“Lo imposible se hizo posible”: así se inauguró la parroquia santuario de San Judas Tadeo en CDMX
La CDMX ya cuenta con una parroquia santuario dedicado a San Judas Tadeo, patrón de las causas difíciles.
Este viernes, en Cuemanco, la comunidad celebró la erección de la Parroquia de San Judas Tadeo como santuario. Entre cantos, flores y fieles que llegaron desde temprano, también aparecieron historias que explican por qué este lugar significa tanto para los devotos.
Una de ellas es la de Lupita y su esposo, quienes desde hace más de 30 años confían en la intercesión del “patrón de las causas difíciles” ante Dios. Y aunque han vivido muchos momentos de agradecimiento, dicen que el más grande ocurrió hace 25 años.
“Me salvó a mi niña, estaba muy grave”, dijo Lupita con voz entrecortada, al recordar cuando su hija, de apenas nueve meses, enfermó de un tipo de gripa que ningún médico pudo explicar ni controlar, y poco a poco se fue complicando más. “Nos dijeron que no había nada más qué hacer”. En su desesperación, acudió a la parroquia y pidió la intercesión del santo.
“Cuando regresé al hospital, los doctores nos dijeron que lo que había pasado con la niña era un milagro”, relató mientras se le llenan los ojos de lágrimas.
Contra todo pronóstico, su bebé se recuperó. Y desde entonces, no pierden la oportunidad para asistir a la parroquia. Este viernes regresaron una vez más, ahora para presenciar cómo el lugar que ha acompañado su historia de fe fue oficialmente reconocido como santuario.
¿Cómo fue la ceremonia de la nueva parroquia santuario de san Judas?
La celebración comenzó al mediodía y fue presidida por el Arzobispo Primado de México, Cardenal Carlos Aguiar Retes, quien encabezó el rito oficial mediante el cual la parroquia fue erigida como santuario. Antes de iniciar su homilía, el Cardenal pidió a los fieles sacar la oración a San Judas Tadeo para rezarla todos al mismo tiempo; voluntarios la habían repartido previamente entre los asistentes, asegurándose de que nadie se quedara sin ella.
Durante la Homilía, el cardenal explicó el origen bíblico de estas celebraciones, recordando que el pueblo judío instituyó fiestas de varios días para conmemorar la dedicación del templo. A partir de ese pasaje, invitó a la comunidad a vivir esta nueva etapa del templo “con la misma alegría y esperanza” que mostró Israel al restaurar su casa de oración.
También subrayó que la fiesta no debe reducirse a un solo día, sino vivirse como un octavario, es decir, ocho días de preparación y festejo, siguiendo la tradición antigua que menciona el Primer Libro de los Macabeos.
El cardenal remarcó que la verdadera casa de Dios es la comunidad misma, pues “somos nosotros el templo del Señor”, como enseña san Pablo. Por ello pidió a los fieles mantener viva la misión recibida en el bautismo y la confirmación, y dejar que la Eucaristía fortalezca el espíritu de unidad.
Al final, encomendó a la comunidad a san Judas Tadeo —a quien llamó un poderoso intercesor— y pidió que el nuevo santuario forme una comunidad “ferviente, alegre y dispuesta a ayudarse unos a otros”.
De una “estampita” a un santuario
Entre los asistentes también estaba Xóchitl, cuya devoción comenzó cuando tenía apenas ocho o nueve años, gracias a la primera estampita de San Judas Tadeo que un desconocido le regaló en la calle.
“Desde ahí me hice muy devota; incluso lo llegué a soñar de niña”, recordó. Creció visitando esta parroquia: aquí se casó y aquí ha regresado cada vez que enfrentó un problema en la escuela, en la universidad o en el trabajo.
“No puedo decir un solo milagro, porque han sido muchos. Cada vez que tenía un examen difícil o una preocupación, venía, le pedía… y él siempre me ayudaba”.
Hoy volvió al ahora santuario con una nueva súplica: la salud de su pequeño Emi, de siete años, quien enfrenta un problema de lenguaje. “Vengo a pedir su intercesión para que mi niño pueda hablar. Yo le tengo mucha fe; él siempre ha intercedido por mí”.
Para ella, ver convertida en santuario la parroquia a la que ha acudido desde niña es un regalo: “Hemos venido aquí desde chiquitos. Se siente muy bonito que justamente este lugar sea el santuario”.
San Judas Tadeo ya tiene parroquia santuario en CDMX
La única parroquia dedicada a san Judas Tadeo en la Arquidiócesis Primada de México, ubicada en la colonia Cuemanco, fue erigida al rango de santuario con el nombre oficial de “Parroquia Santuario San Judas Tadeo”, informó la Arquidiócesis a través de un comunicado.
Tras escuchar al Consejo Presbiteral, conforme a lo establecido por el Derecho Canónico (cfr. c. 495 §1 CIC), el Arzobispo Primado de México, Carlos Aguiar Retes, determinó establecer a la Parroquia de San Judas Tadeo como parroquia santuario.
¿Qué es un santuario?
La Arquidiócesis de México explicó que los santuarios son “realidades vivas de la Iglesia” nacidas de la piedad popular, donde los creyentes peregrinan para encontrar auxilio espiritual, dar gracias, pedir favores o fortalecer su fe (cfr. c.1230 CIC).
TE RECOMENDAMOS:
Oración a san Judas Tadeo para una situación difícil
¿Dónde está la nueva parroquia santuario de San Judas Tadeo?
La ubicación de la Parroquia de San Judas Tadeo
El nuevo Santuario dedicado a San Judas Tadeo está ubicado en la Parroquia de San Judas Tadeo, localizada en Calzada del Hueso 1071, Colonia Cuemanco, Alcaldía Tlalpan, CP 14330.
TE RECOMENDAMOS:
¿Quién es San Judas Tadeo? Esta es su verdadera historia
Un fruto de la visita de la reliquia
En entrevista con Desde la fe, el presbítero Tharcisse Rocundo, párroco de San Judas Tadeo en Cuemanco, expresó que esta elevación a santuario es considerada uno de los frutos de la estancia de la reliquia en la parroquia.
El padre Tharcisse destacó los múltiples signos de fervor popular hacia el Apóstol que ha observado en la comunidad parroquial. “También hemos visto una purificación de la devoción. Ya no se le considera solo el ‘patrón de los maleantes’, sino el intercesor de todos aquellos que necesitan ayuda. Muchos devotos han compartido testimonios de peticiones concedidas, lo que fortalece la fe de otros creyentes”, explicó.
El padre señaló que se ha notado un aumento de intenciones de agradecimiento, especialmente después de la visita de las reliquias, así como una mayor veneración en la capilla del santo, “visible en la cantidad de velas encendidas cada día”.
“También hemos visto un incremento en las confesiones, pues la gente busca no solo al santo, sino también una renovación espiritual“, añadió.
Asimismo, el sacerdote destacó que, después de la Virgen de Guadalupe, la devoción a San Judas Tadeo “es la más numerosa dentro de la Arquidiócesis y la presencia de las reliquias ha fortalecido la fe tanto de los devotos como de quienes han sido testigos de su transformación. Es un impacto profundo que se siente en toda la comunidad”, concluyó.




