13 Millones de peregrinos llegaron este 12 de diciembre de 2025 a la Basílica de Guadalupe, en el Tepeyac, para agradecer, cumplir promesas y encomendar sus intenciones a la Virgen. Foto: Luis Aldana/DLF
De rodillas, caminando, en bicicleta, descalzos, llorando, en silla de ruedas, rezando y hasta regalando tacos, gelatinas, tortas, elotes o ropa: así llegaron este 2025 los peregrinos al Tepeyac. La Virgen de Guadalupe recibió en su casa a cerca de 13 millones de fieles, según el último reporte de la Secretaría de Gobierno de la Ciudad de México, que informó, a través del Operativo Basílica 2025, que hasta hoy, 12 de diciembre, una cifra que confirma que la fe mueve montañas.
En medio de los ríos de gente que aumentaban conforme el paso de las horas, el clima también marcó el ritmo del peregrinaje. Aunque la noche estuvo acompañada de lluvia, el agua no detuvo el paso de quienes viajaron desde todos los rincones del país y del mundo. Con capas improvisadas, veladoras protegidas entre las manos y estandartes empapados, millones caminaron hasta la Basílica de Guadalupe para poner bajo su intercesión sus preocupaciones y esperanzas.
A pesar de ello, el ánimo no decayó. Entre el cansancio, el gozo, las oraciones y el canto de “La Guadalupana bajó al Tepeyac”, el ambiente volvió a mostrar por qué este acontecimiento sigue siendo uno de los grandes destellos del país. Pese a la inseguridad, la situación económica y todo tipo de adversidades, los fieles, como ocurre desde la primera peregrinación en 1531, encontraron el camino hacia su Madre.
Con fotografías, estandartes y la esperanza suspendida entre el dolor y la fe, caminaron juntas por primera vez hasta los pies de la Virgen el colectivo de familias buscadoras Una luz en el camino. Para una ellas, Jaqueline Palmeros, esta peregrinación tuvo un significado.
“Desde hace cinco años, cada diciembre venía sola, caminando y rezando, pidiéndole a la Virgen que me ayudara a encontrar a mi hija. Este año finalmente la encontré… aunque no como yo quería: viva”, compartió a Desde la fe.
Jaqueline comentó que la espiritualidad ha sido su sostén ante la revictimización, las omisiones y la negligencia de las autoridades. Su hija desapareció el 24 de julio de 2020 en la Ciudad de México y, tras cinco años de búsqueda, fue localizada sin vida. “Aun así estoy aquí para agradecerle a la Virgen del Tepeyac. Cumplí mi promesa”, explicó.
Agradeció también el acompañamiento de distintas tradiciones religiosas que apoyan las búsquedas en campo, fiscalías y centros penitenciarios. “Para las familias buscadoras venir con la Morenita es pedir fuerza para seguir y pedir que nuestros seres queridos desaparecidos, regresen pronto a casa”, enfatizó.
Aun en medio del duelo, Jaqueline afirmó que ahora su misión es acompañar a otras madres, padres y familias que continúan buscando. “Aquí seguimos: caminando, pidiendo y agradeciendo”. La presencia de las familias buscadoras se fundió con la multitud que, entre fe, dolor y esperanza, nos recordó que la Virgen de Guadalupe es también refugio para quienes no dejan de buscar.
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La jornada guadalupana también fue escenario de gestos concretos de cuidado y solidaridad. Mónica Naranjo, fundadora del colectivo La Causa que Nos Une, acudió a la Basílica con una misión clara: rescatar y proteger a perros y gatos en situación de abandono y maltrato, particularmente vulnerables durante la concentración masiva de peregrinos.
La iniciativa, realizada en coordinación con la Alcaldía Gustavo A. Madero, permitió el rescate de seis perritos durante las primeras horas de esta fiesta guadalupana. Los animales recibieron atención veterinaria inicial, desparasitación y serán trasladados a hogares temporales, donde continuarán su proceso de esterilización y vacunación, con miras a ser dados en adopción durante eventos programados para el mes de enero.
Para Mónica, participar en esta fecha tiene un profundo sentido espiritual y social. “Todo lo que vive es creación de Dios y merece cuidado”, expresó, al subrayar la importancia de sumar esfuerzos entre ciudadanía y autoridades para proteger la vida, incluso aquella que muchas veces pasa desapercibida en medio de la multitud peregrina. Su presencia recordó que la fe guadalupana también se expresa en acciones concretas de compasión y responsabilidad con los más vulnerables.
Desde hace más de una década, Silvia, Rosalía y Jorge acuden cada 12 de diciembre al Tepeyac. “Cada año salimos a repartir un poquito a los peregrinos, con la misma fe con la que ellos vienen. Nosotros también somos devotos”, compartió Silvia. En otras ocasiones han regalado tamales, tortas o agua; este año, ante el frío nocturno, decidieron entregar sudaderas.
La iniciativa familiar comenzó hace aproximadamente 15 años y, con el paso del tiempo, se ha convertido en una tradición que también ha marcado a las nuevas generaciones. Para algunas integrantes, como Silvia, esta labor tiene un sentido profundamente espiritual: “Venimos a dar gracias por el trabajo, la salud y porque nuestras familias estén bien. Más que pedir, venimos a agradecer”.
Para Jorge, quien este año se sumó por primera vez, la experiencia fue una forma de reconectar con sus raíces. “Es como retomar lo que hacían los abuelos, recordarte que simplemente tienes que ser una buena persona, ser empático con los demás. Ellos eran muy devotos de la Virgen y, aunque el tiempo pasa, al final terminas en la misma línea”.
Entre agradecimientos y silencios compartidos, coincidieron en que su presencia en la peregrinación no responde a una petición concreta, sino al deseo de dar gracias y compartir, como una expresión viva de la fe guadalupana.
Mientras tanto, el Operativo Basílica 2025, a través de las secretarías de Gobierno, de Seguridad Ciudadana y de Gestión Integral de Riesgos y Protección Civil, en coordinación con la Alcaldía Gustavo A. Madero, reportaron 3,441 atenciones médicas dentro del atrio y 2,476 en el exterior, todas de carácter menor, de las cuales solo ocho requirieron traslado hospitalario.
Asimismo, LOCATEL informó haber recibido 58 reportes de personas extraviadas, de los cuales únicamente seis permanecen activos. Un balance que, pese al volumen de visitantes, representa un saldo positivo para la jornada.
Con información de Elisa Ramírez y Josselin Melara.
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