Archivos históricos en orden, por iniciativa del Card. Rivera
En 1999, preocupado por una óptima sistematización de los documentos históricos, el Arzobispo de México encomendó la tarea al P. Watson, quien también se hace cargo del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe, y desde 2015 de la Biblioteca Lorenzo Boturini del mismo recinto mariano. DLF Redacción A lo largo de nuestra historia, las […]
- En 1999, preocupado por una óptima sistematización de los documentos históricos, el Arzobispo de México encomendó la tarea al P. Watson, quien también se hace cargo del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe, y desde 2015 de la Biblioteca Lorenzo Boturini del mismo recinto mariano.
DLF Redacción
A lo largo de nuestra historia, las diferentes entidades e instancias que han integrado la Iglesia Católica mexicana, como las diócesis, catedrales, colegiatas, santuarios, parroquias, conventos, seminarios, colegios, hospitales, universidades, misiones y cofradías, han dejado escritas sus vivencias religiosas, a través de documentos que han dado lugar a la creación de espacios de consulta. Preocupado por una óptima sistematización de dichos documentos, en agosto de 1999, el Arzobispo de México, Card. Norberto Rivera Carrera, encomendó la dirección del Archivo Histórico del Arzobispado al P. Gustavo Watson, quien entonces acababa de terminar en Roma sus estudios de licenciatura en Historia de la Iglesia.
A su llegada, el P. Gustavo Watson encontró por archivo un montón de documentos hacinados en anaqueles, para los cuales no había base de datos. De manera que puso manos a la obra, a fin de que el Archivo Histórico del Arzobispado, a la mayor brevedad posible, pudiera servir realmente para lo que había sido creado: un espacio de consulta e investigación acerca del caminar de nuestra Iglesia.
Es así como, de 1999 a la fecha han podido quedar clasificados, descritos y capturados más de 144 mil documentos, cuyas bases de datos, que ascienden a trece, contienen referencias como ubicación física, cronología, fondo, sección y serie de cada uno de los documentos elaborados desde 1532 a 1928. Es importante señalar que la base de datos colonial también cuenta con un elenco de nombres de personas y lugares geográficos.
Además de este extraordinario trabajo, como material de apoyo a los investigadores, se han creado cuatro guías de consulta, una para la investigación de documentos novohispanos; otra para documentos del siglo XIX (1821-1862); una más para el material de consulta correspondiente a la gestión del Arzobispo Pelagio Antonio de Labastida y Dávalos (1863-1891), y la siguiente para quienes desean encontrar datos registrados en tiempos del Arzobispo Próspero María Alarcón. Además, pronto se publicará una guía más, para la información correspondiente a la gestión del Arzobispo José Mora y del Río (1908-1928).
Por otra parte, se han llevado a cabo tres proyectos de digitalización de material, el primero de los cuales se realizó de 2001 a 2002, que abarcó la mayoría de los documentos novohispanos; el segundo se hizo de 2011 a 2012, en el que se pasaron a archivo electrónico todos los manuscritos, y en el tercero se trabajó con todos los documentos correspondientes a la gestión del Arzobispo José Mora y del Río. La colección de imágenes digitalizadas en los tres proyectos, asciende a 589 mil 445. Cabe señalar que todo el archivo fotográfico se resguardó en 64 carpetas, mismas que se ubicaron en 12 cajas.
Debido al buen desempeño del P. Gustavo Watson al frente del Archivo Histórico del Arzobispado, en septiembre de 2003 le fue encomendada también la dirección del Archivo Histórico de la Basílica de Guadalupe, que cuenta ya con dos guías documentales en disco compacto, una para la investigación de documentos novohispanos, y la otra relativa a información comprendida entre 1821 y 1876; actualmente se trabaja en la revisión de la clasificación y captura que se hizo de documentos elaborados entre 1877 y 1910, además de que se clasifican documentos comprendidos entre 1910 y 1962.
Asimismo, desde el año 2011, el P. Watson funge como encargado de la Biblioteca Lorenzo Boturini de la Basílica de Guadalupe, para la cual se adquirió inmediatamente el Sistema Aleph, con el fin de automatizar la biblioteca y subir a la página web de la Basílica de Guadalupe la información bibliográfica. Este sistema también lo tienen las bibliotecas de la Universidad Pontificia de México y del Seminario Conciliar, de tal manera que si un estudiante hace la búsqueda de un libro, gracias a este sistema puede encontrar en cuál de estas tres bibliotecas se localiza. El proceso de remodelación de la Biblioteca Lorenzo Boturini inició en octubre de 2015, y a partir de entonces, el espacio se dividió en tres áreas: Área documental, Área de procesos y Sala de Lectura.