“Grace for the World”: así fue el inédito concierto en el Vaticano por la fraternidad
El evento "Grace for the World" en el Vaticano fue un recordatorio de que la música, como la fe, tiene fuerza para sanar, tender puentes y anunciar esperanza.
La música puede ser espectáculo, pero en ocasiones se transforma en oración, en gesto de unidad y en signo de que la fe tiene la capacidad de reunir a la humanidad más allá de culturas y lenguas. Ese fue el espíritu que envolvió a la Plaza de San Pedro, en el Vaticano, la noche del sábado con el concierto “Grace for the World”, que clausuró el Encuentro Mundial sobre la Fraternidad Humana.
En el corazón del Vaticano, bajo la mirada del apóstol Pedro y a los pies de la Basílica, resonaron voces como la de Andrea Bocelli, John Legend, Pharrell Williams, Karol G, Il Volo y Jennifer Hudson, entre otros. Sin embargo, más allá de la fama y los nombres, el concierto buscó ser un “abrazo simbólico al mundo”, un recordatorio de que la música, como la fe, tiene fuerza para sanar, tender puentes y anunciar esperanza.
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Cielo Abierto: un concierto que alimenta el espíritu
La apertura con Amazing Grace, himno universal que proclama la misericordia de Dios, marcó el tono espiritual de la velada. Luego, las imágenes proyectadas por más de 3,000 drones perfectamente coordinados iluminaron el cielo romano, dibujando la figura del Papa Francisco, el rostro de la Virgen María, el Niño Jesús y una paloma blanca. Las luces enmarcaron con esplendor el contorno de la cúpula de Miguel Ángel y la columnata de Bernini, transformando el Vaticano en un santuario de arte y oración compartida.
El concierto, transmitido en vivo por Disney+, congregó a más de 300,000 personas en la Plaza de San Pedro, además de millones de espectadores en todo el mundo.
El cardenal Mauro Gambetti, presidente de la Fundación Fratelli Tutti, recordó las palabras del Papa León XIV: “no a la guerra, sí a la paz y a la fraternidad”. Invitó a los presentes a mirar a Jesús desde la Plaza de San Pedro, como modelo de compasión, diálogo y perdón.
Los artistas retomaron este mensaje espiritual. Pharrell Williams agradeció al Papa por recordarle “lo que significa la fraternidad” e invitó a difundir luz en todas las denominaciones. John Legend proclamó que “no importa a quién adoremos, el amor debe ser fuerza ante la injusticia”. Jelly Roll elevó un espontáneo “¡Te amo, Jesús!” en medio de su interpretación. Y los tenores de Il Volo ofrecieron una vibrante versión del Magnificat, himno de alabanza a Dios.
El programa también se enriqueció con testimonios de líderes y voces comprometidas con la paz. Graça Machel Mandela, viuda de Nelson Mandela, clamó por el fin de la violencia en Palestina, Sudán, Ucrania, Congo, Myanmar y Mozambique. Nadia Murad, premio Nobel de la Paz y sobreviviente del Estado Islámico, recordó que la libertad se sostiene en la dignidad de cada ser humano y en la educación que enseña compasión.
La colombiana Karol G compartió escenario con Andrea Bocelli en una emotiva interpretación de Vivo por ella. También participaron el cantante tailandés BamBam y el coro gospel Voices of Fire, dirigido por el maestro Marco Frisina junto al coro de la Diócesis de Roma. En la parte final, el tema Happy de Pharrell Williams desató un canto alegre que preparó la clausura con el coro Voices of Fire.
El concierto “Grace for the World” no fue solo música, fue un signo espiritual y cultural que recordó que somos hermanos, llamados a la paz, a la justicia y al cuidado del mundo que Dios nos ha confiado.