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La historia detrás de la Salus Populi Romani: ¿Qué significa y por qué es el ícono más famoso de Roma?

El Papa Francisco lo visita con frecuencia, habitualmente antes y después de cada viaje, o de algún pedido de gran importancia. Te contamos el origen de esta imagen mariana que se cree fue realizada por San Lucas.

5 agosto, 2024
La historia detrás de la Salus Populi Romani: ¿Qué significa y por qué es el ícono más famoso de Roma?
La pintura Salus Populi Romani o Nuestra Señora de las Nieves. (Crédito: Creative Commons)

Es considerado el ícono mariano más relevante de Roma y se encuentra ubicado en la basílica Santa María la Mayor. Se trata de la Salus Populi Romani, una pieza excepcional, cuya autoría es atribuida nada menos que al evangelista San Lucas.

Está elaborada sobre un trozo de cedro rectangular de 117 por 79 cm. Y en él se observa a la Virgen María cargando al Niño Jesús. ¿Pero por qué despierta tan sorprendente expresión de fe y devoción popular la “Protectora del Pueblo Romano”? Te contamos su origen y las razones del cariño en torno a esta sacra imagen.

Se le conoce popularmente como “Nuestra Señora de las Nieves” a partir del siglo XIX, si bien este ícono bizantino llega a Roma en el año 590 d. C. durante el pontificado del papa Gregorio I.
En cuanto al origen del Theotokos Hodegetria, como se define esta representación mariana, hay que remitirse a la tradición pictórica de San Lucas, pintor de la Virgen María.

Así lo explica Ramón Cao Rondán, autor de artículos especializados, profesor universitario e historiador del Arte, en el boletín 35 del año 2017 de la revista ArtGEst Gestión Cultural & del Patrimonio Histórico-Artístico.

Con base en la tradición, sostiene el experto en Arte Sacro que el ícono fue realizado “en un trozo de madera, de la mesa utilizada durante la Última Cena de Jesús o bien, en una mesa realizada por el propio Jesús y que después de su crucifixión fue guardada por la Virgen María”.

Interior de la Basílica de Santa María la Mayor. Foto: María Langarica
La imagen Salus Populi Romani en el interior de la Basílica de Santa María la Mayor. Foto: María Langarica

¿Por qué Salus Populi Romani es el ícono mariano más importante de Roma?

En lo que respecta a su ubicación, aparece en tiempos de Santa Elena, s. IV d.C., quien habría trasladado el ícono a Constantinopla, donde su hijo, el emperador Constantino el Grande, erigió una Iglesia para entronizarle.

Pero, tiempo después, es llevado a Roma, donde Gregorio Magno le da un puesto de honor en su actual sede, la basílica papal de Santa María la Mayor. Así, argumenta Cao, la “Salus Populi Romani” ocupó desde un principio un lugar privilegiado, al ponerse bajo resguardo del primer Santuario dedicado a la Virgen en Occidente.

En consecuencia, es considerado “el ícono más importante de Roma, debido a las repercusiones que tuvo su enorme veneración, para el pueblo romano, siendo considerado el patrón principal de la ciudad”.

Adicionalmente, su nombre deriva de la tradición de llevar la imagen en procesión a través de las calles de Roma, “para evitar peligros y desgracias, o poner fin al mismo”, agrega el historiador.

Su ubicación en el templo también varió con el paso de los años. Y lo mismo ocurrió con la denominación que alguna vez se hizo del mismo. En efecto, figura en un documento del año 1240 como Regina Caeli: “Reina del Cielo”.

En el siglo XIII es trasladado a la nave de la basílica y conserva el emplazamiento que para él consagró el papa Pablo V en el año 1613, específicamente en el altar-tabernáculo de la Capilla Borghese o Capilla Paulina de Santa María la Mayor.

Interior de la Basílica de Santa María la Mayor. Foto: María Langarica
Interior de la Basílica de Santa María la Mayor. Foto: María Langarica

Salus Populi Romani: características y significado de la imagen

La Salus Populi Romani genera una profunda devoción mariana y atrae a a miles de peregrinos del mundo cada año, gracias en parte a que presume de características iconológicas excepcionales.

“Funde tanto la belleza como el sentimiento religioso y responde al esquema iconográfico de la Theotokos Hodegetria, que significa etimológicamente: ‘Aquella que muestra el camino’”, detalla Cao Rondán.

Al describir la imagen, el especialista explica el que el Niño Jesús presenta su brazo derecho ligeramente levantado “como gesto de estar bendiciendo”. Aparece en la parte izquierda de la Virgen María, quien tiene sus brazos cruzados, “simbolizando la cruz donde morirá Jesucristo” y sosteniendo el rollo “en alusión a la ley divina”.

Además, Jesús porta en su brazo la Biblia. El infante fija su mirada permanentemente en su madre, quien “nos enseña el camino hacia la verdad, que es Jesucristo”.

Sobre la representación de la Virgen María, “aparece ataviada con un maphorion ‘manto’ muy oscuro, con túnica azul, apareciendo representada su virginidad a través de la cruz en forma de estrella, con cuatro puntos entre los espacios”. Mientras que el niño lleva color amarillo “en alusión a la realeza”.

De igual forma, el ícono es acompañado por letras griegas que indican la maternidad divina de María: “MP” y “OY” abreviatura de Theou Mater: “Madre de Dios”.

La rica devoción al querido ícono bizantino obedece a cientos de años de historia e intercesión divina, así como a gestos de los papas a través del tiempo que han contribuido a intensificar el culto mariano.

Intercesión divina contra la Peste Negra

Parte de esas acciones se remontan al año 593, cuanto el papa san Gregorio Magno hizo llevar la imagen desde la Basílica de Santa María la Mayor hasta la Antigua Basílica de San Pedro para implorar el fin de la Peste Negra, gracias a la intercesión de la santísima Virgen María.

No sería el único. Pío V suplicó ganar la batalla de Lepanto, Gregorio XVI le clamó a la Virgen en 1837 que intercediera ante Dios para poner fin a la epidemia de cólera que les azotaba, Juan Pablo II rezó ante su imagen y brindó una copia a los jóvenenes como compañera de la Cruz peregrina de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) en 2005.

Además, cuenta con coronación canónica y ha recibido en varias oportunidades la rosa de oro, una pieza de especial profundo significado cargado de gran simbolismo.

La más reciente fue otorgada por el papa Francisco, en su visita 115 a la basílica liberiana, junto a un habitual homenaje floral. Lo hizo con el deseo de destacar “la importancia espiritual y el profundo significado que el icono tiene en la Iglesia”, según se lee en L’Osservatore Romano.

“Hacía 400 años que la rosa de oro no se ofrecía a la ß: el último Papa había sido Pablo V, en 1613, agrega la publicación oficial.

Hoy, como ayer, el ícono de la Salus Populi Romani sigue generado fascinación a los miles de propios y extraños que cada visitan la basílica papal para rendirle homenaje a la Madre de Dios.

Oración a la Virgen “Salus Populi Romani”

De acuerdo con una publicación de la Santa Sede, el sábado 7 de mayo de 2005, el Papa Benedicto XVI se dirigió a la Basílica de Santa María la Mayor y rezó esta preciosa oración ante el ícono de la Virgen “Salud Populi Romano”:

Toda santa, digna de todo honor,
tú eres la mejor ofrenda
que la humanidad puede presentar a Dios.

Virgen madre, Madre siempre virgen,
dirige una súplica materna a tu Hijo.

Lleva hasta el puerto la barca de la Iglesia,
evitando los escollos y venciendo los oleajes.

Protege a esta ciudad;
conforta a quienes llegan a ella,
sin techo ni defensa,
y extiende a todos tu apoyo.

Con fe te veneramos, Madre de Dios;
con amor te honramos;
con esperanza acudimos a ti,
y te proclamamos bienaventurada.

Tú, Señora mía, mi consuelo de Dios,
ayuda de mi inexperiencia,
acoge la súplica que te dirijo.

Tú, que para todos eres fuente de alegría,
hazme digno de exultar juntamente contigo.

Mira a la asamblea de los creyentes,
Madre del Salvador;
aleja de ellos las desgracias y las aflicciones;
líbralos del mal y del maligno;
protégelos con la abundancia de tu benevolencia.

Al regreso glorioso de tu Hijo, nuestro Dios,
defiende con tu materna intercesión
nuestra fragilidad humana
y acompáñanos hasta la vida eterna
con tu mano afectuosa,
tú que eres poderosa por ser Madre. Amén.



Autor

Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales.