“Aliviar los pies de los peregrinos es honrar su caminar”
En la Basílica de Guadalupe un grupo de masajistas decidió ofrendar su trabajo a la Virgen.
Amor, trabajo y devoción es lo que 10 masajistas del grupo de los Trabajadores de las Rosas ofrendaron a la Virgen de Guadalupe este miércoles. Desde las 6:00 horas se dieron a la tarea de aliviar los pies cansados de los peregrinos que quisieron recibir esta ofrenda.
“Sabemos que hacen un esfuerzo impresionante, pues caminan durante mucho tiempo, con condiciones adversas e incluso durante días con el propósito de ver a la Virgen de Guadalupe. Nosotros quisimos honrar su caminar con un pequeño masaje a sus pies”, comentó Jesús Gómez.
En una carpa instalada a un lado del carillón, en el Atrio de las Américas, se dispusieron a atender a todo aquel que lo solicitara. Ahí cada masajista recibía a los peregrinos y les solicitaba recostarse con los pies descalzos sobre una colchoneta. Les daban una rosa, símbolo de la Virgen de Guadalupe, y comenzaban la terapia.
Jesús Gómez recordó que, así como lo hizo Juan Diego, se volvió una tradición hacer largas caminatas para honrar a la Virgen, “y desde ese entonces los mexicanos no hemos dejado de peregrinar a la Villa de Guadalupe a ver a nuestra Madre”.
Aseguró que hasta el mediodía de este 11 de diciembre llevaban atendidas a 98 personas, que en su mayoría llegaban con los pies cansados y lastimados. “Realmente es una labor muy bella, ellos quedan muy agradecidos porque alguien les da un momento de reposo”.
El grupo de masajistas Trabajadores de las Rosas permaneció en el santuario hasta las primeras horas del 12 de diciembre.
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