El Papa a Oblatos de San José: adelante con las virtudes del Esposo de María
El Santo Padre animó a los Oblatos a custodiar en las casas religiosas un clima de recogimiento y oración, favorecido por el silencio y por oportunos encuentros comunitarios.Vatican NewsGriselda Mutual – Ciudad del VaticanoEl Papa Francisco recibió en la mañana del 31 de agosto a cerca de cincuenta participantes en el Capítulo General de los […]
- El Santo Padre animó a los Oblatos a custodiar en las casas religiosas un clima de recogimiento y oración, favorecido por el silencio y por oportunos encuentros comunitarios.
Griselda Mutual – Ciudad del Vaticano
El Papa Francisco recibió en la mañana del 31 de agosto a cerca de cincuenta participantes en el Capítulo General de los Oblatos de san José, que ha elegido en estos días a su nuevo Superior General. El Santo Padre demostró su agrado al recibirlos y saludó en particular al padre Jan Pelczarsi, nuevo Superior General, con sus buenos deseos por la nueva misión asignada. Asimismo expresó su reconocimiento al padre Michele Piscopo, Superior en salida, e hizo extensivo su afecto a la entera familia religiosa, animándoles a perseverar en el ámbito apostólico.
Reproducir el ideal de servicio como san José de Nazaret
Seguidamente se adentró en su discurso haciendo presente el momento de gracia que constituye el Capítulo General de un Instituto de vida consagrada, y el particular carisma que les fue asignado por su fundador, san José Marello, que consiste en reproducir en la vida y en el apostolado el ideal de servicio como lo vivió san José de Nazaret:
“Él vivió con fidelidad y sencillez su vocación de custodio de María y de Jesús. Estuvo cerca de su esposa en los momentos alegres y en aquellos difíciles, y con ella estableció una maravillosa familiaridad con Jesús, que tenía continuamente bajo sus ojos”.
Francisco recordó también las inspiradoras palabras del fundador de los Oblatos de san José, que definió “de gran actualidad”:
“Digan: ‘somos siervos inútiles’, pero esfuércense por hacer la parte que la voluntad divina por medio de quien la representa, día a día les asigna; y también que los hombres vean vuestras buenas obras y glorifiquen a vuestro Padre que está en los cielos”.
Adelante con las virtudes sencillas del Esposo de María
Los animó también a seguir viviendo y trabajando en la Iglesia y en el mundo con las virtudes sencillas y esenciales del Esposo de la Virgen María, en el espíritu de aquella “feliz síntesis” que les fue dejada por san Marello como lema y programa: “Sean cartujos en casa y apóstoles fuera de ella”.
“Esta enseñanza, siempre viva en vuestro espíritu, compromete a todos ustedes a custodiar en las casas religiosas un clima de recogimiento y oración, favorecido por el silencio y por oportunos encuentros comunitarios”.
Haciendo presente que los nuestros son tiempos de relativismo desenfrenado que mina las bases del edificio de la fe y despoja de significado la idea misma de fidelidad cristiana, el Papa aseveró que el mandato de san José Marello de ser por todos lados testigos de amor y fidelidad a Cristo y a su Iglesia “es más pertinente que nunca”:
“A la gente de todas las partes del mundo, y en particular a los jóvenes, a quienes va dirigido en gran parte vuestro apostolado, ustedes enseñan, con la vida y las palabras, que el ejemplo de José de Nazaret, consagrado plenamente al servicio de Jesús, sigue siendo el modo más sencillo, seguro y fascinante de realizar plena y gozosamente la vida y la vocación cristiana”.
“Ante esta cultura superficial que exalta la posesión de los bienes materiales, prometiendo felicidad a través de peligrosos atajos, ustedes no dejan de estimular a los jóvenes a templar el espíritu y a formarse una personalidad madura, capaz de fuerza pero también de ternura”. “Y la alegría más grande es hablar a los jóvenes de Jesucristo, leyendo con ellos el Evangelio, confrontándolo junto con la vida… este es el camino mejor para construir un futuro sólido”.
Los dos José sostengan la misión
En la conclusión de su discurso el Papa Francisco elevó su oración para que la intercesión de los dos José, el Patrono de la Iglesia universal y el fundador de los Oblatos, “haga fructífero el trabajo del capítulo”, y para que “sostenga la misión de la familia marelliana: oblatos y oblatas, agregados y laicos que comparten su espiritualidad”.