Card. Aguiar a trabajadores de la Curia: “Sean el rostro de Santa María de Guadalupe”
En su primer encuentro con el personal administrativo de la Curia y los colaboradores de las comisiones arquidiocesanas, el Arzobispo Primado ofreció un breve panorama de sus prioridades al frente de la Iglesia local más grande del mundo. Roberto Alcántara “Que todas las acciones que ustedes realizan, desde la más sencilla, como es la […]
- En su primer encuentro con el personal administrativo de la Curia y los colaboradores de las comisiones arquidiocesanas, el Arzobispo Primado ofreció un breve panorama de sus prioridades al frente de la Iglesia local más grande del mundo.
Roberto Alcántara
“Que todas las acciones que ustedes realizan, desde la más sencilla, como es la limpieza, hasta las más complejas, como las del tribunal, sean el rostro de Santa María de Guadalupe”. Así lo dijo el Card. Carlos Aguiar Retes al reunirse este viernes con los trabajadores de la Curia arquidiocesana en el auditorio del edificio de Durango 90, en la colonia Roma.
Tras el desayuno y conferencia de prensa que ofreció el Arzobispo Primado para presentar a su equipo de trabajo y responder a las inquietudes de los reporteros de la fuente religiosa, el Card. Aguiar tuvo una reunión con los miembros de las diferentes comisiones arquidiocesanas y con el personal administrativo de la Curia, de quienes escuchó algunas inquietudes, pero sobre todo felicitaciones y mensajes de bienvenida.
En este marco, el Card. Aguiar dijo que es muy importante que cuando la gente llegue a la Curia se sienta en su casa, “pues la Iglesia es la casa de sus hijos, y las instituciones que sirven a la Iglesia deben hacer sentir bien a cualquier persona, así venga amargada, enojada o con alguna molestia. Una buena cara –apuntó– consigue más que las palabras, consejos, justificaciones o disculpas”.
Por ello, llamó a los trabajadores de la Curia a irradiar el rostro de la Virgen Morena: “Tienen que ver en nosotros la actitud de María de Guadalupe, su amor. No es fácil, pues nuestro corazón late, tiene emociones, y a veces nos dan ganas de reaccionar, pero es ahí donde debemos poner pausa y reflexionar por qué estamos sintiendo ese enojo. Cuando hacemos esto, nos damos cuenta que de alguna manera nosotros tuvimos la culpa, pues no se hicieron las cosas como esperábamos. Y entonces se pasa rápido el enojo, y si a caso no se va, pues debemos pedirle ayuda a Dios”.
Durante este encuentro, que se llevó a cabo en un clima de cordialidad, e incluso salpicado de risas y aplausos espontáneos, el Card. Aguiar, además de hablar sobre cómo salvar las diferencias, trató algunos otros temas como las vocaciones y la importancia de hacer comunidad y de caminar juntos: sacerdotes, religiosos y laicos, para ser una Iglesia en salida.
Sobre la comunión en el clero, particularmente entre sacerdotes diocesanos y religiosos, dijo: “Hay que partir de lo general: todos somos hijos de Dios, y saber que, en lo específico, a unos los llamó en un carisma, vocación y servicio particular. Lo importante es irnos reconociendo dentro de nuestros oficios y responsabilidades, respetándonos y acercándonos positivamente… si nos relacionamos bien y ponemos en comunión nuestras responsabilidades, haremos que esto sea fecundo”.
En lo referente a las vocaciones, dijo que si no las hay, “es porque está faltando comunión eclesial, toda vez que es en la comunión donde el Señor derrama su espíritu”. Por ello, llamó a trabajar con una actitud de comunión en las relaciones intereclesiales.
El Card. Aguiar también se refirió a la importancia de trabajar para ser Iglesia en salida, conforme lo ha pedido el Papa Francisco. En este sentido, exhortó a los fieles a dejar de ser sólo miembros de una Iglesia para convertirse en una verdadera comunidad de discípulos: “No hay otra, debemos salir de nuestros habituales círculos de acción de la Iglesia”, dijo.
Refirió que para ser una Iglesia en salida es indispensable hacer un camino de preparación, de disposición y de organización, pues de lo contrario, las diferentes experiencias quedan aisladas y no se tiene el mismo efecto.
Puso como ejemplo la “Cuarta Misión” que se llevará a cabo el próximo 13 de mayo en la Arquidiócesis de Tlalnepantla, en la que participará en su calidad de Administrador Apostólico. Explicó que esta iniciativa consiste en que 40 mil misioneros salgan al mismo tiempo a evangelizar de puerta en puerta, lo cual –aseguró– ha tenido un efecto multiplicador, al grado de que se han podido establecer mil 500 comunidades parroquiales, las cuales han entrado en un proceso de formación. “Este proceso nos llevó poco más de tres años en Tlalnepantla. La Arquidiócesis de México por supuesto que es más grande, pero también tenemos que llevar este proceso, adaptándolo a los contextos propios de esta gran ciudad. Esa es una de mis prioridades”, afirmó.
El Card. Aguir se llevó las palmas cuando habló de la importancia de la mujer en la Iglesia; en este sentido, recordó que el nombramiento de Marilú Esponda como nueva directora de Comunicación Social fue muy bien recibido por los medios de comunicación. Y es que –dijo– “en la Iglesia, sin la mujer, no es posible evangelizar. Es la mujer la que nos da la punta de lanza para la evangelización”.
También se refirió a la importancia de trabajar de manera coordinada con otras provincias eclesiales, en particular con la de Tlalnepantla: “Me he propuesto el reto de lograr que tengamos una homologación de los procesos pastorales en todo el Valle de México. Si todas las Iglesias particulares, desde sus parroquias, presentan los mismos procesos pastorales, en automático nos identificarán en comunión. Es un reto muy grande, pero por lo que toca de mi parte, estoy en la mejor disposición de asumirlo. Será un gran paso aunque nos tardemos varios años en hacerlo”, finalizó.