“Escuchamos, no juzgamos”: Cardenal Aguiar estrena podcast de Desde la fe para jóvenes

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“Escuchamos, no juzgamos”: Cardenal Aguiar estrena podcast de Desde la fe para jóvenes

Desde la fe estrena podcast: “Escuchamos, no juzgamos”, en el cual se atienden y esclarecen las dudas de los jóvenes sin prejuicios.

7 agosto, 2025

Desde la fe tiene nuevo podcast para hablar de temas, dudas, inquietudes de los jóvenes bajo la óptica de la fe: “Escuchamos, no juzgamos”. Y nuestro padrino de este primer episodio fue el Arzobispo Primado de México, el Cardenal Carlos Aguiar Retes, quien dialogó con tres jóvenes sobre el sentido de la vida, y particularmente las vocaciones.

“Escuchamos, no juzgamos” es un espacio que, como su nombre lo indica, fue creado para escuchar sin prejuicios las dudas de los jóvenes, y fue motivado por el Documento Conclusivo de la XIII Asamblea Arquidiocesana, la cual integra dentro de sus cinco pautas una que lleva por nombre “Escuchar con compromiso”, un llamado de nuestros pastores para dejarnos interpelar e involucrarnos por lo que el otro tiene que decir.

Este episodio fue grabado en el marco del Jubileo de la Juventud, realizado el pasado 5 de julio en el Seminario de la Arquidiócesis Primada de México, y que reunió a más de 5,000 jóvenes.

¿Cómo nació la vocación del Cardenal Aguiar Retes?

“Mi abuelita Laura me decía: ‘Carlitos, fíjate, en esa casita donde guarda la hostia el sacerdote, ahí se queda Jesús, ¡háblale, dile lo que quieres, lo que piensas!'”. Así comenzó a gestarse una profunda amistad que derivaría años más tarde en vocación sacerdotal del ahora cardenal Carlos Aguiar.

El arzobispo lo confiesa en un sobrecogedor testimonio que brinda a sus invitados al estrenar el podcast de Desde la fe. En el ameno encuentro, el cardenal explica que durante su niñez contó con el apoyo de su abuela materna, a quien llamaba con cariño “Laurita”.

Cuenta que aquella época era anterior al Concilio Vaticano II, pues nació en el año 1950. Y recuerda que en ese entonces “solamente se celebraban misas en la mañana, en latín; y la mayor parte de la gente iba más bien en la tarde al rosario. Después de que terminaba el rosario, se exponía al Santísimo Sacramento y daba la bendición el sacerdote”.

“Tendría yo seis o siete años, y me metí de monaguillo a ese templo donde me llevaba mi abuelita, y fui monaguillo desde los ocho años a los once. Pero a los diez hubo un sacerdote que fue a la escuela donde yo hacía mi primaria”, narra el el Cardenal Aguiar.

“Quería ser médico, sacerdote… o aviador”

“El sacerdote nos pidió que pusiéramos (por escrito) tres cosas que quisiéramos ser de grandes. Yo puse en primer lugar: médico, porque mi abuelita se acababa de morir, ¡y yo la quería mucho!; en segundo puse sacerdote. En tercer lugar, piloto aviador, pues quería conocer el mundo”.

“Esas tres cosas puse”, insistió. “Y el padre se acercó y me dijo: ¡Tú quieres ser sacerdote, ¿verdad? Te invito a ver el seminario”.

Una reacción ante la propuesta: “Yo quería ser primero médico”… “Pero también pusiste que quieres ser sacerdote, ¿por qué no vas y conoces el seminario?”, insistió quien lo invitó, y la cita fue concretada.

Ya con una fecha, acudieron dos compañeros. Por gracia de Dios, ambas vocaciones se concretaron. En efecto, uno de los chicos es José Luis Hernández Plata, quien se convirtió en agustino; el otro se convirtió en sacerdote en 1973… y creado cardenal en el año 2016.

“Entonces esa fue la forma como surgió mi vocación y la decisión que tomé a los once años de ingresar a lo que entonces se llamaba Escuela Apostólica”.

Le gustaba viajar, confiesa en la amena conversación. Y va más allá al admitir que, de hecho, siempre ha sido muy inquieto. En su periplo aprendió inglés “y empecé a recorrer el mundo”, también conoció el Gran Cañón de Colorado.

Después de ordenado, el obispo lo invita a estudiar, pues obtenía buenas calificaciones. Eligió Sagrada Escritura con un argumento difícil de rechazar: “Me interesa mucho la Biblia”. Así se hizo: fue enviado a Roma a estudiar la licenciatura. Y en las vacaciones conoció a “mucha gente, aprendí el italiano y finalmente me fui a Francia y estuve en una parroquia”.

Al término, el arzobispo primado de México le concedió dedicar parte del semestre para aprender y para practicar el francés, así que recorrió “casi toda Europa, de la que no era comunista, sino la que solamente conocí Checoslovaquia, Praga y Hungría, de lo que era bajo el régimen comunista, con cierta dificultad para entrar, pero entré”.

El Cardenal Aguiar Retes cuenta con una amplia experiencia al frente de importantes organismos e instituciones de la Iglesia. Fue  secretario general y más tarde presidente de la Conferencia Episcopal de México, también tuvo un cargo equivalente en el Consejo Episcopal Latinoamericano (CELAM), estudió en Tierra Santa… “Subí al Sinaí y recorrí el mundo”.

3 claves para descubrir tu vocación

El cardenal Carlos Aguiar también respondió cómo pueden encontrar los jóvenes su vocación. Dijo estar “convencido de que cuando somos creados por Dios en el seno de nuestra madre y gracias a nuestros padres, el Señor ya se fijó en nosotros, fijó sus ojos y puso semillitas”.

Sin embargo, con “esas semillitas uno debe hacer discernimiento”. Al respecto, sugiere tres elementos a seguir en este bonito proceso:

  1. Preguntarse por qué me gustaría esta vocación. Esclarecer en realidad por qué me gustaría ser esto, por qué me gustaría ser lo otro y definirlas y no quedarse en la ambigüedad”.
  2. Darse el tiempo necesario para la reflexión. Dijo que es importante pensarlo bien, darle su tiempo.
  3. Buscar orientación adecuada. Este camino de discernimiento también debe contar con apoyo: “Encuéntrate con alguien que te pueda orientar en esas cosas que quieres ser”.

¿Cómo es participar en el conclave?

El cardenal también habló de los especiales momentos que vivió durante la elección del Sucesor de San Pedro, pues participó en el cónclave del que salió el humo blanco con el nombre de León XIV.

“¡Esa es una experiencia inédita!”, dijo, tras recordar que no había participado anteriormente. Ciertamente, es cardenal desde el 2016 durante el pontificado del papa Francisco. “Fue él quien me creó cardenal y fue esta mi primera participación en cónclave”.

El cardenal Aguiar recordó que siempre fue muy amigo del papa Francisco: “Trabajamos juntos en el 2007 en Aparecida, Brasilia, en la quinta conferencia general del Episcopado Latinoamericano. Y yo dije: cuando muere un amigo, un hermano, tienes que ir al funeral. Y me fui al funeral. Después del funeral , comienza el precónclave; es decir, las congregaciones generales -o reuniones- en las que se van uniendo todos los cardenales, electores y no electores.

Menciona a un amigo “que desde niños entramos al seminario, él también tenía apenas 12 años cumplidos, yo 11 y medio, y es el cardenal actual de Guadalajara”. En el precónclave “podemos platicar unos con otros para pensar quién llena el perfil que se va diseñando en esas reuniones”.

Señala que desde la prensa especulaban con insistencia que se iban “a enfrentar de derecha e izquierda”, pero estaban muy equivocados. Él estimaba que el cónclave sería rápido y que “pronto encontraríamos a la persona”.

Llegó a pensar que “a lo mejor (el cónclave) termina el mismo día o más tarde del día siguiente. Y así fue”.

El prelado aborda muchos otros temas de gran interés, como la despedida de un amigo en el funeral del pontífice, también brinda sabias recomendaciones a quienes deben moverse “en un mundo tan dividido, polarizado, enfrentado y confrontado”, a y recuerda con insistencia fraterna que “siempre necesitamos unos de otros, agruparnos y convocar a otros”.

Te invitamos a estar pendiente de este podcast “Escuchamos, no juzgamos”, que tendrá un nuevo episodio los jueves cada 15 días, y que podrás encontrar en nuestras distintas redes sociales: YouTube, Instagram y TikTok.



Autor

Ingeniero Mecánico y periodista. Ex editor de medios católicos con rica experiencia en el desarrollo de contenido SEO, branding y manejo estratégico de plataformas digitales.