México, se llevará a cabo una Ostensión Extraordinaria de la Sábana Santa que será transmitida a través de los medios de comunicación.
No es la primera vez que se exhibe la Sábana Santa por los medios de comunicación, ya en 1973 se exhibió a un grupo de periodistas especializados y se transmitió por televisión. Posteriormente el Papa Benedicto XVI programó otra Ostensión televisiva para el 30 de marzo, Sábado Santo del año 2013. Como seguramente recordarán, el Papa Benedicto XVI renunció en febrero de ese año, pero la Ostensión televisiva se llevó a cabo, y el Papa Francisco mandó un videomensaje para la ocasión.
La Ostensión de este año es extraordinaria por varias razones. La principal es la circunstancia que vive la humanidad con el azote del coronavirus, esta pandemia que tantas muertes ha causado a nivel mundial y tanto daño económico colateral ha traído.
La Sábana Santa es la Reliquia por excelencia. La más importante de la Cristiandad. Estuvo en contacto por unos instantes con el cuerpo resucitado de Nuestro Señor Jesucristo, tiene restos de la sangre redentora de Cristo, siendo por lo tanto una reliquia de primer grado del mismísimo Jesús de Nazaret, una reliquia excelsa y que no tiene comparación ni de lejos, con ninguna otra.
El Papa Francisco, y el Arzobispo de Turín, monseñor Cesare Nosiglia, ante la gravedad de la pandemia, ante su avance hacia todos los rincones del mundo, ante la dificultad de detenerla y ante los gravísimos efectos económicos que se prevén, han decidido recurrir al Señor del Universo, al Logos del Padre, por medio de esta reliquia que Él mismo quiso dejarnos. Ya lo dijo Pedro en su momento: “Señor, ¿A quién iremos? Tú tienes palabras de vida Eterna” (Jn,6,68).
La Sábana Santa como auxiliar ante las epidemias
Pero es importante saber que ya, en otra ocasión la Síndone (Sábana Santa) fue auxiliar importantísimo para acabar con una epidemia. A fines del siglo XVI, más concretamente, a fines de 1577 se desató un brote de peste negra en el norte de Italia, particularmente en Milán.
El entonces Arzobispo de Milán Carlos Borromeo de una muy distinguida familia local, luchó duramente contra la peste atendiendo personalmente a los infectados, pero era tan grave la situación, que deseando recurrir al Señor del Universo, y conociendo que la Síndone se encontraba en la ciudad francesa de Chambery, en la posesión de los Duques de Saboya, hizo la manda de ir en peregrinación a pie, a venerar la Sábana Santa, de Milán a Chambery, atravesando los difíciles Alpes franceses que hacen la frontera entre Italia y Francia.
Cuando se declaró la peste extinguida el 20 de enero de 1578, Carlos Borromeo le escribió al Duque Manuel Filiberto, dueño de la Síndone, manifestándole su intención de peregrinar hasta Chambery. La respuesta fue que el Duque decidió trasladar la Síndone a Turín, para ahorrarle el cruce de los Alpes, montañas con nieve permanente.
Así, gracias a la promesa de San Carlos Borromeo de ir a venerar esta preciosa reliquia, que Nuestro Señor Jesucristo se compadeció de la Diócesis de Milán y les concedió la gracia de que desapareciera la peste.
Ahora nos encontramos en una situación mucho más calamitosa. Ahora, no está en peligro una región de un país, sino el mundo entero. Pero, también ahora, gracias a los medios de comunicación masiva y a las tecnologías de streaming, será posible que de todas partes del mundo nos unamos en veneración y oración ante esta extraordinaria reliquia.
Seamos millones los que unimos nuestras oraciones
Esperamos ser varios millones quienes este Sábado Santo, gracias a la tecnología bien usada, podamos unir nuestras oraciones, nuestras peticiones y nuestras lágrimas, para pedirle al Señor del Universo que se apiade de esta humanidad pecadora, y suplicante.
Pedirle que acorte los tiempos de la pandemia y que mejore los tiempos de la crisis económica, que nos tome con sus manos que instituyeron la Eucaristía, y nos coloque en el cruce de los brazos de Santa María de Guadalupe, quién, en Juan Diego, nos dijo a toda la humanidad: no se turbe tu corazón, no temas esta enfermedad, ni otra alguna enfermedad o angustia. ¿No estoy yo aquí, que soy tu Madre? ¿No estás bajo mi sombra y resguardo? ¿No soy la fuente de tu alegría? ¿No estás en el hueco de mi manto, en el cruce de mis brazos?
Sin duda, la de este sábado será un Extraordinaria Ostensión. Todo el mundo tendrá oportunidad de unirse en oración ante el Señor de la vida, por medio de esta excelsa reliquia que nos dejó al momento de resucitar. Fecha además inmejorable, cuando la cristiandad entera nos encontramos en la espera del cumplimiento de la promesa de la resurrección, en el silencio del sábado, como lo llamó Su Santidad Benedicto XVI, cuando fue a venerarla en el año 2010.
El Señor nos prometió en Mateo 7,7: “Pidan y se les dará; busquen y hallarán; llamen y se les abrirá” Este Sábado Santo, todos unidos “Pidamos, busquemos y llamemos”, con ánimo tranquilo, espíritu confiado y fe sólida en que el Señor responderá. ¡Amén!
Encuentra el link de la transmisión de la Sábana Santa en vivo aquí.
El autor es físico egresado de la Facultad de Ciencias de la UNAM y Presidente del Centro Mexicano de Sindonología.